Capitulo 10

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 Al momento de cerrar la puerta me recargo en ella, pongo mi mano sobre mi pecho y siento el fuerte latir de mi corazón, aun no puedo creer que me dijera "te amo" se que fueron unas palabras sinceras, esas palabras llegaron a lo mas profundo de mi ser. El elevador abrió sus puertas entrando, antes de que estas se cerraran Izumi logro entrar un tanto agitada -Buenos días- menciono ya respirando mas calmada -Buenos Días- respondí cortantemente, ella se pone frente a mi y hace una reverencia -no quería que se molestará con Uruha-san, yo solo quiero llevarme bien con usted, ya que el la ama y quisiera verle feliz, así que, de todo corazón deseo que nosotras dos logremos ser amigas- decía aun con esa postura -por que deberíamos de ser amigas si ayer me dio una bofetada al defenderte, es mejor que ni siquiera nos dirijamos la palabra, si en verdad quieres hacerlo feliz; es mejor que no vallas diciendo por ahí que lo conoces o que eres su vecina, si te abrió las puerta de nuestra casa debió ser por algo y ese algo me enfado, no deseo ser tu amiga ni mucho menos tu conocida- las puertas del elevador se abrían y ella se quedaba con esa expresión de sorpresa ante mis palabras, antes de salir del edificio ella me tomo del brazo y me dijo -de verdad eres su hermana?- me mira a los ojos y pareciera necesitar esa respuesta por alguna razón -Y si no lo fuera que, irías tras de el?- me zafaba de su agarre y salia del lugar. Una camioneta se ponía frente a mi -te llevo?- me sonreía tan armoniosamente que lograba acelerar mis latidos, subí y miro hacia la entrada del edificio y ahí esta ella mirándome y detrás se encuentra Uruha el cual busca mi mirada hasta que la encuentra, pasa a un lado de Izumi y llega a la camioneta de Kai -Himemiko bájate- decia molesto -Kai, arranca por favor- decía tranquila -Tu y yo no hemos terminado de hablar, así que bájate de la maldita camioneta- decía realmente molesto -Arranca Kai- dije en voz alta, desesperada. Después de llegar al trabajo Kai menciono algo que me sorprendió, pensé que jamas se daría cuenta -Hasta que punto han llegado ustedes dos?- me miraba a los ojos -a que te refieres con eso?- dije nerviosa -yo se que tu y Uruha mantienen una relación mas allá que de hermanos, desde cuando mantienen esa relación?- preguntaba con la mirada al volante -desde que yo tenia 16 años, el fue mi primera vez- mencione con la mirada baja -no crees que el se ha enamorado de ti? Es por esa razón que el se enoja cuando estoy contigo, cuando el busca el cuerpo de otra mujer no es por que quiera olvidar el tuyo, sobre su espalda recae una culpa enorme- serio menciono -no puedo imaginarme todo el dolor, la culpa de que todos los días el único cuerpo que lo satisface realmente es el de su hermana, ustedes dos están atrapados en un juego de nunca acabar ¿Quien fue el jugador que dio todo, Kouyou-san o Tu?- no me atreví a responder y baje de la camioneta, ni siquiera le agradecí. Mientras espero el elevador, no escucho nada a mi alrededor, lo único que en mi retumban son las palabras de Kai, una suave presión me desvía de mis pensamientos -Estas bien- mencionaba mi jefe, las puertas del elevador se abrieron y yo respondía con una sonrisa ya que me voz era incapaz de salir por el enorme nudo en mi garganta. Tomoe saco un pañuelo de su saco y desdibujo las lagrimas que dolorosamente se habían marcado en mi rostro -no te preocupes todo estará bien- sus brazos me daban la oportunidad de poder escapar aunque sea un momento de mi cruel realidad, debo permanecer fuerte, sonreír a pesar de este dolor, actuar como si el Te Amo que el me dedico jamas hubiera sido pronunciado. Cuando las puertas del elevador se abrieron el me llevo a su oficina mientras me abrazaba con un brazo por detrás de mis hombros.

Me dio una inmensa tristeza el que ella se fuera sin que pudiéramos hablar bien sobre el tema -Uruha -san vayamos a su departamento, si gusta le puedo preparar algo- menciono Izumi detrás mio -no es necesario- dije molesto, entre al edificio y subí por las escaleras, mi visión poco a poco se vuelve oscura -Himemiko- fue lo ultimo que pronuncie antes de desvanecerme.   


Desperté en una habitación de tonos claros, una enfermera llenaba unos papeles, mientras que otra mujer me toma de la mano, siento como una tristeza recorre el cuerpo de aquella mujer -Disculpa, quien eres?- dije pesadamente -Soy Izumi-chan-observo el como sus ojos se llenan de lagrimas cuando me ve -gracias por cuidar de un desconocido- solté una corta y tonta risa -No se preocupe, me siento realmente aliviada de que ya este mejor- su sonrisa era dulce y sincera -Estas bien?- dijo una mujer de piel blanca, ojos de un color café que jamas había visto, pelo arreglado hacia un lado color negro, sus labios son remarcados por un rojo escarlata -Quien eres?- no sabia quien era aquella hermosa mujer, ese color blanco se vio manchado de un solo instante por sus cristalinas lagrimas. Ella hablaba con el Doctor y solo asentía con la cabeza. Se acerco hacia Izumi y dijo que ya se podía retirar. Tomo asiento a lado mio. -Que fue lo que te paso Kouyou?- decía aquella mujer con un tono de voz diferente -No lo se, no recuerdo nada- ponía mis manos en cada lado de mi cabeza tratando de recordar aunque sea un poco, pero nada. Dure mas de un par de días en el hospital y aquella mujer me ha ido a visitar -todavía no se tu nombre- le preguntaba -Algún día dirás mi nombre- sonrió. Ese mismo día al fin salí del hospital el Doctor menciono que mis síntomas iban a continuar y que poco a poco mis recuerdos regresarían, Izumi estaba ahí a lado de la otra mujer que a mi parecer es como una obra de arte, no importaba como se vistiera ella siempre se veía majestuosa, me pregunto por que siento esta atracción hacia ella, tal vez nosotros eramos pareja.

El día en que me llamaron por lo de Kouyou y me dijeron que había olvidado algunas cosas me sentí aliviada, es como si un peso se me quitara de encima, pero el que no recordara mi nombre me cayo como un balde de agua fría, obviamente mis lagrimas se hicieron presentes -como era posible que no me recordará?- era lo único que mis pensamientos podían conjugar, al pasar de los días Izumi a venido a cuidarlo, a pesar de eso no le dirijo la palabra. El día que por fin pude llevarlo a casa, el se veía mas tranquilo, cuando entro a la casa miraba a todos lados -aquí es donde vivo?- preguntaba sorprendido -si, ven- lo tome de la mano y lo lleve a su estudio de pre-producción -mis guitarras- dijo -así que te acuerdas de ellas?- mencione un tanto decaída, el sonido del timbre robaba mi atención -te dejare un momento iré a ver- me dirijo la puerta y la abrí -como esta?- pregunto Kai -el no me recuerda, pero si a sus guitarras- sonreí pesadamente -puedo verlo?- preguntó animado -claro que si, pasa esta en el su estudio- cerré la puerta. -Hola Kouyou, ya te extrañaba- decía Kai en la entrada del estudio -Tanabe amigo mio- lo abrazaba -por que no me fuiste a ver al hospital?- decía soltándolo -pues ya sabes, no tuve tiempo, pero siempre pensé en ti- sonrió -Mujer, el es mi mejor amigo- me sonrió -¿Mujer?- me mira -si lo conozco, también es mi amigo- respondí -eso es aun mejor, así podre recordarte más rápido- acaricio mi mejilla -tienes razón- di unos pasos hacia atrás -quieren que les prepare algo de tomar?- pregunte mientras me dirigía a la cocina -tú sabes mujer- decía Kai sarcásticamente -no eres grascioso Kai- entre a la cocina y fue ahí donde mis lagrimas se escapaban por mas que quisiera contenerlas. Después de unos minutos ya estaba listo el Té, dirijo mis pasos hacia la sala y no había nadie, escuche una dulce melodía -así que están en el estudio?- no me quedo de otra que ir hacia allá. Los dos hombres estaban tocando la guitarra, Kouyou tenia entre sus labios un lápiz y sobre sus piernas un bloc de hojas, al parecer algo escribía -aquí esta su Té- con esas palabras los distraje. Ellos tomaron la charola y Kai me dijo que me fuera del estudio que me estaban preparando una sorpresa -esta bien- mientas estoy en la sala tomo un libro y obviamente comienzo a leerlo una de las lineas decía -El que él no me recordará dolía, pero su cuerpo reacciona al mio, si esta es la única forma en la que tú puedas regresar a mí; me entregaré las veces que sean necesarias para de nuevo tenerte a mi lado.- esas lineas me daban una escalofriante idea -y si esa es la única manera que me recuerde?- pensaba aun dudando de esa estúpida teoría; de nuevo el timbre resonaba por toda la habitación -quien es?- miraba por el picaporte y era Izumi, como odia que se sienta en la libertas de venir -que quieres?- pregunté molesta -por que no me dijo que Kouyou-san ya había salido del hospital?- dijo molesta -disculpa, pero con que derecho lo llamas por su nombre?, pero para que te quede claro, no estoy obligada a informarte sobre Kouyou, así que deja de estar de chismosa, ademas no eres bienvenida en mi casa- iba a cerrar la puerta cuando Izumi la detiene -He sido muy paciente contigo, pero la verdad es que estoy enamorada de tu querido hermano, así que, entrare a verlo- pone un pie dentro -haber estúpida, que parte de no eres bienvenida en mi casa no entiendes?, no te quiero ver cerca de Kouyou y si me entero, por que así sera, de que intentas algo con el, prometo el golpearte- mencionaba impidiendo su paso dentro de mi casa -es una amenaza?- retándome pregunto -velo como se de te la gana, pero no entraras a mi casa- la empujo y cierro la puerta. -Himemiko? Jamas te había visto tan agresiva- decía Kai -tu no menciones ni una sola palabra, es que ya no puedo- no podía verlo a los ojos, mis lagrimas se derramaban sin control alguno -¿Que es lo que ya no soportas? ¿El hecho de que sus recuerdos de ti no le han regresado o el que otra mujer este interesada en tu hermano?- 


Dejen su comentario y estrellita si les gusto.

Gracias por tomarse el tiempo en leerlo.

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