Cuando entre a mi casa las palabras de Kai seguían retumbando en mi mente, la voz de mi hermano me saco por completo de mis pensamientos, mire su caminar hacia mi, detuvo sus pasos y me dio una leve bofetada -no entiendo, donde se supone que esta ese lazo que nos unía de una manera única, especial que solo nosotros dos nos atrevíamos a tener- pensaba, sin escuchar las palabras de Uruha, mi rostro se quedo en la posición a la que había sido llevada por la bofetada. Mis ojos se llenaron de lagrimas. Lleve mi mano hacia la mejilla la cual fue acariciada de una manera dolorosa, cruel -discúlpate con Izumi- fue lo único que mis oídos lograron captar. Fueron las palabras que hicieron que mis lagrimas se desbordaran -me escuchaste?- levanto su voz -por que tendría que hacerlo?, si cada vez que traes a una mujer a la casa es solo para tenerla en tu cama- respondí molesta, furiosa y mirándolo a los ojos, esos ojos que se abrieron al verme llorar, al verme triste -Himemiko, lo siento- se acerca a mi -no quería golpearte, yo Te A- hizo una pausa, una pausa que duro una eternidad -termina de decirlo- mi corazón esta agitado debido a la incompleta pero clara oración -termina la oración- lleve mis manos a su pecho y tome con fuerza su playera, el mira hacia otro lado, no menciona nada -Kouyou- mi voz, mi entrecortada voz apenas lograba escucharse, su mirada regresa a la mía, posa su mano sobre mi aun rojisa mejilla. Se acerca a mi y cierro mis ojos para sentir aquel beso que logro tranquilizarme, pero, yo quiero escuchar esas palabras, esas palabras que harán que mis celos se desvaneciera pero en cambio solo sus labios se hicieron presentes -perdóname, pero estoy molesto por que te entregaste a este Kai sin culpa alguna, bien sabes que solo yo puedo tocarte de esa manera- tomaba mi barbilla -y crees que es justo el que tu traigas a mujeres aquí y tengas sexo con ellas? Y no me refiero a Izumi- me aparte de él -no es lo mismo- respondió -claro que es lo mismo, sabes, no eres el único que puede tener sexo solo por complacencia- me dirijo hacia mi cuarto -acaso pretendes tener sexo con Kai mas seguido?- se recargo en el marco de la puerta -tal vez, ademas creo que lo nuestro es lo mismo- sujeto mi pelo en un chongo alto -no vuelvas a decir eso- decía ya sentado detrás de mi -es la verdad, tu deseas poder saciar esa necesidad de sentir mi cuerpo, solo quieres escucharte y cuando terminas te das media vuelta y me dejas ahí en mi cama, sin mencionar una palabra, siento que soy tu prostituta personal- decía molesta de un movimiento rápido el me acostó y se colocaba encima mio -no vuelvas a decir eso, eres mi hermana- me besa -y se supone que los hermanos hacen esto?- lo tomo de la nuca y lo vuelvo a besar; muerde mi labio provocando un pequeño corte, quito su playera y acaricio su espalda; su cuerpo se pone encima del mio -porque tenemos este juego tan hiriente?- dije aun acariciando su espalada -esto no es un juego, esto es algo que los dos necesitamos- besaba mi cuello y poco a poco metía su mano bajo mi vestido -entonces porque, siempre tienes sexo con otra mujer que no soy ¿Acaso no te doy el placer necesario?- con esa pregunta él detuvo sus movimientos y se alejaba de mi -me pregunto el por que lo iniciamos?- decía él.
Cuando Himemiko se fue de nuevo, mi furia se incremento y di un golpe a la pared -Maldita sea- grite -lo lamento, pero es mejor que me valla- decía Izumi detrás mio -no, quédate a cenar conmigo- mencione un poco mas calmado -no creo que sea lo mejor, tu hermana regresará y no quiero que se moleste- hacia una reverencia -te lo suplico, no me dejes comer solo- tome su brazo deteniendo sus pasos -lo haré- nerviosa acepto. Después de 5 minutos comenzamos a cenar, las palabras eran fluidas y sin temor alguno. Nuestras risas también se hicieron presentes y en la habitación reinaba una inmensa tranquilidad -es bueno conocer a una chica como tu- le dije mientras levantaba los trastos -es una suerte el que lo conociera hoy, jamas me imagine que tuvieramos tanta compatibilidad- sonreía -Uruha-san, gracias por dejarme conocerlo, es un honor el hablar con usted ahora- hace una reverencia -basta Hihashi-chan no soy mas que un hombre normal, lo único que me hace diferente es que- me interrumpe -es que millones de personas lo admiran, muchos desean seguir los mismo pasos de usted y lograr tocar como usted la guitarra- sonríe -puedes llamarme por mi nombre- menciona -Esta bien, gracias por la confianza Kouyou-san- hace una reverencia -me tengo que ir, debe de hablar con su hermana- se dirige a la salida -espero volver a verlo Kouyou-san- sale.
Las palabras que cruzamos Himemiko y yo han sido dolorosas; es hasta ahora que estoy pensando en dejar a un lado esta necesidad, esta obsesiva necesidad de tener el cuerpo de ella; el único que en verdad me ha complacido, el que me ha dado una seguridad -Himemiko, creo que sera bueno el que nos alejemos por un tiempo- mencione mientras llevaba la palma de mi mano a la frente y bajaba la mirada -¿Hablas enserio?- su voz tenia un tono sorprendido -es lo mejor- me levanto -es lo mejor para quien?, ya es demasiado tarde, los dos necesitamos sentirnos de esa manera y lo sabes mejor que yo- se pone frente a mi -somos hermanos Himemiko- la tomo de los hombros -eso no te importo la primera vez que lo hicimos, llevamos ya 8 años entregándonos, es injusto- decía quitando mis manos -Y por eso mismo lo digo, esto no es sano-.
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Gracias por tomarse el tiempo en leerlo.
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Sugar Pain
FanfictionCada noche es lo mismo, veo como cubre su espalda con su playera y sube su pantalón, escucho su caminar que se dirige hacia la salida de mi cuarto la cual es la entrada a la sala, no dice nada, no me da ni siquiera una mirada, no veo expresión algun...