- D i e z -

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-No soy muy buena nadadora -y mucho menos en el mar....

-Yo te vigilaré -Dijo él, guiñándole un ojo-. Ve a ponerte el bañador. O, mejor pensado, ¿quién necesita bañador? -hizo ademán de quitarse el suyo.

-¡No! No. Voy a ponérmelo -dijo ella, y salió corriendo a su habitación. «Esto es una locura. Es medianoche. Puede que haya tiburones», pensó, y acto seguido: «Oh, vamos, relájate. Sé espontánea por una vez en tu vida. Quizá Justin tenga razón y esto hará que te entre sueño».

Se miró al espejo con el bañador: pálida, asustada y nerviosa. ¿Se estaría volviendo loca?

Salieron juntos a la playa. La noche de mayo era agradable, cálida, con una suave brisa. La arena le hacía cosquillas entre los dedos y se movía bajo sus pies de aquel modo tan irritante, pero se las arregló para seguir el ritmo de los largos pasos de Justin. Enseguida llegaron a la arena húmeda. No estaba demasiado fría.

Sin embargo, el agua estaba helada. ____ dejó escapar un gritito y después se tapó la boca con la mano.

-Grita libremente -dijo Justin-. No vas a molestar a nadie.

Ella se dio cuenta de que tenía razón. La playa estaba vacía, al menos hasta donde su vista alcanzaba en ambos sentidos, y las luces de las casas estaban apagadas.

El agua le golpeaba suavemente los tobillos y las pantorrillas. Se abrazó a sí misma y dio unos pasos atrás.

-Está demasiado fría.

-Vamos -le dijo Justin, tomándola de la mano.

Ella sacudió la cabeza y se echó hacia atrás.

-Salta, métete -dijo él, y avanzó. Se tiró y nadó un poco. Después fue hacia ella.

Su sonrisa irritó a _____, que hizo un esfuerzo y avanzó también.

-No sé qué demonios es esto -dijo al sentir algo abombado bajo sus pies, rogándole al cielo que no la mordiera ni le cortara un pie.

-No pasa nada dijo Justin. Se acercó a ella a través del agua y la tomó en brazos. Ella dio un grito ahogado. Sintió su pecho húmedo y frío contra la piel-. ¿Qué estás haciendo?

Él la llevó más adentro.

-Bájame.

-¿Estás segura? -preguntó él, y la dejó caer de repente.

Ella salió chillando, respiró profundamente y le golpeó el brazo mientras él huía.

-Eres malo.

-Lo superarás. ¿No te das cuenta de lo agradable que es ahora? -dijo él, nadando hacia ella de nuevo, con el agua al nivel de la barbilla.

-Prefiero tomarme las cosas de un modo más... suave -dijo ella, sorprendida al darse cuenta de que el agua no estaba tan fría, después de todo. Él tenía razón, demonios.

-Me apuesto lo que quieras a que te quitas el esparadrapo de una herida poco a poco.

-En realidad, sí.

-De esa manera la agonía es más larga -él se puso de espaldas-. Esto es vida, ¿no te parece?

Ella miró al horizonte. El océano estaba oscuro y parecía amenazador. Sin embargo, allí mismo, con Justin, las olas la mecían suavemente, la reconfortaban, acercándola y luego alejándola de él. Ella se puso también de espaldas, como Justin, y miró al cielo fijamente, donde las estrellas brillaban sobre un manto oscuro.

-Es bonito -admitió. Se volvió y sorprendió a Justin mirándola. Sus miradas se cruzaron y la energía se movió entre ellos como las olas en las que se estaban meciendo. Asombrada, se hundió bajo el agua.

Justin la sacó rápidamente.

-¿Estás bien? -dijo, agarrándola por los dos brazos.

-Perfectamente -dijo ella, atrapada todavía por aquella energía.

-Parece que perteneces al mar -le dijo él, suavemente.

-Lo dudo -respondió ___. Sin embargo, en el caso de Justin aquello sí era cierto. Parecía una criatura marina, hechizándola, atrayéndola. El agua la acercaba a él cada vez más. «Ve hacia allí, es mágico, es mejor...», parecían decir las olas. Se dio cuenta de que estaba cada vez más cerca, hipnotizada por el momento, por la mirada de Justin.

-Para ya -murmuró él.

-¿De qué?

-Te estás mordiendo el labio otra vez –dijo él, acercándose.

-¿Sí?

-Sí. Yo tengo una idea mucho mejor para tu boca.

-¿Qué? -susurró ella.

-Esto... -cuando juntó sus labios salados con los de _____, ella no se sorprendió en absoluto.

El calor se extendió por su cuerpo y emitió un sonido. Justin la atrajo suavemente hacia él, rozándola con la lengua, esperando a que ella se abriera para él...

Aquello era una locura.

____ rompió el beso y se apartó de Justin.

Un Extraño en CasaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora