No fue mi culpa quererte (yaoi)

10. Locura

Jack

Me alerte al escuchar los pasos subiendo las escaleras. Quise irme de aquella habitación cuanto antes, pero Damon fue realmente veloz, llegó a la habitación en cuestión de segundos y en cuanto me vio se quedó quieto, simplemente mirándome. Algo no estaba marchando bien y no sabía exactamente de qué se trataba.

-Jack... -dijo al fin al tiempo que algunas lágrimas corrían por sus mejillas.

Lo vi acercarse a paso rápido a mi. Quizás quería golpearme, no lo sé, solo me quedé quieto en donde estaba, después de todo lo que quisiera hacerme me lo merecía por lo que hice y también por invadir su espacio como si nada.

Cuando me abrazó definitivamente supe que algo estaba muy muy mal, Damon no lo habría hecho de estar bien, el me habría gritado y golpeado, eso es seguro.

-Jack, Jack, Jack -repitió en mi oído con su voz quebrada por el llanto.

-¿Qué te ocurre Damon? ¿No deberías estar...?

-¿Molesto porque casi me violas? -preguntó apartandose un poco mientras me dirigía una sonrisa escalofriante sin dejar de llorar-, estoy furioso, quiero molerte a golpes.

Damon se me acercó nuevamente, quitó mi máscara y acaricio la piel de mi rostro con sus manos.

-Quiero destruirse -dijo con una voz que demostraba sensualidad, completamente opuesto a lo que decía.

-Damon, estas muy raro ¿Qué pasó? -pregunté comenzando a temer lo peor- ¿En dónde están tus hermanos?

-¿Hermanos? -preguntó haciendo memoria por un tiempo, luego negó con la cabeza-. Eso no importa.

Con una fuerza que desconocía Damon me sujeto de la sudadera y me lanzó sobre su cama para segundos después sentarse sobre mis piernas y sujetar mis hombros con sus manos.

-¿Por qué la cara de sorpresa? ¿No es esto lo que querías hacerme la noche pasada? -preguntó acercándose peligrosamente a mis labios.

Sus manos soltaron mis hombros y con una de ellas comenzó a subir mi sudadera, pero yo estaba lejos de sentirme excitado, definitivamente algo malo había pasado mientras no estaba, Damon nunca dejaría a sus hermanos en el olvido, nunca.

Por reflejo sujete el brazo de Damon, deteniendo su cuchillo a centímetros de mi pecho.

-Este no eres tu Damon ¿Qué pasó con los niños? -volví a preguntar cada vez más alterado.

-¿Desde cuándo eso te importa hijo de puta?

-¿Qué les pasó a ellos? -volví a insistir.

-Ellos...

Damon se echó hacia atrás dejándome libre, llevando sus manos a su cabeza como intentando ordenar sus pensamientos en lo que yo sujetaba con fuerza mi bisturí. Damon se había vuelto peligroso.

-Mike y Luz, Mike y luz, Mike y Luz -comenzó a repetir una y otra vez sin control.

Sentí como poco a poco mi sangre se helaba al ver en Damon el recuerdo de mi cuando caí en la locura. No podía estar pasando, no frente a mi, no a Damon, ¡no a él!

Solté el bisturí y corrí hacia Damon para sujetar su rostro entre mis manos intentando que me mirara, pero sus ojos veían más allá de mi, perdidos en algún punto del vacío.

-Mirame Damon, maldición mirame -dije zarandeandolo un poco.

Mire a mi alrededor en busca de algo que pudiera calmar la creciente locura que ahora habitaba en él, pero no hallaba nada.

Repentinamente escuché como la puerta de la casa se abría en el primer piso y escuché la voz de los hermanos de Damon.

-Jack ¿Qué estás haciendo? -preguntó Damon llamando nuevamente mi atención.

Cuando lo miré pude ver nuevamente al muchacho que conozco, dirigiéndome una mirada cargada de odio.

-Eres tú, realmente volviste a ser tu -dije sin poder evitar sonreír.

-Alejarte de mi -dijo empujandome y repentinamente recordé la razón de su enojo.

-¿Cómo te sientes? -pregunté con cautela.

-¿Cómo quieres que me sienta? Eres un hipócrita.

-¿No recuerdas lo que acaba de pasar?

-Marchate de aquí, no te quiero en mi casa.

-Damon...

-¡Lárgate de aquí maldición!

Me sobresalte un poco ante su repentino grito y sin decir más salí de su habitación por la ventana pero no abandoné el lugar, ya no había manera de que me alejara sabiendo que él estaba en el limbo entre la cordura y la locura.

Slenderman tenía razón, Zalgo no solía estar en un sólo lugar tanto tiempo y ahora creo saber la razón por la que se mantiene aquí. No sé por qué razón eligió a Damon, él no tiene un pasado atroz como el resto de nosotros, pero de cualquier forma él quiere quitarle la cordura, quizás aprovechándose de la repentina muerte de Samantha y estoy seguro de que lo que Zalgo espera que eventualmente pase es que Damon mate a sus hermanos con sus propias manos, y no pienso permitírselo.

Puedo estar loco, pero aún queda algo de mi humanidad, quizás el recuerdo de mi familia y por este mismo recuerdo siento que aún puedo pelear por este chico.

Nunca me imaginé encontrarme en una situación así, pero ahora mismo poco me importaba. Estaba dispuesto a ir en contra de Zalgo por Damon y nada más que por Damon, incluso si él me odia.