Hora de las jugarretas

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-¿Quién anda ahí?-

Nadie respondía, esto ya me está poniendo los pelos de punta.

-¿Penny?-

Saltó algo a mi cama, di un brinco.

-¿Qué haces aquí?-

Él gato de James estaba dentro de mi habitación. Un gato casi me mata de un infarto, típico.

Tomé al gato y me levanté, mientras él lamía mis manos, escuché a el mismísimo James gritar por el patio. Me asomé por mi ventana y lo ví gritando.

-Hola.-

-¿Qué haces con mi gato?-

- Ni idea por donde entró, pero apareció ahora en mi habitación-

-Hm...¿Me lo traes?-

- Si,voy en un segundo.-

Baje las escaleras rápidamente con el gato en mis brazos, abrí la puerta y esta ahí.

Mi gata estaba con él también.

-¿Qué haces con mi gata?-

-Lo mismo digo.-

- Al parecer tenemos competencia.- Reí.

Intercambiamos gatos.

-¿Qué haremos con estos dos? Al parecer no nos quieren.-

-Pues, amarrarlos en nuestro pecho y llevarlos a todas partes.-

James me quedó mirando.

-Es de madrugada, no pienso coherentemente o como un humano.-

James río.

-Ve a dormir, yo lo haré. Adiós.-

-Adiós baby.-

Me di media vuelta, dispuesta a cerrar la puerta.

-Alice.-

-¿Si?-

-Linda ropa interior.-

- ¿Gracias?- Reí, bajé la mirada.-Lindos calzones, Bob Esponja te da el toque de chico rudo.-

-Al menos la vista no es mala.- Levantó su polera e hizo un baile estraño.

Reí fuertemente.

-Besa mi trasero.- Me voltee y le di una palmada a mi trasero.

Cerré la puerta.

Me dirigí hacia la cocina para buscar un vaso de agua. Saqué el vaso de la despensa y dejé el agua correr, puse el vaso ahí y me quedé dormida por unos minutos, el vaso estaba revalsado y yo lo tomé. Apagué la luz y choqué con un par de cosas.

Uno de los chicos bajaba, no sé quien era, pero iba con boxer rosados.

¿Qué le ocurre a los chicos con su ropa interior? Ellos tienen más variedad en su cajón que yo. Sentí que ese alguien tocaba mi cintura y me llevó hacia su pecho.

-Alice.- Susurró en mi oído.

No traía polera.

-¿Zayn?-

Me gire para oler su perfume o para tocar su cara, si no se ve su cara, es Zayn, sino, me debería preocupar.

Sentí como apegó más su pecho en el mío.

Sus labios no tardaron el pegarse a los míos, subí mis brazos para poder poner mis manos en su nuca.

Halé su cabello, un gemido salió de sus labios.

-Tus labios son tan suaves.- Me dio un pico.-Tan tibios.- Dio otro.-Y míos.-

-Zayn yo..-

-No soy Zayn.- Su voz, su aroma.

Niall.


Me despierto y estaba totalmente destapada y mi gata me miraba.

-Creo que fue una pesadilla.-

Me acosté nuevamente, estaba abrumada. Se sintió tan real, sus labios, no puede ser una pesadilla, pero realmente me asusta. Demasiado.

Mi gata comenzó a maullar, no lllené su platito con comida.

Me levanté para alimentar a mi gata para luego ducharme. El sueño rondaba en mi cabeza, pensaba que era Zayn. Pero Niall era quien me deseaba. Debe ser por las cosas que malinterpreté ayer, sí, eso puede ser.

Secaba mi cabello y me maquille un poco.

Baje las escaleras y milagro, estaban levantadis y vestidos, no pregunten, jugando con la consola.

- Hola.- Saludé.

- Hola.- Dijeron al unisono.

Me fui a la cocina y me preparé algo para comer.

El hermano que me tocó tener [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora