Chicos, esto no se va a quedar así (Continuación)

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-Así que eres amiga de mi hermana, nunca te había visto antes.- Harry estaba aún tomando de mi brazo.-¿Qué alcanzaste a escuchar?- 

-No he escuchado nada, yo tan solo buscaba el baño.- Mentí.-Nunca he venido a esta casa, y tampoco sabía que Alice tuviera un hermano.- Tomé su mano y me la quité del brazo, estaba dispuesta a irme, pero este no me dejó, tomó mi brazo, lo halo y caí sentada en su cama, estaba entre dos chicos.

-Como no sabemos de donde saliste, y tampoco quieres arruinar la amistad que tienes con tu con mi hermana, serás nuestra soplona.- Sonrió, unos hoyuelos se marcaron en sus mejillas.

-¿Y como vas a arruinar un amistad que nunca ha existido?- Me crucé de piernas.-Porque yo acabo de llegar y me puedo ir libremente.- 

-Conozco a mi hermana, a ella le dolerá en el alma que le diga que una de las suyas la defraudó por ayudar a su hermano. Puedo decirle que te soborné y que tu accediste porque la odias.- Hizo un puchero.-Alice, tengo que ser sincero contigo, ya has sufrido muchas desilusiones, pero esta chica, Catia, quiso ayudarme a aplastarte porque te odia, dice que eres un fiasco y que no sirves de nada, ella intentó besarme...- Oh, este si que serviría para crear una telenovela en Televisa.

- ¿Eres capaz de hacerme esto? ¡Ni me conoces!.

-Ayúdanos y no diremos nada.- Harry se acercó a mi y tendió su mano, yo la tome y me levanté.

-En que quieres que te ayude..- Suspiré derrotada.

-¿Qué tienen planeado?- Lamió sus labios, sonriendo victorioso.

-No lo sé, yo acabo de enterarme que están en plena guerra de bromas, yo les di la idea de las galletas. No tienen nada planeado, ellas quieren terminar con esto, no quieren arruinar nada de la casa, están por torcer el brazo, no tienen nada planeado. Por favor, déjenme ir.- Hice que me lloraran los ojos.-

-¿Qué más?- 

-Déjenme ir, yo no sé nada más.-Unas lágrimas bajaron por mis mejillas.

-Ya nos dijiste suficiente, puedes irte.- Abrieron la puerta, y yo salí rápidamente 

- Ilusos.- Limpié mis lágrimas y bajé por las escaleras.-

Alice me miró y me sonrió.

-¿Funcionó?- 

Asentí.

-El Vics Vaporub funcionó.- Limpié de mi mano el betún, las lágrimas salieron fácilmente.

-Te dije que iban a caer redonditos.- Aplaudió y se sentó.

-Tenemos el camino libre desde ahora.- Me senté junto a ella.

-¿Qué te hicieron hacer?- 

-Seré su "Soplona".-

-¿Creyeron todo lo que les dijiste?- 

-Las lágrimas siempre sirven.- 

-Juguemos algo.- 

-Okay.- 

Me entregó el control y jugamos toda la tarde.


Narra Alice:

Sabía que Harry iba a conocer a Catia en cualquier momento, y sabía que la chantajearía por algo, así que ideé un plan que hace unos minutos había salido a la perfección. Apláudanle a mi mente.

-Ya es tarde.- Catia me miró, sacó su celular.

-¡Si es demasiado tarde!- Se levantó rápidamente del sillón.-Adiós, gracias por dejarme quedarme, nos vemos luego.- Corrió hasta la puerta y desapareció.

Estoy sola.

Puse el sillón devuelta en su lugar, tomé los envoltorios y me dirigí a la cocina, dispuesta a prepararme un té caliente.

La tetera había hervido, tomé el té y lo llevé a la mesa, para poder sentarme un rato y disfrutar del sabor a miel, soy alérgica a la canela , ni muerta le pondría un poco a el té, me moriría si lo intento. Los pasos en la escalera me hicieron ponerme alerta, pero no era más él, con su sonrisa al verme aquí sentada, con sus ojos color miel y su forma de caminar coqueta, su mirada estaba posicionada sobre mi, aquella mirada que ponía mi corazón a mil por segundo, las mariposas no tardaron en aparecer.

-¿Me das una galleta?- Preguntó, sentándose frente a mi.

-Claro, saca una.- Había llevado conmigo un tazón con mis galletas preferidas. Él la miró por unos segundos.-Tranquilo, no van a picar, son una de mis preferidas.- 

Él comió una y sacó otra. Un sonido hizo a Zayn sobresaltar, era mi gata que estaba arañando la puerta de la cocina. Me levanté y la dejé entrar, ella se subió a la silla que estaba junto a mi y se quedó mirando a Zayn.

-¿Como se llama?- Vi como sus ojos se iluminaron, al parecer le gustan los gatos.

-Penny.- Tomé un sorbo de mi taza, la gata seguía sentada ahí, hay veces que se comporta como un humano.

-Es muy tierna y bella, como su ama.- Sonrió.

Yo no había comprendido el cumplido, de un minuto al otro sentí el ardor en mis mejillas. Él me miró fijamente, era imposible no bajar la mirada al tener esas estrellas sobre ti, dicen que el sonrojo solo se posa en las mejillas, pues yo debo tener la cara roja ¿Por qué no deja de mirarme? ¡Di algo por favor! 

 -Algo..-

-Dios, no tengo ganas de pelear contigo ahora.- 

-AGUA FIESTAS.- 

¿Es normal tener peleas mentales consigo mismo?

-Nunca había notado que eras tan linda.- ¿Había dicho que era linda? Soy un burro comprado con él.

-¿Gracias?- 

Un silencio incómodo se apoderó del lugar, mi gata aún miraba a Zayn, movía su cola enojada. 

-¿Por qué eres así conmigo?- Soltó rápidamente.

-¿Así como?- Tomé un poco más de mi te, 

-Nunca te has sentado a hablar conmigo, tan solo me saludas y te despides.- ¿Estaba dudando de él? No lo creo, tiene suficiente confianza sobre él mismo, eso es lo que aparenta ser.

-No lo sé, nunca se me había pasado por la cabeza.- Levanté mis hombros, mostrando que no me interesaba tanto como a él.

-Me encanta que seas así.- Lo miré extrañada.- Así, tan misteriosa.-

Escupí el te que tenía en mi boca.

-¿Qué?- 

-Lo que escuchaste, preciosa.- 

Zayn se levantó, acarició mi mejilla, tomó una galleta y se fue por donde vino. 

El hermano que me tocó tener [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora