Su Realidad... (Christopher Vélez y tú)

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¿No vas a comer un poco ___? Aunque sea come un poco de arroz suplicó su hermano al no ver el plato de su hermana en la mesa.

No. Estoy muy gorda respondió tocando su vientre, recordando cada una de las veces que Christopher Vélez la había llamado así... Gorda... En verdad lo estaba.

¿Por qué llevas tus mangas tan largas? Hace mucho calor observó la sudadera que llevaba.

Tengo mucho frío y no me quiero resfriar contestó pensando en las líneas que surcaban sus muñecas. Todas ellas causadas por el dolor de los insultos  de Christopher y sus amigos.

¿Te volvieron a golpear? interrogó asustado al ver un pequeño moretón en la mejilla de su hermana.

No, sólo me fui golpeando. Sabes que soy muy distraída la verdad del moretón es que había sido causado debido un empujón por parte del chico Joel Pimentel en las escaleras.

¿Me puedes leer un poco? preguntó inocentemente a su herida hermana.

Claro que sí Miguelito dijo recogiendo el plato sucio para dejarlo en el lavavajillas.

¿Puedo preguntarte algo? dijo mirando a su hermana.

¿Qué pasa tesoro? preguntó algo preocupada.

¿Por qué mamá nos dejó solos? ¿Y por que papá te golpea? esas preguntas tienen respuesta pero, ¿cómo le dices a un niño de siete años que su madre engañó a su padre y luego él se volvió alcohólico por eso llegaba y desquitaba su rabia con ella? Es algo horrible. Sólo un desalmado lo haría.

Te lo diré cuando estés más grande respondió cortante. No le gustaba hablarle así a Miguel pero era algo que no podía contestar.

Después de haberle leído un capítulo de The Maze Runner él se quedó totalmente dormido. Bajó a la sala para ver Netflix como todas las noches.

Mientras estaba viendo "13 Razones Porque" escuchó el sonido de golpes en la puerta. Se levantó para abrir a la persona que menos quería ver. Ese chico que hacía de sus días en la escuela un infierno. Christopher Vélez.

Hasta qué abres, estúpida insultó entrando bruscamente a la casa. La profesora de historia les había mandado a hacer un ensayo en parejas. Y, para su mala suerte, Christopher era su pareja.

Te voy a pedir de favor tratar de no hacer ruido. Mi hermanito está durmiendo pidió cerrando la puerta con doble candado. No quería que su padre entrara borracho y la golpeara. Peor enfrente de Christopher. Podría ir a contarle a Zabdiel, Joel y Richard.

Me importa un comino si tu hermano está durmiendo hizo énfasis en la última palabra. Ella estaba a punto de gritarle cuando de pronto vio a su hermano bajar las escaleras.

Migue, ¿pasa algo? preguntó tierna a su hermano.

¿Quién es él, ___? inquirió viendo a Christopher.

Soy Christopher respondió el chico sin darle importancia alguna

Hola, mi nombre es Miguel Ángel Quiroz González se presentó el pequeño.

Voy a buscar la laptop. Migue, ¿te quedas aquí o vas a dormir? preguntó preocupada.

Me quedaré conversando con Christopher dijo inocentemente el pequeño de siete años.

Ella, no muy segura, sube a su cuarto para buscar la computadora.

¿Tu eres un de los que golpean a mi hermana? pregunto jugueteando con sus manos con evidente nerviosismo.

¿Disculpa? exclamó indignado.

¿Por qué la golpean? Tu y tus amigos exigió saber Ella no les ha hecho nada y ustedes la tratan como basura. No pareces malo. Das la impresión de ser una muy buena persona. ¿Por qué la tratas así? Ella sufre mucho. Todas las noches mi padre llega, la insulta y la golpea. Un par de veces la he encontrado vistiéndose en la sala llorando. Llena de golpes y sangre.

Yo no... empezó a defenderse pero el chiquito no lo dejó.

Le hace cosas horrendas. A veces llega a casa con moretones en su cuerpo y es porque ustedes la golpean. Cuando me voy a dormir, ella entra al baño y se corta las muñecas, cree que no lo sé. Ya no come y, cuando lo hace, corre al baño a vomitar. Ustedes creen que no la hieren pero ella le duele. Le duele peor que los golpes. Una sola palabra te puede destruir, Christopher se levantó.

¿Por qué me dices esto? exige saber. No podía creer que un niño de siete años le dijera todas esas cosas.

Muy pronto yo me iré y ella sufrirá mucho. Lo vi en un sueño miro fijamente a Christopher Mi padre me golpeará con una botella en la cabeza y yo moriré. Tus amigos y tú le hacen mucho daño. Lo puedo ver en mis sueños. La llaman de formas muy feas. Tonta. Estúpida. Gorda. Zorra. Ella no es tonta, es una genio con un coeficiente intelectual de 150. Ella no es estúpida, sabe como arruinar a una persona sin que la descubran. Ella no es gorda, tiene desórdenes alimenticios por culpa de sus palabras. Ella no es una zorra, mi padre abusa de ella cada vez que tiene ataques de ira. No la conoces, Christopher... No la juzgues terminó y subió a dormir.

El sólo se quedó confundido, pensando en lo que dijo el hermano de la chica.

Ya traje la laptop. ¿Y Miguel? preguntó después de bajar a la sala.

Subió a su cuarto a dormir contestó neutral.

Está bien, empecemos con el ensayo dijo en el mimo tono.

Después de una hora el ensayo ya estaba listo y terminado. ___ había dado los argumentos y Christopher los anotaba. En verdad era una genio.

De repente se empezaron a escuchar fuertes golpes en la puerta.

¡¡ABRE LA PUERTA MALDITA PERRA!! era el padre de los hermanos.

Christopher, hay una ventana abierta en el cuarto de invitados. Sal por ahí dijo tomando todas las cosas del ensayo.

¿Qué está pasando? interrogó angustiado.

Sólo vete suplicó la chica. Los golpes no paraban. Después de que Christopher se haya ido, abrió la puerta.

¡¡Hasta que abres!! gritó entrando.

Buenas noches, padre saludó temerosa.

¡¿Qué es esto?! preguntó sosteniendo en alto la chaqueta de Christopher. La había olvidado.

Nada respondió temblorosa.

Es de un chico. ¡¿Qué te he dicho de traer chicos a la casa?! ¡¡De seguro te pones a coger en frente de tu hermano!! acusó con rabia a su hija. Su única hija.

¡¿Crees que por ser mujer puedes tratarme como se te pegue la gana?! ¡¡Creas o no tengo derechos y por nada en este asqueroso mundo dejaré que le hagas daño a Mi Hermano!! gritó furiosa.

No debió hacerlo.

Ella no se defendía ni gritaba. Sólo dejaba que sus lágrimas cayeran, mientras su cuerpo era maltratado por esa persona que alguna vez la quiso.

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