"Déjame explicarlo", "déjame mostrartelo", "si me escuchas adecuadamente lo comprenderás más rápido". Otra vez, esas frases hirientes de ella. Todo lo que me rodea me castiga, me hunde al vacío inexistente, al vacío helado, a un lugar que no existe.Cuando estuve integrado en la banda de "kaces" habían muchos problemas así. Mate a dos chavales por culpa de las drogas. Sólo lo hice porque era necesario, ellos ya estaban delirando, por su culpa iban a hacer que nos descubran en un robo. No hubo más remedio, órdenes son órdenes. ¿Y quien les manda ir drogados al trabajo?
Narra Klar
Beel caminaba rápido, se me hacia difícil cogerle el ritmo. Pero, ¿en qué estará pensando?. Lleva observando el suelo desde que salió de la enfermería. Me pregunto si ese tal "Broccoli" es o fue amigo de el. Pensé que Beel andaba solo, pero cuando fuimos a salvar a ese tipo ellos ya se conocían.
— Beel.. Oye —. Le digo pero el sigue sin mirarme.
Le agarro del codo para detenerlo. El se queda quieto, mira fijamente mi mano y lentamente llega a mis ojos.
— Agg... ( ¡detente! ) —. Beel me agarro del cuello con una fuerza fuera de lo normal.
Me golpeo contra la pared. Incluso hasta me levanto del suelo.
— ¡No vuelvas a tocarme! —. Me grita después de haberme soltado y sigue su camino cabreado.
No pensé que se pondría así, sólo por su compañerito el negro. Su forma feroz de ser es antipática, pero más dudas y preguntas entran en mi mente. ¿Con quién vivió? ¿Cómo estudio? ¿Cómo entro en la banda? ¿Cómo se hizo una máquina de matar? ¿Qué es lo que esconde tras esa mirada tan fría? ¿El es humano?..
Salimos al patio. Bueno yo a unos pasos más atrás de el. Me pregunto que hará con ese frasco de drogas que robo del tipo "tatuaje de ojo".
Un guardia detiene a Beel. Y el sigue un poco distraído por lo que pasó, pero aún así escucha lo que el guardia le estaba avisando.
Después de observarlo hablar con ese guardia llamado "El Perro" ( El Perro: se le dice así a este guardia porque se lo molesta mucho con las chicas de la cárcel ), Beel se dirige a mi con la misma expresión de antes. Es como si fuera a golpearme por algo que hice.
— ¿Qué pasa? —. Mantengo mi compostura. No debo mostrar inferioridad.
— Vino el jefe que me recomendaste —. Me dice pasando de largo y yo me quedo quieto sin mirar atrás.
— Tu sigue —. Le digo y es porque no quiero ver a ese viejo desgraciado.
Me giro lentamente y el me queda viendo, como si me dijera "¿porqué no me acompañas?". Bajo la mirada.
— Es mejor que veas por ti mismo —. Respondo y me voy en otra dirección dejándolo solo.
Sigo caminando en dirección a las "rejas" ( rejas: línea que divide la mitad del Mininferio de hombre y mujeres convictos ), no miro atrás y solo camino esperando no toparme con nadie.
Llego a las rejas y por suerte están activadas. Me encantaría ver algo gracioso: convictos tropezar o rozar, viendo como son absorbidos por las grandes descargas eléctricas. Me gusta verlos sufrir en este patético lugar.
— (A este paso moriré aquí, y sobre todo sí sigo metiéndome con "el Demonio") —. Y no me importa estar preso. No quiero salir de aquí..
Veo como 'la gitana' se acerca lentamente en mi dirección con la misma sonrisa de perra en su rostro.
— ¿te perdiste? —. Me dice vacilante
— No, aún no. ¿Ya supiste lo de tu compañerita Gunny? —. Su mirar cambia de repente y frunce las señas .— ¡vaya! Parece que si. ¿Acaso crees que no escuche lo que le has dicho a tu títere?
— ¡tu no sabes nada! —. Me grita.
— Entonces.. Veamos las cosas más simples: intoxicaste a tu amiga con las mismas pastillas por una pelea. Tal vez tu amiga Gunny te iba a delatar, y por ese caso enviaste a tu pandilla ir a matarla..
— Ja, me sigo preguntando de donde obtienes tanta información —. Dice con una sonrisa maniática .— De seguro que es porque no tienes nada bueno fuera de estos muros Klar.
Odio cuando habla de mi vida. La deseo muerta desde el primer día que me deje engañar por ella. Por su culpa, no tengo ni nombre. Perdí demasiado estando aquí dentro. Perdí todo, que sólo me queda este pequeño infierno.
— Una persona tan miserable como tu.. No debería seguir con vida —. Dice amenazante. Me giro y unos tipos de porte más que yo me rodean.
— ¡estúpida! ¡¿Qué quieres hacer?! —. Los tipos eran morenos y de camiseta café. Tenían cara de retrasados y seguro que son enganches de Vicelé.
— Sabes que el muerto no se puede tener en casa —. Se mira las uñas y su mirar corre a mis ojos .— Chicos, encarguense de la peste. Les daré lo prometido. Y yo si cumplo~
Se va guiñando un ojo y los tipos empiezan a reírse. Me pongo en postura de defensa, al misma que utilice cuando pelie con Beel en el baño. La utilizo porque con Beel fue un poco efectiva: el antes de querer golpearme me observaba la compostura, de seguro el impresionan mis movimientos.
Un tipo me intenta agarrar los brazos y los acunclillo de un golpe de pie. El otro se acerca y lo agarro del brazo utilizando toda mi fuerza, lo lanzo a las rejas y el se electrocuta. Uno me agarra del pelo y el otro de una pierna. Me muevo rápido y pateo al tipo que me agarro el pie. Recibo un golpe en la espalda y el tipo que agarró mi pelo me lanza al suelo.
— ¡Toma esta! —. Me patea en el estómago el tipo que hice electrocutar.
Esto iba mal en peor. Son cinco contra uno, no me es justo.
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"Beel el demonio "
Action"La vida de un chaval sin familia, las duras verdades de ser miembro de una pandilla, he aquí se encuentra lo que es llamado a la vida un infierno ".- Eso pensé mientras me comparaba con los demás, y ese fue mi gran error .... Por qué yo era más que...