Capitulo 24º

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Estaba con resentimiento en mi intestino grueso, bueno, para decir verdad, ni se que mierda estaba sintiendo. Klar estaba contento, no me lo decía, pero sabía que ya no estaba tan resentido, ni me había pedido su chaqueta, ¿un milagro?.

— Beel —. Me pregunta el a mi derecha.

— ¿Que pasa? —. Le pregunto, pero apuesto que es por la chaqueta.

— ¿Me podrás decir cuando chorizos me podrías dar mi chaqueta? —. Habla cabreado.

Me dio risa lo de "chorizos", pero en fin, por un lado debía de darle la chaqueta.

Por un lado siento que estoy forzando a las personas... ¿Ella me forzaba a mi?.. " Been, no puedes forzar a las personas cercanas, por ellas tienen decisiones, pero si puedes forzar a los que no tienen importancia, como a tus enemigos" . Ella y sus palabras, sonarían contradictorias para los imbéciles, pero yo sé a qué se refería en aquel entonces, siento como si es golpe bajo.

— Ni de coña... —. Dije, y antes de que empezara a discutir conmigo le tire su chaqueta en la cara.

— Yo pensé que.. —. Me mira extrañando mientras sujeta la chaqueta entre sus manos.

— No te forzaré —. Le respondo.

El se coloca detrás y empieza a amarrarme la chaqueta.

— Creo que a ti te queda mejor —. Dice e intenta ignorar lo que a hecho, manteniendo su lado genial.

— Te daría un abrazo, pero no me gustan esas mierdas por qué soy un monstruo —. Le respondo y el se hecha a reír.

Vamos en dirección al comedor, me quede de ultimo, ya que fui a buscar a 'Clara de huevo', si lo dejaba un rato más con los de su sector podrá estar arriesgando su vida de nuevo.
Ahora que lo pienso no he visto a Franck de buen humor, creo que le he hecho algo, o a lo mejor no se siente bien de salud, cuando lo vea lo examinaré. No puedo andar con amigos enfermos..

"¿Te sientes bien?" Me preguntaba ella aunque no me pasara nada, pero eso era imposible, todos los días me pasaban cosas, "Ten" me entrega una galleta de chocolate y llena de pepitas de chocolate. La primera vez que lo hizo yo le pegue, no cualquier golpe, ella y yo nos detestábamos un poco, ella era tan diferente de un mundo tan igual.

— Te apuesto unos zapatos deportivos a que todos te esperan con una mesa libre —. Dice Klar colocando sus manos en la nuca.

— No hace falta que me lo digas —. Contesto, empezando a sentir una presión en el estómago.

Escucho unos susurros y siseos, se notaba que estaban esperando mi llegada, "me siento como cualquier niño en frente de una tienda de dulces" pienso. Franck me tiene que hablar de los nuevos reportes, ¿por qué no me acompañó?..

Entramos por fin al comedor, donde todos empiezan a gritar y a golpear las mesas, eran unos auténticos locos.

Los guardias que salían por otra puerta ya que se asustaron del escándalo que todos hacían, sobre todo a los cocineros de este comedor.

"¡Demonio! ¡Demonio!" Gritaban todos de manera energética y agradable, "Me siento famoso" pienso al ver que todos ponen una mirada extraña en mi.

 "Beel el demonio "Donde viven las historias. Descúbrelo ahora