"La vida de un chaval sin familia, las duras verdades de ser miembro de una pandilla, he aquí se encuentra lo que es llamado a la vida un infierno ".- Eso pensé mientras me comparaba con los demás, y ese fue mi gran error .... Por qué yo era más que...
Pasan unos tipos tatuados de pies a cabeza, el uniforme de ellos es algo un poco diferente. El el sector que estoy tengo una camisa blanca, chaqueta azul ( odió esta ropa, me recuerda al uniforme del colegio), pantalones largos azul marino, zapatos blancos deportivos, y si vemos dentro tenemos un bóxer ( ja ja ja ) de color verde. El uniforme que tienen esos tipos es como una camisa color marrón claro, creo que tienen la chaqueta púrpura o un tono más oscuro, sus pantalones son negros, sus zapatos blancos, y creo que estos tipos tienen tatuajes por todos lados: como sí fuera su identificación.
Sigo mirando al rededor en busca del tipo extraño que conoce mi nombre, estoy seguro que a este no lo conozco y no se por que me parece tan misterioso, estoy tan cabreado con eso de que cuando lo vea no dudare en matarlo así me envíen a la celda de castigo.
• por otro lado... – Miren a ese, eh escuchado por ahí de que se cree el fuerte de este lugar.. - ¿quien?.. – el de cabellera verdosa. Ese es nuevo. + ¿qué tal si probamos lo que tiene? - Oye ¿qué te crees? Peleaste con Cobra hace unos minutos, déjalo para otra ocasión. + Piérdete imbécil, nadie me dice que hacer. – yo te acompaño Jiko
Observando las paredes de la prisión se ve claramente los gravados de las personas que estuvieron ahí, sus nombre, las fechas, y amenazas. Siento que unos tipos se acercan a mis espaldas, era obvio, todos a mi alrededor me estaban observando.
— ( yo no quiero pelea, pero no me siento tan desanimado con antes ) .— Me giro con lentitud con la misma expresión en mi rostro, como: "no me importa lo que vallan a hacer" "no me jodas".
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N/A: Como dije, las imagines no especifican como es, sólo dan idea :')
+ Dicen que eres más fuerte de lo que pareces chaval.. - Jiko quiere aprobar si es cierto lo que se rumorea .— Comenta un señor con aspecto de loco.
Me molesta escuchar a estos tipos, sólo ver la atención que ponen en mi es agobiante. Ya he decidido no pelear, no gastare mi poca fuerza que me queda..
— No quiero problemas, váyanse .— Todos quedan en silencio, pero el tal Jiko empieza a reírse.
+ Así que tenemos a una ¡gallinita!~ .— Empieza a burlarse llamando la atención de los demás que se acercaban poco a poco. + Agarrenlo .. .— Me agarran con fuerza dos convictos
No estaba haciendo esfuerzo alguno, no me preocupe para nada, sólo me molestaba en la forma en la que se habían burlado de mi. Ellos no saben como me siento. El modo en que halan mis brazos no es cómodo, siento la presión a mi alrededor dando ánimos al tipo que me va a golpear. Me marea todo esto..
Repetidas veces me golpea en el estómago y los tipos que me agarraban terminan soltándome, me levanto sin estar consciente de los golpes y recibo puñetazos. Una y otra vez. Y sigo sin hacer algún movimiento, ¿pero, por que?
" Una pelea sólo se siente y se disfruta mientras tu permanezcas conscientemente feliz de ello " .. Esas palabras, de la primer chica que conocí en este mundo. Es algo que recuerdo, pero sus palabras ahora me hacen daño.
Unos tipos me arrastran , veo el suelo de un pasillo muy largo. Me terminan apoyando sobre una camilla, mi vista está borrosa pero llego a reconocer el símbolo en la chaqueta de los guardias de seguridad, son los vigilantes de puertas. Parece ser que me encontraba cerca de la zona de entrada para las habitaciones interiores de las celdas.
— ¿dónde estoy? .— Mis palabras se escuchan en la habitación, y me inquieto a reconocer que ese lugar se parece al hospital.
– No hables, tienes el labio partido. Te encuentras en la enfermería de la área 3.1 , mi nombre es Estela y soy la doctora de aquí. — Escucho decir a una señora normal y corriente, su edad parece como unos cincuenta.
Miro mis heridas y no son nada grave, recibí golpes en el estómago y sólo tengo moretones, y en mi cara... ¡Que mierda!, ¿me partió la cabeza o que?, me toco la frente cubierta de sangre.
– Ponte este hielo, ahora déjame ver tu cabeza .— La señora extiende su mano y yo la evito.– si no te dejas ver, vas a tener una infección ahí.
— ( esta anciana me esta mintiendo, puede que coja una aguja y me la clave.. es un error tenerle miedo a las agujas, no de tantas drogas, ¿ Y de qué hablo? Si esta señora no es una asesina ni nada por el estilo ). — Dejo que revise mi cabeza.
– tu herida está cerrada, ya no hay hemorragia ( suerte, parece que no le dieron tan duro ) ( su forma en reaccionar es parecida a la de mi hijo, siempre tan rebelde )
— ¿Y ahora que miras vieja? .— Digo de mala gana y no tardo en enojarla, acomodando el trapo húmedo sobre mi cabeza.
– ¡¿ A quien llamas vieja ?!. ¿Crees que soy tu abuela o que? .— Me mira enfurecida y me causa burla pero no me río .
Me levanto de la camilla enrollando mi chaqueta azul sucia. Dispuesto a salir de la "habitación blanca"* ( la empiezo a llamar así y no es por que sea blanca, si no es por que será el lugar donde enviaré a las personas que lleguen al riesgo de morir ). Me estoy comportando como un bobo, es hora de que deje de actuar como un niño a ser un "macho".
– Se te olvida ponerte curitas niñato .— Comenta la vieja
— (¡no soy un niño!) No molestes vieja .— Cierro la puerta de de un portazo.
– ...Definitivamente se parece a mi hijo.. .— Murmura.