XIII

Capítulo 7

"Incidente en el set de filmación casi termina en accidente de Yu Kwon".

Era claro que la noticia saldría como pan caliente y viajaría por todos los portales digitales y redes sociales. A Yu Kwon no le sorprendía, ni tampoco lo hacían los comentarios de burla de quienes lo odian pero detestaba que junto con la noticia hubiese una foto suya sobre el caballo donde se ve claramente su cara de pánico casi a punto de llorar. No tardaron mucho para usar esa imagen con motivos de burla en las redes y se reían y comentaban cosas como que "es un bebé llorón" o que "no faltaba mucho para que se hiciera en los pantalones". Si fueran ellos los que estuvieran en su situación no dirían tales cosas y estarían gritando y llorando también por el miedo de caer y darse un mal golpe que pudiera terminar en la muerte. Estaba acostumbrado a ese tipo de comentarios pero aún le sorprendía lo malas que pueden ser algunas personas.

Aparte de todo lo que decían los internautas, ya le estaban dando nuevos apodos como el "Ídolo más desafortunado" o "El imán de accidentes". Pero en eso sí tenían la razón, todos al igual que Yu Kwon comenzaban a creer que alguien le había echado un mal de ojo porque tantos accidentes seguidos no podían ser coincidencia. Esa fue la única respuesta que Yu Kwon encontró luego de tomarse su tiempo para pensar en los días libres que tuvo mientras se recuperaba de la picada de la abeja. Podría parecer una locura pero hay evidencias de cosas sobrenaturales por lo que alguien pudo haberle puesto una maldición encima.

-Quizás sea una maldición voodoo, esa con los muñequitos y los alfileres. Estuve leyendo y es real. O tal vez alguien mezcló unas ramas para hacer un hechizo y maldecirme-le decía Yu Kwon a Min Hyuk mientras se comía un pote de helado recostado en la comodidad de su sofá.

-No creo que sea eso. Es sólo una coincidencia.

-No lo es. Coincidencia es si pasa dos veces pero ya son demasiadas-se sentó y se puso serio - Y no sé cómo pero Ji Ho tiene algo que ver.

-¿Ji Ho? ¿Dices que Ji Ho es el brujo que te echó la maldición?

-Claro que no, él siempre está para ayudarme y eso es extraño ¿Cómo sabe lo que va a pasar?

-Creo que estás un poco paranóico. Trata de calmarte. Ya me voy-se levantó pero Yu Kwon lo siguió y lo sostuvo del brazo para frenar su paso.

-No te vayas ¿Y si me pasa alguna cosa estando solo?

-No te va a pasar nada, tranquilízate-se soltó del agarre de Yu Kwon y se marchó.

Ahora que estaba solo Yu Kwon no se sentía seguro pero si se quedaba quieto en un lugar no le pasaría nada así que volvió al sofá y a su helado pero prefirió no seguir comiendo por miedo que se atragantara o se le congelara el cerebro que podía ser peligroso. Se quedó sentado abrazando sus piernas y minutos después se dio cuenta de la estupidez que hacía. Estaba siendo demasiado paranoico al pensar que cualquier cosa podía causarle un accidente y no podía detener su vida por eso. Tenía que hallar una solución pero primero a alguien que supiera sobre esos temas. Tuvo entonces una idea y se vistió para salir, temió un poco montarse en su auto pero borró de su cabeza la idea de que algo podía pasarle en el camino, eso sí, condujo muy prudentemente hasta llegar a su destino que era aquel local donde la pitonisa le había leído las cartas. Aquella vez creyó que era una charlatana pero ahora se daba cuenta que había acertado en muchas cosas.

-¿Hola?-Yu Kwon entró y pasó por la cortina de cuentas que llevaba hacia donde se encuentra la mesa que la pitonisa usa para trabajar pero ella no estaba -¿Hay alguien aquí?

Yu Kwon se adentró más a la sala y vio las cartas sobre la mesa, tomó la primera y le sorprendió que se fuese la número trece, la de la muerte.