XIII

Capítulo 10

¿Cómo podría dormir Ji Ho bajo el mismo techo que la parca que le tiene montada la guerra? Aunque no puede hacer nada contra Yu Kwon, deseaba sacarlo a patadas o quitarle el anillo de su dedo para que lo encontraran pero Ji Hoon no dormía, no había forma de despojarlo de la prenda de oro sin que se diera cuenta. Ni siquiera el estar abstraído por la televisión, frente a la cual se quedó toda la noche, servía, apenas Ji Ho se asomaba un poco de su habitación y ya el otro sentía su presencia observándolo, incluso percibía las malas intenciones que pasaban por su cabeza pero que no podía llevar a cabo.

-Oye-Ji Ho llamó a Ji Hoon desde la puerta de su cuarto cuando se asomó una vez más-Ya apaga la televisión, es tarde.

-Tiene el volumen bajo para no molestar-respondió Ji Hoon sin apartar la vista del aparato.

-Pero la luz molesta.

-¿Cómo puede hacerlo si tienes la puerta cerrada y tu madre también?

Ji Ho resopló cansado y él mismo apagó el televisor y se quedó con el control.

-Ya es suficiente-dijo Ji Ho firmemente.

-¿Y qué haré? Me aburro.

-Duerme.

-Que yo no duermo, no soy humano, aunque cierre los ojos no podré conciliar el sueño.

-Pues no hagas nada. Y no enciendas de nuevo el televisor o no me importará y te sacaré de aquí-se dio vuelta llevando con él aún el control y volvió a su cuarto.

Volvió a acostarse y tras él percibió una luz que se encendió pero sólo había sido su teléfono y cuando lo tomó vio una llamada perdida de Yu Kwon. Preocupado lo llamó de vuelta pero cuando repicaba una vez, enseguida se caía. Del otro lado Yu Kwon trancaba rápido la llamada después de ver el nombre de Ji Ho en la pantalla, sí lo había llamado pero fue una equivocación que cometió, de hecho, no fue porque marcó mal, sí tuvo intenciones de llamarlo pero al instante se dio cuenta de lo que hacía. Primero que nada era muy tarde y no lo necesitaba ya que todo estaba bien, su único problema en ese momento era que se sentía solo ¿Pero por qué llamar a Ji Ho si podía llamar a Min Hyuk que es su amigo? Ni siquiera se le pasó por la cabeza. Se sentía muy vacío y fue en Ji Ho en el único que pensó que podría hacerlo sentir mejor. Sabía muy bien por qué era, no se haría el ciego para no aceptarlo pero lo curioso es que no sabía cómo pasó.

-Es un tonto-se dijo Yu Kwon para sí, acostado boca arriba en su cama sin poder dormir- Pero me ha salvado la vida muchas veces ¿Esa es la única razón por la cual me siento así por él?-se quedó pensando en su interrogante- Eres patético, Yu Kwon-levantó su teléfono cuando sintió la vibración en su mano y había recibido un mensaje de Ji Ho que fue seguido por otros.

"Está todo bien"

"Por qué no contesta"

"Me estoy preocupando ¿Debería ir allá?"

Yu Kwon sonrió ante la preocupación de Ji Ho, aunque es su trabajo como guardaespalda pero aún así sabe que si lo dice es porque es verdad, no sólo porque es su deber. Pero la sonrisa desapareció cuando Ji Ho le envió un mensaje diciendo que ya iba saliendo así que tuvo que responderle para que no lo hiciera.

"Todo está bien, marqué por equivocación. No vengas"-envió Yu Kwon.

"¿Entonces por qué no me respondió cuando lo llamé?"

"La llamada se caía, es todo. Vuelve a dormir y no me molestes"

Yu Kwon apagó el teléfono y se dispuso a dormir aunque se le hizo difícil pero pudo hacerlo por unas horas hasta que despertó a las seis de la mañana y no pudo volver a conciliar el sueño. Ya que estaba despierto y el sol no había salido, aprovechó el momento para poder ver el amanecer. Fue al balcón y se reposó en la baranda mientras admiraba el paisaje aún no completamente iluminado. Sentía la brisa refrescando su rostro y moviendo ligeramente su cabello y sus prendas; era una sensación tan simple pero agradable que elevaba sus pies del suelo y lo sumía en una completa relajación que bloqueaba el ruido de la ciudad que comenzaba a acumularse poco a poco al comenzar un nuevo día incluso antes de salir el sol. Yu Kwon abrió sus ojos-que cerró previamente al sentirlos aún pesados- al percibir más luminosidad a través de sus párpados y pudo contemplar el amanecer pero a su lado algo oscuro apareció de repente que lo asustó y lo hizo retroceder hasta caer sentado al suelo.