Epílogo

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Fueron muchas horas y kilómetros alrededor de Europa, visitando los campos de Inglaterra, paseando por los jardines de Versalles, haciendo acto de presencia en la cuna del arte y probando la mejor cerveza en Alemania. Fueron horas y kilómetros bien aprovechados y merecidos que guardarán para siempre en sus memorias y que también convirtieron en recuerdos tangibles que se llevaron de cada lugar que visitaron. Pero ya era hora de regresar después de un mes perdidos en lugares donde no eran muy reconocidos, apartados del epicentro de la fama, incluso Ji Ho pues ya era muy popular al cargar con la responsabilidad de ser el guardaespaldas de una gran estrella.

Habían estado en el avión privado de los Kim por horas de regreso a Corea. Ji Ho leía un libro, lo suficientemente extenso para ocupar el tiempo en el viaje; Yu Kwon por su parte se había quedado dormido a la media hora de haber despegado con la música encendida y sus auriculares puestos. El día anterior se había sentido mal después de cenar y aunque mejoró en el transcurso de la madrugada, seguía con las secuelas del malestar.

Ji Ho cerró el libro luego de haber leído cuatro largos capítulos, miró por la ventana y el ocaso se acercaba. Una aeromoza llamó a la puerta del cuarto para avisar que pronto estaría la cena y Ji Ho le agradeció. Se levantó de su asiento y se acostó al lado de Yu Kwon en la cama, seguía durmiendo profundamente y no fue capaz de despertarlo para saber si cenaría ya que no había comido nada en todo el día salvo por una gelatina. Permaneció a su lado y sin darse cuenta también se durmió. Despertó luego de sentir una leve turbulencia del avión y vio a Yu Kwon sentado en la mesita, comiendo lo que la aeromoza había llevado a la habitación.

-Veo que ya te sientes mejor- dijo Ji Ho. Yu Kwon volteó al escuchar su voz y sólo asintió con la cabeza pues su boca estaba llena. Ji Ho lo acompañó y se sirvió. Antes de dar el primer bocado miró por la ventana y pudo ver las primeras luces de la ciudad- Ya estamos llegando. Extrañaba tanto Corea.

-Créeme que yo también. Fue increíble el tour que hicimos pero no es lo mismo, me sirvió para darme cuenta que no quiero dejar mi país.

-Pero podemos ir de visita de nuevo a Europa.

-Por supuesto, de eso no hay duda. Por cierto ¿Recuerdas qué hay mañana?-sonrió con complicidad. Ji Ho sonrió más ampliamente y Yu Kwon tamborileó en la mesa repetidamente con emoción- Mañana será el gran lanzamiento, tu libro estará en todos los estantes de todas las librería y todo el mundo hará fila para comprarlo.

-No exageres, no soy alguien famoso.

-¿Qué no? Mis fans son tus fans, algunas hasta te aman más a ti, dicen que eres muy guapo, carismático y todas esas cosas. Ellas vaciarán las librerías.

-No sé si sea lo mejor ser famoso debido a ti, o si debería tomar ventaja de eso- se quedó pensando.

-Puedes colgarte de mi fama si quieres, eres mi novio, no tengo problemas con eso.

-Eso no suena bien- meneó la cabeza en desaprobación- ¿Pero qué se le va a hacer? Ya creé fama gracias a ti y no puedo cambiarlo- se encogió de hombros y continuó comiendo.

Las luces de la ciudad se veían cada vez más numerosas y más cerca pero aún faltaban varios kilómetros para el descenso. Los chicos pasaron el tiempo que les quedaba en el avión conversando de nuevo de sus experiencias del viaje.

-Ji Ho ¿Alguna vez lo has hecho en el aire?- Yu Kwon de pronto cambió el tema cuando la conversación que llevaban se desvaneció.

-¿Disculpa?

Yu Kwon señaló la cama con la cabeza.

-¿Es en serio? ¿Aquí? ¿Ahora? ¿Con la tripulación al otro lado de la puerta?

XIIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora