Él está ahí, acompañándola, permaneciendo en silencio, un libro abierto olvidado, han pasado años, aún así permanece en sus manos.
No ve que su corazón es hielo.Ella no merece consuelo.
Es el veneno.
Llora por ella, deja las lágrimas surgir.
Ella nos las aprecia, vaga explorando otros mundos, dejándolo detrás, siempre con grilletes en sus manos.
No lo deja escapar, deja que los gusanos degusten sus entrañas.
Desgarrado, herido, callado.
La espera.
Ella regresa.
Un nuevo libro permanece abierto en su regazo.
Él es enviado al librero y cerrado.
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Poesía momentánea
PoetryEl silencio es enfermizo, las dudas enloquecedoras. Callé por miedo a ser visto, a perder lo que jamas podría obtener. Lloré ahogado en un mar de ilusiones, de sueños desesperanzadores. Repetías mentiras obsoletas, mientras obtenías caricias indis...