Había una vez
Una princesa celestial
A la cuál se le arrancaron las alas por cantar
Ella entonó la más dulce canción de amor
No le importó él juicio al que le sometieron
Aquella declaración valía cualquier dolor
El desgarro con caricias sanó
Besos de su amada
Otra princesa adorada
También castigada
Por acompañar la melodía con una flauta encantada
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Poesía momentánea
PuisiEl silencio es enfermizo, las dudas enloquecedoras. Callé por miedo a ser visto, a perder lo que jamas podría obtener. Lloré ahogado en un mar de ilusiones, de sueños desesperanzadores. Repetías mentiras obsoletas, mientras obtenías caricias indis...