Capítulo 7: Nadie es fuerte para toda la vida, menos yo...

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–No me toques, tú… eras la persona que me dijo que yo era la solución y el tropiezo de mis problemas –una lágrima rodó sobre mi mejilla y los ojos se me inundaron el ríos de lágrimas a punto de salir como cascada –. Tú eras la personas que me apoyo a seguir adelante, que me obligó a entrar en razón y no suicidarme, y ahora te veo a ti haciendo esto, cayendo otra vez, no me dejaste suicidarme y dejar de sentir este dolor que siento, ¿pero tú si puedes matarte?, ¡Vic eres un idiota! –empecé a llorar cada vez más.

–Car… –empezó a sollozar –. Yo… perdón, te necesitaba…

–No lo creo, Víctor. Aunque yo esté contigo no creo que puedas cambiar.

–Claro que sí, por ti puedo cambiar… –se acercó a mí, pero sentí el impulso de golpearlo y no me detuve a pensarlo, así que le di una bofetada en la cara. Salí de la casa limpiándome las mejillas y tranquilizándome un poco. Estaba enojadísima, era un estúpido.

NARRA VIC:

Me sentí como todo un imbécil… tan prepotente. Había vuelto a caer, y Caroline me había visto.

Decidí ir tras ella, pero algo me lo impidió… la vergüenza que sentía.

Arrojé la mesa con las manos hacia el frente y me tumbé en el sofá cubriéndome el rostro con las manos. Empecé a llorar en silencio por un buen rato, hasta que escuché a Mike entrar. No me dijo nada, sólo se colocó frente del sofá y examinó mi desastre.

– ¿Otra vez? –preguntó triste y molesto. Lo miré cansado y seguido baje la cabeza y asentí ligeramente para volver a sollozar –. Vic… –suspiró triste sentándose a mí lado  –. Eres mejor que toda esta mierda –gritó abriendo los brazos.

–Pensé… que…

–No digas nada.

–Es que… Caroline me vio –lo miré a la cara y pude notar cómo se tensó –. Tal vez… ya ni siquiera quiera saber de mí…

– ¿Ella sabía por lo que estabas pasando? –negué y torcí los labios –. Habla con ella, debe entenderte.

–No creo que quiera escucharme…

– ¿Dónde puedo encontrarla? –me preguntó poniéndose de pie.

–No sé, no tengo idea de donde vive, pero… su madre está enferma… –y recordé que Paola me había dicho que su madre estaba empeorando… –. ¡Debe estar en el hospital! –me puse de pie –. Me necesita… y yo soy un idiota…

–No Vic, tú ya hiciste mucho –me miró mal y me dio un empujón para caer nuevamente en el sofá -. ¿En qué hospital está?

–En… el que está por la avenida cerca de la universidad

–Bien, tú no te muevas de aquí, suficiente has hecho hoy, quiero que recojas tu desastre y sobre aquello -señalo la droga –. ¡Te deshaces de eso ya!

Salió de la casa y subí a ducharme.

NARRA CAROLINE:

Cuando llegué al hospital me senté en la sala de espera, no me dejaban pasar a ver a Sarah.

Cuando vi a su doctor de cabecera me dirigí hacia él antes de que se fuera, ya que estaba hablando con la recepcionista.

–Doctor Growley –logré atraer su atención y este me miró con una gran sonrisa, que pensé que era falsa, ya que sólo me sonrió para hacerme sentir mejor; pues yo tenía los ojos enrojecidos e hinchados, y supuse, sin mirarme en un espejo, que me veía fatal.

Hold on till may / Vic FuentesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora