Capítulo 13: Estás haciendo que vuele sobre una mentira.

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Los siguientes días todo cambió entre nosotros… empezamos a salir como debíamos en verdad. Prácticamente, todos los días, después de la escuela, íbamos a mi casa, ya que en la de Caroline no podíamos, pues ni su padre ni su hermano Jonathan sabían aún de lo nuestro, y lo mejorera que no se enterarán hasta que estuviéramos seguros de que todo iba a estar bien.

NARRA CAROLINE:

Estábamos tendidos sobre su cama, un viernes por la tarde, sin hacer nada, más que estar abrazados. Me sentía un poco cansada, pero no quería hacerlo notar, necesitaba mostrarme fuerte, mucho, y más enfrente de Vic.

— ¿Cuál es tu mayor sueño, Caroline? —me preguntó sin dejar de mirarme. Lo pensé antes de poder dar una respuesta.

—Si te lo dijera te alejarías de mí —me giré sobre la cama, apartando la mirada del techo para poder contemplar la bella mirada de Víctor.

—No lo creo —sonrió de lado muy seguro de sus palabras. Me apartó un mechón que caía sobre mi rostro y lo retiró colocándolo detrás de mí oreja, para luego tenderme un pequeño beso sobre la nariz.

—Mejor cuéntame… —le pregunté y me mordí el labio—, ¿cuál es tu mayor temor?

Vic levantó la vista y luego, transcurridos unos segundos me volvió a mirar a los ojos.

—Creo que… la soledad, y el olvido… temo ser olvidado y estar solo —torció los labios insinuando una sonrisa un tanto despreocupado.

—Pues… —acerqué mi mano izquierda a su mejilla —. No serás olvidado nunca, y no estarás solo, no mientras yo esté contigo —sonrió y colocó su mano sobre la mía para entrelazar nuestros dedos y empezar a juguetear con ellos, dejando escapar una risita llena de ternura.

—Lo sé, por eso nunca me dejes. —Juntó los labios formando una fina línea y me miró a los ojos.

Borré la sonrisa de mi rostro casi al instante, Vic no lo notó ya que había bajado la mirada centrada en nuestras unidas manos.

—Te quiero, Vic... —susurré y me miró algo divertido, lo escuché reír; algo fugaz para mis oídos, definitivamente su risa era mi canción favorita. Mi pequeño placer de la vida.

—Yo te quiero más —negué y abrió los ojos como plato, se abalanzó hacia mí sobre la cama y quedó arriba de mí.

—No, yo más —añadí y empezó a hacerme cosquillas en los costados, comencé a retorcerme a carcajadas y Vic reía conmigo.

—Yo te quiero más, ¿cierto? —no dejaba de hacerme cosquillas.

— ¡Cierto, cierto! —logré decir entre carcajadas —. Ya, Vic, tú me quieres más.

—Lo sé —me regaló un beso en los labios y dejó de hacerme reír —. Eres mía… —dijo él.

—Tuya... —repuse yo —. Pero ya tengo que irme —sonreí y brinqué fuera de la cama.

—Vale, te llevo… te dejó en la esquina como siempre, para que no nos vean —me dijo y asentí.

Me despedí de Mike, que estaba resolviendo su tarea. Entramos al auto y en el trayecto cantamos las canciones que pusieron en la radio.

No pude evitar sentirme mareada y un poco débil, pero se me pasaría en cuanto me tomará mi medicamento, así que no me importaba, nada me importaba más que estar con Vic.

— ¿Tienes planes para mañana? —me preguntó una vez que ya estábamos cerca de la esquina de mi casa.

—No, la verdad… quiero quedarme a estudiar, y descansar —Vic asintió y me besó la mejilla —. Lo siento.

Hold on till may / Vic FuentesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora