Capítulo 9: Todo estará bien...

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– ¿Cuándo di mi primer beso o con cuál fue con el que sentí algo verdaderamente especial? –pensó y se encogió de hombros.

–Contigo… –susurré en sus labios, me acerqué aún más y quedé sobre ella.

–Mentiroso… –sonrió débilmente y negué.

–No –uní nuestros labios con delicadeza. Me gustaba Caroline… me gustaba mucho, sentía que ella podía hacerme cambiar, hacer que mi vida cambiara para bien. La necesitaba conmigo… porque, aunque sonara estúpido, con tan solo poco tiempo de conocerla, sentí que en realidad la apreciaba más que a nada en mi vida.

No me despegué de ella. No quería hacerlo, pero para mi buena suerte, sentí la vibración de su celular y Caroline intentó sacarlo de su bolsillo sin dejar de besarme, pero se apartó de mí tomando un poco de aire.

–No contestes –le pedí, y acaricié su mejilla y la atraje nuevamente hacia mí para seguir con él beso, pero me negó agitada.

–Tengo que hacerlo… –se puso de pie, me sonrió de lado y se colocó cerca de la puerta.

Traté de distraerme y no mostrar importancia a lo que estaba hablando con la otra persona del otro lado de la línea, pero me fue imposible no escuchar.

– Eso no te importa –escuché sin querer su conversación –. ¿Después de dos años te preocupas por mí? ¡Vaya, Jonathan, que gran hermano! –me puse de pie y suspiré –. Como sea, no te interesa, regresaré a casa cuando tú te hayas ido, no pienso verte... adiós –su voz se agitó y su respiración también, sabía que estaba a punto de llorar por la dilatación de sus pupilas, ya que estaban tomando un ligero tono rojizo. Colgó la llamada y me acerqué a ella para brindarle un abrazo que muy bien lo recibió.

–Car… no estés mal, ¿vale? –pegué mi frente con la suya y la miré a los ojos tomándola del rostro –. Me duele verte mal…

–Vic, tengo que irme –dijo desganada.

–No, quédate… –pensó –. ¿Sí? –le regalé una de las sonrisas más sinceras que jamás pude gesticular. Caroline me miró y rió entre dientes, y en seguida asintió ligeramente con la cabeza.

–Sólo un rato más.

Narra Caroline:

–Vic, tengo que irme –dije cansada.

–No, quédate… –pensé –. ¿Sí? –insistió. Me regaló una preciosa sonrisa, con la cual no pude evitar sonreír. Sabía que estaba mal hacerme ilusiones con ese chico. Sabía que todo terminaría mal, pero… no me detuve a pensar las cosas dos veces, y lo miré, reí entre dientes y acepte quedarme un rato más en su casa.

Al cabo de un minuto bajamos a la sala y Mike, su hermano, estaba en la cocina comiendo de un plato repleto de frituras, que al verme me sonrió de lado.

– Pedí dos pizzas… –dijo nervioso.

– ¿Las comprarás tú? –preguntó Vic y Mike negó divertido.

–La última vez la pagué yo. Te toca, hermano –Vic bufó y reí por lo bajo.

–Te pongo la mitad –dije y Vic negó.

–Yo las pagó –tocaron el timbre de la puerta y Mike decidió abrir.

Comimos y vimos una película.

Yo… al cabo de un rato empecé a sentirme triste de nuevo, era inevitable no recordar a Sarah y querer llorar sin importar quién me viera, así que le pedí a Vic que me llevará a casa para poder descansar.

– ¿Te sientes bien? –me preguntó de repente. Tal vez porque en todo el trayecto no había dicho ni una sola palabra. Lo miré a él apartando la vista de la ventanilla y asentí.

–Sí, sólo necesito descansar –sonreí para descartar alguna señal de dolor.

–Está bien… –dijo algo nervioso.

Al llegar a casa, Vic se ofreció a acompañarme hasta la puerta, y me miró a los ojos.

–Debo irme… gracias por todo lo que has hecho –dije sin dejar de sonreír.

–Sí. Te veo después… y no me des las gracias –se acercó a mí para regalarme un pequeño beso en los labios, provocando que me sonrojara.

–Vic… –reí nerviosa.

–Caroline –alargó –. Me gustas, quiero que lo sepas… –bajo la mirada.

–Yo… ah… –balbuceé. Baje la mirada y me mordí el labio –. Hablemos de esto después… –sonreí y Vic asintió alejándose de la casa, dirigiéndose a su auto.

Abrí la puerta con cautela y silencio, para que mi padre no escuchara mi llegada y no me reprochara nada.
La casa estaba tranquila, no se escuchaba ruido y todo estaba en orden, cero señales de que mi padre hubiera estado bebiendo, y eso era algo bueno, ya que quería decir que estaba dormido y no estaba molesto.

–Caroline, ¿quién era ese? –Me giré exaltada, llevándome una mano al pecho ya que sentí que me brincó el corazón a causa del susto. Suspiré al ver que era mi querido hermano. Nótese el sarcasmo.

–No tengo por qué darte explicaciones de mi vida si tú nunca me diste ni una de la tuya –traté de esquivar a Jonathan para ir hacia mi habitación, pero este me tomó del brazo.

–Caroline… más te vale que no se haga ilusiones contigo, ni mucho menos tú con él… –me miró molesto.

–No te metas –murmuré con los ojos cristalizados.

–Tengo que hacerlo, ya una vez te deje, pero ahora no… no después de lo de mamá, sé que tú me necesitas, también papá, aunque no quiera aceptarlo… –sus ojos mostraban un ligero dolor, y aunque las luces estaban apagadas, lograba ver que estaba a punto de llorar.

–Yo… no quiero enamorarme, pero él es un testarudo –bajé la mirada.

–Aléjate antes de que sea tarde –asentí triste. Jonathan me atrajo hacia él para abrazarme, y no me negué. Lo abracé tan fuerte como pude –. Te extrañaba, lo siento mucho, por todo.

–No importa, te entiendo porque mi padre… no es realmente la mejor persona con la que se puede convivir… –reímos ligeramente.

–Lo lamento… –me miró a los ojos y por su mejilla rodó una lágrima.

–Todo estará bien… –dije con la voz entrecortada y un nudo en la garganta… sabía muy en el fondo que nada estaría bien, con el tiempo todo iba a empeorar... 

Hola, el capítulo es pequeño, pero bueeeeeno… espero que les guste, y comenten lo que piensan de la novela c:, ¿vale? Ya que… emm, está como en “suspenso”, si me entienden ¿no?;--;

Asdfg, haré maratón, pero para ello, este capítulo tiene que llegar a 13 votos, y 5 comentarios de diferentes personas:3 es lo único que pido:$ Bonito día/tarde/noche<13

Hold on till may / Vic FuentesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora