Maratón 2/2
Narra Vic:
Toqué la puerta esperando que abrieran. Estaba un tanto preocupado por Caroline, me urgía saber qué había pasado.
-Eh... hola -la salude una vez que había abierto la puerta.
-Hola...
- ¿Estás bien?, vi a tu hermano ayudarte a... entrar -bajó la mirada -. No me has contestado ni un mensaje y no has ido a clases, ¿todo está bien? -hubo un ligero silencio.
-Vic, necesito hablar contigo.
- ¿De? -cuestioné enarcando una ceja y ella suspiró.
-Aquí no -se giró -. ¡En seguida vuelvo! -gritó hacia el interior de la casa para después cerrar la puerta.
Una vez que nos alejamos de su casa caminamos hacia un desconocido lugar. Caroline no me miraba, sólo se limitaba a bajar la cabeza y caminaba mirando sus pies, con las manos hundidas en los bolsillos de su sudadera. Yo la miraba y la examinaba con la mirada de vez en cuando, esperando a que hablara, a que se animara a decir alguna palabra, pero no lo conseguía, y entonces pensé que estaba molesta por algo que hice... pero no sabía que era lo que tenía.
Detuvimos el paso hasta llegar a un parque, donde tomamos asiento en una de las bancas vacías y alejadas de los demás, para no ser interrumpidos por los gritos de los niños que jugaban en la zona de juegos.
-Bueno... no sé cómo decirlo, pero... -los ojos, se le tornaban rojizos.
-Tranquila... -le acaricié el rostro con la yema de los dedos -. Sólo dilo -le sonreí y me acerqué a ella -. No tienes idea de cómo te extrañe... ni de lo preciosa que eres... -supuse que me vi muy tonto diciendo todo eso, pero... no me detuve a pensar en cómo sonaría, sólo lo dije y fue... algo extraño.
-No... -suspiró -. Vic yo no... -cerró los ojos con fuerza y le robé un beso en esos, sus perfectos y delineados labios.
Se alejó de mí poniéndose de pie con algo de brusquedad, con lo cual me puse nervioso y me tense.
- ¿Está todo bien? -pregunté poniéndome de pie.
- ¿Te doy un consejo? -dijo fría -. No te enamores de mí... -negó con la cabeza y dio media vuelta para marcharse, pero la detuve tomándola de la mano.
-Muy tarde... -dije y se giró con la boca abierta.
-Lo siento, Vic... -las lágrimas empezaban a correr por sus mejillas -. Yo no puedo tener nada contigo, y no quiero... perdón si te di esperanzas o ilusiones falsas, lo siento.
-Caroline, no -sonreí para no hacer notar mi tristeza, ya que no lograba asimilar la situación, ¿cómo era posible que después de todo me dijera eso?, era... imposible. Sentí que el pecho me dolía, y la garganta también, me costaba tragar saliva -. ¿Por qué dices eso? -dije con la voz a punto de llorar. No, no podía llorar...
Empecé a mover las manos para relajarme, pero mi respiración agitada, me delataba.
-Porque... Vic, yo no te amo... -Una punzada en el corazón se formó con forme dijo aquellas palabras. Tragué saliva sin dejar de mirarla.
-Repítelo de nuevo -le dije y negó desviando la mirada de mí -. ¡Dilo!
-No -negó con la cabeza.
- ¿O no tienes el valor para volver a mentirme? -se quedó callada mirando hacia el piso -. Caroline... -hice que me mirará a los ojos y noté que estaba llorando cada vez más -. No llores... -acaricié su mejilla y bajé hasta su cuello, enredé mis dedos entre el cabello de su nuca y la atraje hacia mí y dejó caer su cabeza en mi pecho. Me rodeó con sus brazos por la cintura, y yo copie su acción.
-Sólo aléjate de mí -dijo entre cortada sin despegarse de mí y besé su cabeza.
-No será tan fácil lograrlo -se despegó de mí.
-Hablo en serio -su mirada se endureció. Resoplé.
-Sólo contéstame algo...
- ¿Qué co...? -uní nuestros labios con delicadeza, dejando las palabras suspendidas en el aire.
Caroline no trató de apartarse, sólo se quedó inmóvil, y yo intenté que con aquel beso cambiara de opinión, y la atraje hacia mí tomándola por la cintura. Froté con delicadeza nuestros labios, hasta que me aparté.
-Sólo dime si no sientes nada cuando te beso -susurré en sus labios, aún sin apartarme ni un milímetro de ella. No quería perderla, no quería... dejarla ir.
Un silencio nos invadió por completo. No me decía nada, así que volví a besarla; siendo un beso pequeño fue algo muy dulce, fue... triste, ella lloraba y yo, bueno yo estaba a punto de hacerlo, pero mi dignidad de macho me lo impedía. Tenía que hacerme ver fuerte, pero sentía un miedo terrible con tan sólo saber que podía dejarme.
-No... -dijo -. Quisiera no sentir nada cuando tú y tu estúpida manera de ser me enamora cada vez más, pero no puedo -se apartó de mí para golpearme en el pecho -. Eres un tonto, un testarudo...
-Debo ser un tonto testarudo por querer estar contigo, pero si me alejó de ti, si te dejo ir, seré el idiota más grande que puede existir...
Narra Caroline:
Sus palabras dolían, dolían hasta el alma, aunque mi alma estuviera muerta.
-No Vic... tú no entiendes nada -lo fulminé con la mirada -. Soy... ¡soy un alma muerta en un cuerpo vivo!, ¿entiendes? -la voz me temblaba -. No puedo estar contigo aunque quiera, así que no te enamores de mí.
-No digas eso...
-Debiste haberme dejado morir aquella noche, y esto no estaría pasando, ya no sentiría dolor, todo estaría bien... -giré sobre mis tobillos y emprendí mi apresurado paso sin mirar atrás.
Sentí la necesidad de llorar, pero no era el momento ni el lugar indicado estando a mitad de la calle, pero el nudo en la garganta y las lágrimas que se asomaban por mis ojos, decían lo contrario.
Una vez que regrese a casa me encerré en mi habitación y me coloqué los auriculares para después tenderme en la cama llevándome ambas manos al rostro, para cubrirlo y empezar a llorar. Tomé mi almohada y la contraje hacia mí para tener algo que abrazar y llorar hasta cansarme.
Cuando sentí que la cabeza me empezaba a doler, me quedé dormida.
Holi -n- (¿CONTINUARA?)._.
Bueno, primero que nada, ¡muchas gracias a todas las personas que leen la novela!<13xx
Sólo quiero decir que me hacen feliz por saber que la están recibiendo bien, creo;--; Comenten y voten, y gracias por leer. Esperaré a que tenga la cantidad de votos necesarios para saber que sí les está gustando:$
:c Comenta que te pareció, ¿sí? :c Vic, ah, yo te amo:'c
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Hold on till may / Vic Fuentes
Fanfic¿Y si la vida es un sueño y la muerte nos despierta?