Armando
—¿No se duerme rápido? —pregunta Iara, mirando sobre su hombro.
—Ni siquiera sé si duerme —digo, siendo honesto. Estamos sentados en la mesa de la cocina y Benjamín continúa en la sala de estar haciendo de las suyas.
Iara ríe un poco pero deja de hacerlo al notarme distante y preocupado. No puedo disimular.
—¿Qué te pasa? —pregunta, incorporándose y yendo a la cafetera por más café para ambos. No tengo idea de por qué estamos despiertos. Asumí que ella quiere platicar.
—Soy un mal hermano —digo, viéndole verter más café en mi taza.
—De acuerdo a la plática que escuché hace un rato, siento que solo no conoces mucho a Benja.
—Y él no me deja acercarme. No me ve como una figura de autoridad. No me respeta.
—Oh, vamos, es adolescente —dice Iara, tomando de vuelta un lugar en la mesa.
—No todos los adolescentes son así.
—Tal vez no, pero sí la mayoría. De manera que no te sientas especial si Benja valora más a esa laptop que a ti.
—No sé cómo ayudarle. Paola me intenta orientar, pero...
—¿Paola? —pregunta, arqueando una ceja.
—Es consejera en el Instituto. Ella lleva el caso de Benja.
—¿Y cuál es su diagóstico hasta ahora? —resopla Iara, quien la escuche pensaría que no le cae bien Paola—. "Es un típico caso adolescente."
—Creo que lo de Benja va más allá.
Iara se levanta de su silla una vez más, aunque esta vez para instalarse detrás de mí para masajear mis hombros.
—Te siento tenso —dice, apoyando su barbilla sobre mi hombro derecho—. Perdóname por pasar del nivel de confianza 5 al 1, pero no quiero que te sientas cohibido conmigo.
—Está bien —río, sonrojándome un poco. Las manos de Iara son gentiles con mi cuello, mis hombros y mi espalda—. Si a ti no te importa para mí está bien.
—Claro que no me importa —dice y cierro mis ojos, aspirando su perfume. Está tan cerca que este consigue invadir mis sentidos.
Cuando siento que ya es suficiente, pues tampoco quiero abusar, me giro hacia ella.
—¿Lista para ir a la cama? —pregunto y le veo abrir mucho sus ojos—. A dormir, claro —me corrijo, sintiendo que me falta aire. No te sonrojes. No quiero que piense que...
Ella suprime una risa. —Claro... a dormir. Tú tranquilo.
Eres un idiota, Armando. Acomodo las tazas sucios sobre el fregadero y le pido que me siga.
—Dormirás en la habitación que pertenecía a mi abuela —explico, aunque me devuelvo dos pasos al pasar cerca de el Moco—. Y tú a la cama —le mando—. Suficiente laptop por hoy.
Mi hermano hace rodar sus ojos y continúa lo que está haciendo, ignorándome. Capitán Pantaletas también continúa en su lugar. Ni el perro me respeta.
Al llegar a la puerta de la habitación, abro y permito que Iara entre primero.
—Es modesta —me disculpo—, pero creo que servirá.
—Hay techo y una cama. Eso es más que suficiente.
Es amable y agradecida. Me agrada. Me gusta. No puedo esperar a que llegue mañana para conocerla más.
![](https://img.wattpad.com/cover/91832980-288-k623724.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Armando entre faldas ©
HumorSecretos y Papeles #3 Siempre he sido la segunda, tercera o cuarta opción de alguien. Y cuando he tenido novia, estas me dejan por un tipo más adinerado, guapo o malo. "Eres demasiado bueno, Armando", se quejan. Pero todo cambió el día que mi herman...