Peticiones

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El constante sonido de una campana la obligo a abrir los ojos, escudriño el lugar donde se encontraba y soltó un bostezo, quería seguir durmiendo, pero ahora, con un cálido calor sobre su cintura, se le iba a hacer imposible. Con mucho cuidado se giró en la cama, encontrándose con un Jericho aun dormido.

Las imágenes de lo que había ocurrido entre ellos hace tan solo unas horas le aceleraron el corazón, ¿Dónde había quedado el pudor? Entre las sabanas o debajo de la cama lo más seguro, logro enderezarse, aún con el dolor que sentía en la espalda baja y caderas. Acaricio tiernamente las marcas de chupetones, sorprendida de que Jericho fuera tan rudo en la cama. Le había hecho de todo después de que la calmara la primera vez.

Se cubrió la cara con las manos, sonriendo bobamente cuando mentalmente comparo a Jericho con Demmon, y aunque la pantera había sido un salvaje que la había tocar el cielo, no se comparaba con el momento que el primate le había dado.

El fastidioso sonido de un principio volvió a sonar, volteo y vio sobre el mueble a lado de la cama un celular, el cual no dejaba de sonar. Ella tuvo que pasar sobre Jericho para poder asir el celular y contestar.

— ¿Bueno? – inconscientemente acaricio el cabello de Jericho.

¿Susy?

— ¿Dysis?

¡Cuéntame todo! – grito extasiada la canina, casi a punto de reventarle el tímpano. – ¡Te cogiste a macho suculento!

— Dysis, cállate.

Nada de "Dysis, cállate" te cogiste a macho suculento. – susurro esto último, haciéndola reír. – No me lo puedo creer.

— ¿Cómo te enteraste?

Pues en la reunión de hoy, Alegría nos contó que Gabriel la había hecho nuevas cositas suculentas, sólo porque no guardo silencio en una llamada, o sea, ¡Seguía penetrándola aun estando en una llamada! Yo creía a Gabriel puro, pero Dioses, esto cambia todo. – se escuchó un murmullo por lo bajo. – En fin, ella logro entender que Gabriel decía primer celo, así que solo basto sumas dos más dos y ¡POW! Saliste tú.

— Vaya...

¿Estuvo bien?

— Decir bien es poco, a decir verdad.

¿Lo hace mejor que Demmon?

— Bueno, ahí no puedo opinar, entre Demmon y yo dijimos que no hablaríamos de eso después de que ocurrió, así que mantendré mi palabra.

Aburrida. – la escucho suspirar. – ¿Sabes? Me da gusto que estés con él, Jericho es de buen corazón, aunque frio en un principio, pero una vez traspasas esa capa se vuelve el ser más cariñoso del mundo. Además, adora a los niños.

— No sé qué tratas de decir...

Lo sabes claramente, Jericho está hecho para ti. Él es demasiado honesto y no se contiene la lengua para nada, dirá las cosas tales son y él también ha pasado por el rechazo de algo que no puede controlar. – la respiración se le corto. – Un primate es delicado cuando se entregan, son muy sensibles y poseen un corazón demasiado dulce... Sólo quiero que dejes atrás las cosas que deben quedarse atrás.

— Es de mis padres de quienes estás hablando.

Ellos perdieron la vida, ¡Tu sigues viva! Entiende eso.

Colgó, ya no quería seguir escuchando. Se cubrió la cara con ambas manos, usando todo en ella para no romper en llanto. Cuando se logró calmar, volteo a ver a Jericho, quien aún dormía. Un poco dudosa se recostó a su lado, logrando abrirse campo entre los brazos de él y así poder recostar la cabeza en el pecho del primate; era realmente cómodo el calor que desprendía.

Jericho (Nuevas Especies 5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora