-En mi defensa diré que jamás has creído en mi. -Oliver era determinante.
-Y en la mía diré que no sé qué puñetas haces aquí, Oliver. -Brianda estaba más que molesta- En ningún momento pedí que se te avisara de nada... Y no creo en ti porque desde que te conozco me has estado mintiendo, y no me refiero al pasado que no recuerdo, sino al presente. -la ira dominaba en ese momento a la joven.
Media hora antes...
Un año había transcurrido desde aquel día en que se marchó de la casa de Oliver, al cual no había vuelto a ver.
Se había estado comunicando con Rosi durante todo ese tiempo por mensajería instantánea y Milagros pasaba varias tardes con Oliver y algún que otro fin de semana.
Se encargaba de que hubiera siempre un intermediario que le entregase la niña a Oliver y luego la recogiera.
Brianda estaba llegando en el taxi.
Había pasado el fin de semana con Milagros en Disney y llegaba totalmente agotada. Pero si la veía así de feliz todo merecía la pena.
Su felicidad era lo único que motivaba a Brianda después de lo acontecido con Oliver un año atrás.
Hoy era el día.
Después de varias citas canceladas y de mucho meditarlo, se había decidido a ir a la consulta del doctor Wilson para tratar de recuperar la memoria.
Como era habitual, el coche que usaba había dejado de arrancar. ¡Genial, ahora tendría que comprar otro!.
Ella detestaba cambiar tanto de coche.
Finalmente pidió un taxi, era lo más rápido para llegar a tiempo a su cita.Y ahí estaba, viendo como el taxi pasaba cada calle hasta llegar al enorme edificio de 15 plantas donde se encontraba la consulta de este médico, del que aún no se había generado una opinión pues no le gustaba juzgar sin saber.
Pagó al taxista y bajó.
Caminó hasta la enorme puerta giratoria de cristal y cruzó los dedos mientras entraba.
Una parte de ella quería recordar el pasado y entender.
La otra parte estaba aterrada, no sabía qué tan malo podría haber sido su pasado ni qué relación había tenido con los demás, si es que no eran más mentiras claro estaba.
Pero sus ganas de recordar el nacimiento de su hija era lo que le había llevado a tomar la decisión de encontrarse ahí, pulsando con su dedo índice en el botón metálico para llamar al ascensor.
No pasó mucho tiempo mientras las puertas del ascensor se abrieron frente a ella y subió sin mirar atrás, puesto que si se ponía a pensarlo no lo haría.
Una vez llegó a la consulta y dio sus datos, fue pasada rápidamente.
Brianda supuso que el propio doctor sabría que, de tardar en recibirla, ella se iría por donde vino.
El recibimiento fue del agrado de ella, le preguntó sobre su vida y Brianda se sinceró, explicando que todo esto era por y para la pequeña Milagros, pues sentía que se lo debía a la pequeña.
Luego de varios minutos charlando, el doctor propuso seguir una serie de terapias de hipnosis.Brianda aceptó a regañadientes, ya que no creía en estás cosas.
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Cuando Éramos Tú Y Yo
FanfictionBrianda era una chica normal, marcada por el pasado. Un accidente cambió su vida. No solo perdió sus recuerdos, sino algo más grande, de lo que ella no es consciente... Pero un buen día, como por arte de magia, Oliver Anderson aparece en su vida par...