capitulo IV

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CAPITULO IV

Por fin después de un largo año, lady Carol esta frente a las costas de Londres, recuerda el día exacto en que salió de su bella tierra...

Un año antes...

El carruaje ya se había salido de la casa de los Smith, el horizonte dejaba escapar por hilos la luz que amenazaba con terminar de acabar con la oscuridad de la pasada noche, sentada junto a su tía observa como cada giro de la rueda del carruaje la separaba del único hombre que había amado, sentía rabia, tristeza y un gran vergüenza, como había dejado que la besara! Su primer beso Dios!  y se lo entrega al hombre que más la desprecia, porque eso era una realidad, había escuchado como su prima y él hablaban de ella, por la comunicación entre los balcones de las habitaciones había estado parada escuchando cada palabra que de ella.

-Menos mal que ya todo paso-había dicho Lady Esmeralda- yo espero que mi querida prima sepa cómo comportarse la próxima vez que se te acerque.

-Si bueno ya gracias a Dios todo paso- Indico Noah

Se sintió más humillada que en el baile anterior y deseo no haber llegado allí, quiso de un jalón arrancarse el corazón el pecho que estúpidamente no había dejado de latir desde que lo había visto en el salón con Lady Violeta, las lágrimas de vergüenza no paraban de salir y trato de ocultarse más cuando la puerta se abrió y apareció él, quiso Quedarse en el rincón donde se encontraba pero algo en ella la empujo a enfrentarlo

-No te me aparezcas para ver que no eres el hombre que creí amar, por favor dejar de decir que no sientes nada por , yo lo , desde hoy voy a sepultar lo que siento , que el amor no es algo que se encuentra en otra persona .

No pudo detener el torrente de palabras que dijo , ni mucho menos que en la tomara por el brazo y la besara con firmeza, fue un beso con mucha fuerza pero con demasiada tristeza, solo recuerda haberlo golpeado y salir corriendo y esa carrera le costó un año lejos de su amado padre, que ahora estaba muy enfermo y necesitaba de ella.

Volvió a la realidad cuando Alan la toco por el brazo para guiarla hacia el puente que la llevaría a tierra.

Tranquila preciosa, estoy justo al lado tuyo- ella solo sonrió, Alan el hombre quizás más apuesto que había conocido y su corazón parece de piedra, un excelente amigo, mientras bajaba recordó que lo había conocido mientras la sacaba de entre la gente en el nefasto baile en Londres, sobrino de su querida tía , había conseguido un hombro donde apoyarse en los largos días en Francia.

Lady Carol, Lady Carol- miro hacia su derecha allí estaba su entrañable otro mejor amigo Nathan.

-Hola desconocida- le había dicho su amigo, era su saludo especial ', cuanto extrañaba esas simples palabras.

-Hola desconocido- se abrazaron y reían mientras, un joven en la lejanía observaba a la chica que desde hace tiempo no veía...

-Hola Lady cosita-musito y partió.

Nathan y Carol, estuvieron hablando en todo el camino, Alan se mantuvo al margen, era justo lo que su tía le había ordenado.

En Francia, unos días antes...

Es una locura que lady Carol, se vaya, aun en las noches la escucho llorar y sé que es por ese idiota- había dicho Alan a su tía.

-Alan querido, debe ser así, ella ya debe darle la cara a su destino, para sí o para no ella debe enfrentar ese sentimiento con el hombre que lo produce- Decía Lady Antonet , mientras tomaba un té.

-Bien iremos, porque no la dejare sola , no volverá a pasar, ese imbécil no volverá a humillarla sin darle su merecido-

Amor, iras si y te dejaras ver en el primer baile con ella y luego te vendrás, dejaremos que siga el rumbo de las cosas y si no estoy equivocada, en uno o dos años volveré a Londres a conocer a mi sobrino nieto- sonrió para sí y Alan no dijo más nada.

Y ahora allí estaba el sentado en ese carruaje temiendo dejar sola a Lady Carol, pero convencido que su tía siempre sabía inexplicablemente lo que era mejor para las personas.

-Así que mi querida desconocida, mañana te espero junto a mi fastidiosa hermana en el baile inaugural de la temporada, uf que Dios no agarre confesados!- Nathan había rodado los ojos imaginando la temporada con las locas madres tratando de ponerle el lazo, pero sentía alivio que Noah tendría la primera opción de las madres ya que él era el nuevo duque.

- Pobre mi amigo- Dijo Lady Carol y se despidió

En la casa lady Carol se encontró con un padre bastante enfermo y temió por su vida, si su padre se moría, ella estaría sola en Londres y no quería regresar a Francia, amaba a su tía pero sabía que ese no era su lugar. .

Padre porque no me llamaste antes, te hubiera cuidado,-sollozaba Lady Carol

Mi niña linda, tranquila que ya estás aquí, y solo me iré si te dejo en buenas manos, sé que este año encontraras alguien que te despose y te haga feliz, y yo desde el cielo con tu madre te daremos la bendición.-Se abrazaron y Lady Carol dejo a su padre dormido.

***

-No quiero ir al baile Alan por favor quedémonos- decía Lady Carol

-Señorita no quiero ir , iras y yo estaré allí, no te preocupes por nada, que si algún caballero le da por portarse mal contigo, encontrara refugio en este par de puños- decía Alan al tiempo que se disponía a subir y vestirse para el baile.

*****

Había un sinfín de carruajes en aquel baile, todos esperaban ansiosos encontrar su media naranja, o su jugoso cofre de oro, en fin todos iban esperando algo, las madres , las chicas en edad de casarse y los caballeros realizando tretas para salir ileso del casamiento.

Lady Carol llego de la mano con Alan y la Condesa de Malzard, estaba en la puerta feliz de ver a todos sus invitados y no dudo en acercarse a saludar a lady Carol

Mi querida Lady Carol, que bueno verte , me alegra que regresaras, como está tu padre- le dijo sin dejar de observar a Alan que estaba de piedra junto a Lady Carol

-Oh Condesa, gracias por invitarnos, todo está muy bien, mi padre está convaleciente pero espero que se recupere pronto con mis cuidados, le presento a mi primo Lord Alan Pierce- indico Lady Carol

Mi niña un placer conocer a este apuesto caballero, y llego a el lugar adecuado para conocer gente bella aquí en Londres, por no recuerdo haberlo visto nunca en mis fiestas – con curiosidad espero la respuesta de lady Carol

Soy Francés, mi excelentísima Condesa, solo estoy de paso, todo dependerá de cómo me sienta en estos lares, por los momentos la compañía es exquisita- beso la mano de la condesa y entraron al salón.

La condesa se quedó cotilleando con algunas mujeres que estaban allí

-Viste a lo gallardo y bello de ese caballero, espero que este soltero, me gustaría tenerlo en la familia, decía una de ellas

-Pero querida no te das cuenta que se ve que esta de cabeza por Lady Miller, no la soltó mientras hablábamos aquí y ella se ve radiante, ese viaje a Francia le asentó maravillosamente...

Detrás de las mujeres estaba Naoh, escucho cada palabra de las mujeres pero no pudo ver a lady Carol, sintió una aleada de amargura en su corazón, quien demonios era ese primo de lady cosita...

CUANDO TE AMEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora