Linder:
Las imágenes de la visión parpadearon un poco más en mi mente. Había sido una experiencia rara, más preocupado aun, observé a Sorina. Las imágenes eran perturbadoras por decir lo menos. Acabábamos de obtener un atisbo de la muerte de Barien. Sabía que era un tema delicado para Rina, que su relación con el fae fuera difícil, pero no creo que llegue a los extremos como para desearle la muerte. A través del vínculo percibo su incomodidad, y la incertidumbre, no solo por Barien, sino también por la posibilidad de enfrentarse a Arella.
La puerta se abre a nuestras espaldas, y con pasos dubitativos, Larillia camina en nuestra dirección. Su mirada violeta busca incesante a Sorina, que hace hasta lo imposible por evitarla.
— Perdón por la interrupción.
A pesar de ser una antigua y de todo el poder que se supone, poseía, la mujer se veía ansiosa y perdida. Mordiéndose el labio inferior, y suspirando con fuerzas un par de veces, se atrevió a caminar hasta nosotros, enfrentando a Sorina.
— Nolune, por favor, antes de que tomes cualquier decisión, hay algo que tienes que saber, es sobre Barien.
A mi lado, Rina se pone rígida, sus hombros tensos, los labios juntos en una fina línea.
— Eres importante para él, tanto como May.
Una seca carcajada, cargada de cinismo y enmascarando un profundo dolor, estremece el pecho de mi mujer. Sus ojos azules se fijan en los violetas de la mujer, ira y dolor amalgamados.
— Pues si que sabe disimularlo –añade con sorna.
— ¡Es cierto! –asegura Larillia–. Puedo asegurarte que cada azote, cada violación, cada tortura, no la viviste sola. Él permaneció pegado a ti, apenas como una sombra, ni tú ni nadie sería capaz de sentirlo, pero él si que estaría al tanto de cualquier cosa que te ocurriera. Eligió sufrir a tu lado, cuando llegaste a Nueva Catalina, estabas ya tan herida y eras tan desconfiada, se sentía fracasado, y no supo como acercarse a ti, su error fue su miedo, no su desamor, y esa vez, hace casi un año, cuando comenzaste a vincularte con Linder y perdiste el control sobre tu magia, estuvo a punto de destruir ambas dimensiones, tú estabas a punto de morir, y los únicos que podíamos evitarlo éramos nosotros, así que abrió un portal a este mundo, directamente desde el sótano de su casa, el flujo de poder ponía en riesgo la estabilidad de la dimensión mágica, pero a él no le importó. Debes creerme.
La mujer estaba prácticamente suplicando, y aun en contra de todo lo que creía, podía distinguir la sinceridad en el fondo de sus palabras. Sospechaba que Sorina también podía sentirlo, pero que se negaba a aceptarlo, aunque entendía también, que tampoco era fácil para ella. En el fondo de su mirada, percibo el brillo de las lágrimas, ella parpadea un par de veces para alejarlas.
— Tenemos que regresar –dice ignorando a la mujer–. Nuestros amigos nos esperan.
— Hay algo más –interrumpen los gemelos–. Hay una considerable diferencia entre el tiempo de estos mundos, podríamos decir que un día nuestro, es el equivalente a dos semanas en el Intermundos y a un mes, en la laguna de magia. Deben tener cuidado cuando salten de vuelta, su cuerpo envejecerá en un segundo, recuperando el tiempo perdido, literalmente. Con nuestro envejecimiento retardado, no supone demasiado problema, salvo que podrían sentirse un poco desorientados, así que deben de tener cuidado sobre en qué lugar saltan.
Como sea, un mareo o lo que sea, estoy seguro de que podemos con ello, después de todo, ahora la prioridad es evitar la muerte de Barien y la de cualquiera de nuestros amigos. Irogel aparece en ese mismo momento y nos conduce a una parte alejada del patio, un círculo perfecto de flores.
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Beso de Verano
RandomLa llamaban bruja, tuve que darles la razón, con una mirada conquistó mis pensamientos, con un beso, mi vida entera. Crecí aborreciéndola, la conocí y me enamoré. Cuando más me necesitaba, traicioné su confianza. Somos hielo y fuego. Invierno y Vera...