Cuervo

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P.o.v. Hinata

-¿Hinata?- preguntó completamente confundido Ukai- ¿De qué estás hablando?

-No preguntes, solo digo que tenemos que salir de aquí...- al ver que me miraban sin comprender, en estado de shock grité.- ¡YA!

Se escuchó como una trueno en una tormenta de verano. El equipo, el cual parecía un camada de gatitos asustados, me miraba fijamente aún sin comprender.

-Oh, ¡venga! No es tan difícil de entender.
Nosotros. Peligro. Correr.- expliqué lentamente.

Oí un ruido cerca de la puerta, pareció que el equipo también lo escuchó, por lo que, asustados por mi repentino cambio de personalidad y mis palabras, retrocedieron. Yo me posicioné delante suyo, como si fuese una madre protegiendo a sus cachorros (que irónica es la vida). El picaporte comenzó a girar, se oyó un clic y el gran trozo de metal comenzó a abrirse. Alguien enmascarado entró, todos se paralizaron al verle, en cambio yo le reconocí de inmediato.

-¿Por qué no contestaste?- preguntó el "extraño".

-Estaba ocupado- contesté- ¿Por qué traes la máscara puesta?-cuestioné-Seguramente tu equipo ya lo sepa e incluso ya los habrás llevado a un lugar seguro, así que no creo que importe que ellos lo sepan...-finalicé señalando con la cabeza a mi equipo.

La respuesta que obtuve fue un simple encogimiento de hombros, hice una mueca al no obtener las palabras que quería.

-¿Están ya todos avisados?- pregunté cambiando de tema.

-No, falta Kitsune. -contestó- pero lo primero es sacarlos de aquí- comentó mientras miraba al equipo.

-Sí... -afirmé

-Esperad un momento. -giré la cabeza hacia el origen de la voz, Tsukishima- ¿Me estáis diciendo que Hinata asegura que estamos en peligro, un extraño llega, habla con él como si nada, y ahora tenemos que salir de aquí? Lo siento pero no, me quedo aquí...

-¡Oye...!- comenzó a decir el enmascarado, pero le lancé una mirada rápida, y este, al darse cuenta de lo que quería decir, se calló de inmediato. Me encaminé tranquilamente hacia el rubio, cuando estuve en frente de él coloque con gran calma mi brazo en el suyo.

-¿Qué crees que estás...?- me di la vuelta rápidamente, sin soltar el agarre coloqué mi hombro debajo de su clavícula y, con el impulso que obtuve, levanté su cuerpo encima mía. Lo lancé hacia delante, y este, irremediablemente cayó de espaldas dejándolo sin aire.

-Mira, ahora mismo estamos en un grave peligro, bueno, estáis, yo no. Si ni siquiera puedes defenderte te aconsejo que me hagas caso por una vez en tu vida si no quieres que esta acabe hoy.-expliqué mientras me frotaba las sienes.

El intruso se acercó al equipo llevándose varias miradas recelosas.

-Un consejo, -dijo mientras levantaba un dedo señalándome- no le enfadéis.

Takeda-sensei se acercó a mí, en sus ojos se podía notar duda, aún así habló.

-Yo... no entiendo lo que está pasando, pero...creo que... deberíamos confiar en ti, a pesar de que no actúes como usualmente lo haces...-confesó

-Os contaré porque estáis en peligro cuando estemos a salvo, así que, vámonos.- miré al entrenador- ¿Está el autobús del equipo aquí?-

-Sí, está en el aparcamiento que hay detrás del edificio.

-Muy bien, dame las llaves- ordené

-¿¡Cómo vas a conducir?! ¡Ni ni siquiera eres mayor de edad!-exclamó confundido Tanaka. En respuesta le sonreí de lado, como si estuviera pensando hacer una travesura.