JAQUE MATE-María S.

Cap. 7

En la barra aún estaba ella. Pero ya hacían veinte minutos desde que O'Hara se había alejado y tuvo que decir que rechazar a varios hombres que se le habían acercado a pedirles su número, que tomara algo con ellos o incluso más de eso.

O'Hara le coment{o por medio del auricular a Noemia, que Martinez, se había acercado y rondado por donde estaba ella e incluso había saludado a conocidos que se encontraban justo detrás de suyo, pero ni se había percatado de su presencia.

<<¿A si?¿ No se percató de mi presencia? Ya lo hará. Me cansaste Martínez. Hoy gano yo sí o sí.>> Pensó mientras tomaba su copa y se levantaba para irse. Pero el trago de Vodka tembló en su mano al toparse con el pecho de un hombre. 

-Disculpá. ¿Estás bien?-Le preguntó con una sonrisa en los labios.

Y eso fue lo primero que ella pudo ver.

Atrapadad entre la barra y aquel hombre,  levantó la mirada que aún sostenía sobre su sonrisa y pudo verlo a los ojos. Eran hermosos. Los comparó con los de O'Hara, y no tenían nada que ver. Estos eran claros y miraban intensamente.

Sintió una punzada en el estómago, como las que sentía cada vez que estaba cerca de O'Hara. Lo escaneó ahora por completo y descubrió algo que no le gustó ni un poco:

Aquel hombre de ojos claros, sonrisa perfecta, amable, hermoso que tan rápido le había hecho volar las mariposas,  era nada más y nada menos que el más buscado de toda la noche: Alfonso Martinez.

-¿Qué?-Alcanzó a responderle Noemia, casi a los gritos por la música tan alta.

Él rió. La mujer que estaba enfrente suyo era realmente hermosa. Sus ojos marrones tenían una forma de mirar cálida y sus labios eran carnosos como a él le gustaban. El vestido era discreto de arriba pero de abajo mostraba bastante, aunque hubiera deseado que mostrara más. 

La agarró de la mano y se acercó lentamente a pocos centrímetos de sus labios. Con habilidad, movió la cabeza y la posicionó casi encima del hombro de ella para poder hablarle al oído. Martínez tenía técnicas.

-¿Bailás conmigo?

Noemia nuevamente sintió una puntada en el estómago. No supo por qué pero casi sin pensarlo, le sujetó la mano con fuerza y lo arrastró hasta la pista. Él la siguió atontado por la feminidad de aquella diosa.

-¡¡Bieen!!- Gritó y rió Quiroga al ver que Noemia por fin lograba controlar a Martínez. Pero en instantes la sonrisa se le borró: O'Hara. Algo no andaba bien.-¿Qué pasa O'Hara?-Preguntó algo seguro de saber que la respuesta nunca sería dada. Al menos no la que esperaba.

-Nada.-Se limitó a contestar O'Hara mientras miraba fija y seriamente  a Martínez..-¿Podés dejar de tomar? Estamos trabajando.-Le quitó el vaso de alcohol de la mano.

-¡EEE!-Se quejó Quiroga.-Que la idea de poner a la minita que te vuelve loco a resolver el caso y a estar cerca de un hombre que vuelve locas a todas, puede que haya sido mía, pero quien aceptó fuiste vos.-Se le escapó junto con una carcajada y entonces se ganó la misma mirada que O'Hara le había estado dando a Martínez pero esta vez se la dió a él.

Las copas de más le estaban empezando a dar efecto. La noche recién comenzaba y Quiroga sabía muy bien el por qué de todo lo que le estaba pasando a su amigo Octavio O'Hara. 

"Noemia con otro hombre" era la frase que lo justificaba todo.

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