-¡Feliz cumpleaños, hermano!-Octavio O'Hara se acercó hasta su compañero y gran amigo, Francisco Quiroga y lo abrazó cálidamente.
Estaban de guardia pero nada impedía que la pasaran bien si allí estaba el inspector O'Hara.
-Feliz cumple, Quiroga.-Esta vez fue una joven agente de policía quien se acercó a saludarlo. Le dió una palmada bastante fuerte en la espalda, lo que hizo que él tociera y todos rieran. La brutalidad de aquella mujer le causaba gracia a todo el mundo.-¡Atención todos!-Gritó la amiga de Quiroga.-Con su permiso, señor O'Hara... Le comunico que el sábado, ya que no habrá guardia, iremos a festejar el cumpleaños de mi amigo. ¿Quedó claro?
Antes que terminara de decir la frase, los silbidos y aplausos en aquel cuarto se escucharon y retumbaron a más no poder. La ironía de las palabras de aquella hicieron reir a todo el mundo.Sabían que pese a que quien controlaba todo era el comisario O'Hara, ella era la única mujer entre tantos hombres y eso le daba prioridad ante todo, a poner orden y sobre todo a , como en este caso, hacer las cosas sin pedir permiso.
En verdad todos allí se querían como hermanos y ella era una más todos ellos.
Eran un gran grupo unido y cuando podían salían a divertirse y beber unas copas así como también eran muy profesionales.
Sonó el teléfono y fue O'Hara quien levantó la llamada.
-¿Hola? Sí... Sí...Correcto.
Cuando colgó todos callaron esperando saber quién era pero él se negó a decir palabra. No iba a arruinar el cumpleaños de su amigo, mañana contaría.
En lo que quedó de guardia y de festejo de cumpleaños,Octavio O'Hara, no volvió a pensar en otro cosa más que en la llamada. El caso que había llegado a sus oídos era verdad y ahora por medio de una llamada, el inspector Rodriguez, lo había confirmado todo. Y él debería hacer algo. El problema es que no sabía muy bien qué ni cómo.
*****
La noche de guardia y el cumpleaños de Quiroga acabó y entonces, la agente oficial, Noemia Villafañez, regresó a su casa.
Entró al ascensor, apretó el botoncito que indicaba el piso 4 y las puertas se cerraron.
Cerró los ojos al pensar que se daría una ducha caliente y relajadora, comería algo rico y dormiría como un bebé. Realmente estaba exhausta.
Las puertas del ascensor abrienron y ella salió. Llegó hasta la puerta de su departamento y cuando entró se extrañó al ver las luces prendidas. Si no estaba mal, se había ido dejándo todo apago pero de seguro...
<<Maldita sea.>> Pensó.
-¿Noemiaaaaa?-Se escuchó de repente.-¿Noemia sos vos? ¡Ayyyyyyyy, Noemiaaa! Me vas a asustar, ¿vos me querés dar un disgusto, me querés matar? Sí un día vas a acabar matándome, me moriré si...
Noemia al escuchar aquella voz, cerró los ojos.
<<Fue un error haberle dado las llaves.>>Pensó.
Noemia, cada vez más cansada de que no respetaran ni su propia casa, pues así lo pretendía que lo hicieran desde que había optado por irse a vivir sola. Cuando su madre tomó aire para seguir hablando, ella respiró hondo y le cortó.
-¡Mamiii! ¿Cuántas veces te dije que no entraras así a casa? La que se va a infartar soy yo, ¡no vos! Debería sacarte la llave. Es más, dámelas...
Se adelantó para agarrar las llaves que colgaban del llavero pero su madre se apresuró y lo hizo primero. Noemia como respuesta, suspiró y alzó la vista al cielo.
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JAQUE MATE-María S.
Chick-LitUn comisario detrás de un sospechoso. Una agente de policia, poco refinada, despreocupada por su figura y aparentemente nada sexy. Aunque las apariencias engañan y una mujer oculta tras el uniforme de policía puede llegar a serlo e inclusive puede...