Dicho esto, Apolo llegó al anochecer con la niña a una hermosa casa en un barrio de New York donde espero a que abrieran la puerta.
— ¿Quién es? —preguntó una femenina voz detrás de la puerta.
— Yolande soy yo, Apolo, vengó con Raven —respondió él.
En ese instante la puerta se abrió dejando ver a una hermosa mujer de edad adulta de piel bronceada con ojos marrones y cabello negro.
— ¿Tan pronto? pensé que se tardarían más —habló ella.
— No, ¿se encuentra Alexandra? vine a dejarle la pequeña
— Si está con Nora en su habitación, pasa.
El joven dios fue subiendo hasta llegar al dormitorio de la madre de su hija, pero se detuvo al escuchar sollozos y su nombre en la conversación.
— ¿Y piensas hacer eso entonces Alexandra? —habló otra voz de mujer preocupada.
— Si Nora, es lo mejor...Apolo no podrá estar mucho tiempo con Raven ni conmigo y ella necesitará una figura paterna y yo...tengo que tratar de seguir adelante también...
— ¿Piensas ocultarle a la niña la verdad?
— No, pero quizás si ocultarla hasta que sea mayor...quiero tenerla junto a mi todo el tiempo que sea posible.
Apolo frunció el ceño pues no le hacía nada de gracia imaginarse a la madre de su hija con otro hombre, pero debía reconocer que así era la vida de los dioses, no podían estar cerca de sus hijos por mucho tiempo y tampoco podía impedirle a Alexandra reconstruir su vida, así que solo se resignó en silencio.
— Alexandra —dijo entrando a la habitación— aquí traigo a Raven —
— Bueno yo los dejo solos para que hablen —y dicho esto la mayor de las hermanas salió.
— Gracias —respondió ella mientras tomaba a su hija en brazos.
— No hay de que —él suspiro y dijo— sabes que no puedo impedir que formes una nueva familia, también sabes que nunca dejare de cuidar a Raven así que solo voy a pedirte un favor y es que jamás le ocultes lo que es. Pase lo que pase siempre serás su madre, así como ella siempre será mi hija.
— Lo sé...no lo haré descuida, es solo que no quiero alejarme de ella tan pronto. También quiero que ella tenga una vida lo más normal y tranquila posible.
— Sabes que eso es imposible, es una semidiosa muchos monstruos van a estarla acechando, pero descuida yo jamás dejaré que le pase algo, además mi familia le regaló muchos dones que le servirán para protegerse.
— De acuerdo, eso me tranquiliza un poco. ¿Y cómo reaccionaron todos al verla?
— Estaban encantados —dijo sonriente— sin duda se robó muchos corazones ahí. De hecho, todos me pidieron llevarla todos los días medio día, ya sabes para conocerla mejor...pero antes quería saber si estabas de acuerdo con eso.
— Esta bien, pero debes traerla antes del anochecer.
— De acuerdo —dijo y tan solo la miro con añoranza— bueno debo marcharme, buenas noches tesoro —y le dio un beso en la frente a Raven— y buenas noches Alexandra —él se acercó rápidamente a ella y le dio un beso en los labios para luego desaparecer en un resplandor de luz en medio de la habitación.
Alexandra suspiro y dijo:
— No hay duda de que eres igual de encantadora que tu padre...
— ¿Se puede? —dijeron sus hermanas tocando la puerta.
— Si, adelante .
— ¿Y...qué pasó? —preguntó Yolande tomando a su sobrina en brazos.
— Apolo me pidió permiso para dejar a la niña medio día con él.
— ¿Y qué le dijiste? —habló Nora mientras le hacía caritas graciosas a la bebé.
— Que sí podía es su padre, además en cualquier momento él puede desaparecer de la vida de Raven así que es mejor que él aproveche todo el tiempo que pueda con ella...
Las hermanas a penas se quedaron calladas y asintieron pues sabían lo difícil que era ese tema para su hermana.
— ¿Podrían cuidar de Raven por unas horas? es que tengo una cita con Aarón.
— Aarón... ¿Martelli? —dijo perpleja Yolande.
— El mismo —respondió Alexandra.
— ¿Pero ese no es tu jefe? —alegó Nora.
— Si, pero ¿Y? —contestó ella.
— Hermanita yo no sé, pero ese tipo no me parece para ti, no sé qué le verás tú —habló indignada Yolande.
— Que es un hombre respetuoso y caballeroso creo que podría darle una oportunidad —respondió tímidamente.
— Si eso crees, pero... ¿él sabe que tienes una hija? —preguntó Nora.
— Pues...no aún, pero no creo que eso cambie lo que siente por mí.
Las hermanas se miraron entre ellas y Yolande palmeo su frente y dijo:
— Eso es cuando la pareja es libre pero cuando se tiene una hija las cosas cambian, los hombres usualmente no están con mujeres que ya tengan hijos de otras parejas porque no quieren responsabilidades de otro y no creo que quieras que ese hombre se la pase haciendo a un lado a Raven ¿Verdad? —le dijo ella.
— Eso no pasará, yo seré quien esté a cargo de ella —respondió Alexandra.
— No te preocupes igual aquí estaremos para apoyarlas a ambas —la reconfortó Nora.
— Gracias —y luego de eso ella se marchó.
— ¿Crees que sea buena idea todo esto Yoly? —habló Nora angustiada.
— Terrible decisión, en verdad terrible solución —negó Yolande.
— Habrá que ver qué pasa en estos años... —susurró Nora.
— Supongo. Lo importante ahora es que ella esté bien junto con la niña —le dijo a su hermana en respuesta.
Hasta aquí el segundo cap c: espero que les haya gustado, No olviden dejar su sensualon MeEstrella :v y comentarios para saber si les ha gustado la historia y continuarla .
-Con Cariño Raven.
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La Hija Del Sol ©
FanficRaven Rose es una adolescente "aparentemente normal" que vive en New York con su familia materna y padrastro, ella asiste al instituto como cualquier chica "normal" y vive pensando que su vida era la cosa más aburrida que pudiese existir, pero desde...