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—Bien chicos, repasemos —habló Kidou mientras sacaba un pizarrón.

Los cuatro amigos se encontraban en una de las habitaciones del hotel con la intención de ayudar aunque fuera un poco a Endou. Claro, este dijo que lo haría por sí solo, pero no pasaba nada si pedía uno que otro consejo, ¿verdad? Sin embargo, todo aquello se vio envuelto en una exageración por esta reunión.

—En primer lugar, para que la cita salga bien, Gouenji deberá elegir la ropa ─escribió Kidou como el paso número uno en el pizarrón, el rubio asintió.

Endou quiso objetar, pero Kidou no lo permitió.

—Fubuki se encargará de lo que tiene en mente como segundo lugar —volvió a escribir en el pizarrón—, y como en tercer lugar, siendo lo más importante... —Gouenji y Fubuki miraron a su capitán— Endou tratará de no echarlo a perder.

El pelicastaño tragó saliva. Ellos tenían toda la razón, no podía desaprovechar esta oportunidad para decir sus sentimientos, puesto que sí lo hacía, sería un completo cobarde por arruinar algo que para él y probablemente para ella era importante.

—Qué difícil va a hacer esto —dijo Endou mientras se acostaba en la cama.

—Todo saldrá bien —ánimo Fubuki, sonriendo.

—Tú tranquilízate por ahora —Gouenji se dirigió al armario.

—Amigos... muchas gracias —contestó Endou para luego ponerse de pie de un brinco—. Por cierto, ¿qué ropa me pondré? —preguntó mientras se estiraba.

Gouenji sonrió de una forma egocéntrica al igual que Kidou, Fubuki dio un suspiro por sus intenciones. Entonces sintió un escalofrío recorrer toda su espina dorsal al mismo tiempo de que se giraba lentamente hacia el armario por alguna razón, encontrándose con un sonriente Gouenji, quien sostenía una ropa desagradable para él.

—Eso no... —fueron las únicas palabras que pudo pronunciar.


•••


Nuestra peliverde platicaba con Haruna y Natsumi sobre cómo Endou la había invitado al parque. Haruna le dijo que tal vez sería una cita corta, en pocas palabras, de que Endou se le declararía.

—¿Qué esperas para vestirte, Aki? —preguntó Haruna emocionada.

—Haruna, no es para tanto —dijo Aki un poco avergonzada.

—¡¿Cómo no es para tanto si él mismo te invitó?! —Haruna la tomó por los hombros.

—Lo sé, pero estoy segura de que solo me va a pedir algo.

—¡Todavía cuenta como una cita y yo te haré lucir extremadamente hermosa para el capitán!

—Detente...

—Sí, sí lo es, porque verás que el capitán se enamorará de ti en un instan... ¡Auch! —se quejó la peliazul al recibir un golpe en la cabeza.

—Cálmate un poco, Haruna —dijo Natsumi con las manos en la cintura y ella la miró mal mientras se sobaba la cabeza—. Muy bien, Aki —esta miró a Natsumi—. Dices que no es una cita —ella asintió—, pero que te tiene que decir algo importante... —volvió a asentir. La pelicastaña pensó un poco— Siento que solo perderás el tiempo.

—¡Mentiras! —gritó Haruna— Estoy segura que el capitán se te declarará —se pegó varios golpes en el pecho.

Estaba muy segura de que el capitán no arruinaría el momento de esa manera.

—No lo creo. Endou no es capaz de decir eso, mucho menos de sentir algo por mí... —respondió Aki con tristeza.

—Sé que el capitán es muy tonto para este tipo de cosas, pero no pierdas las esperanzas. Es malo juzgar a las personas sin antes conocerlas o intentar saber si lo que dicen es verdad o no —Haruna tomó las manos de Aki y sonrió—. Hoy le dirás al capitán lo que sientes y estoy segura que él te corresponderá.

Me gustas © - Inazuma eleven (F)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora