Capítulo 10.

35 3 1
                                    


                         Las noches te dan fuerzas para cambiar el rumbo de tu vida. Tan sólo necesitas saber que quieres y que el amanecer no llegue pronto.
                El mundo amarillo.

Pov's Zoe.

Me refugie en ellos como algo natural, y se convirtieron en algo malo,  mi reputación caía más baja, cuando iba por los pasillos sola sin Mark todos aprovechaban para reírse o hacerme cualquier grosería mal aprovechada. Cuando intente arreglarlo todo se volvió peor y tuve que dejarlo tal y como estaba sin importar nada, ya todo me la sudaba y  porque ya no podía hacer nada para borrar todo aquello. Cuando entré por la puerta de mi salón correspondiente y me senté enfrente de Alex y pude sentir su mirada recorrer todo mi rostro. Eranos personas muy distintas. Él era más amable y sonreía más que yo, pero sólo se relacionaba con su mejor amigo aunque también era sociable con los demás. Había que admitir que era atractivo y guapo, pero su carácter era inconfundible en algunos casos, podía estar sonriente  y de buen humos o de repente cambiar a estar serio y algo molesto, era desconcertante cuando se ponía en ese plan. Lo poco que había hablado con él me daba a entender que no era como los demás y a pesar de estar manchado por un pasado desconocido lo llevaba bastante bien, supongo.

***

Esperaba a Mark en la salida de la escuela, él era mi nuevo novio, era popular, mujeriego y tal vez me quede con él porque era guapo y atractivo, y por su manera de besar por lo demás era un gilipollas, y así era mi vida desde que había entrado aqui, estar con idiotas.

Unos pasos fuertes presentaban por mi espalda y gire para ver de quien se trataba, Mark se acercaba a mí con una sonrisa indescifrable.

- ¿Como vas nena? - Como odiaba que me dijiesen nena, y a pesar de haberselo dicho como unas doscientas veces no me escuchaba.

- Bien.- fui tajante.- ¿ Donde vamos? - Pregunte algo distraida.

- Vamos a ir a un bar del centro.- decía mientras nos dirigirnos a su auto.

Una vez dentro apagó la radio y tuve que alargar la mano para volver a entenderla, mientras que me dirigía una mirada adorable pero a la vez furioso. No le gustaba que hiciesen eso, pero yo lo hacia sin importar nada. Tararee algunas d las condiciones que transmitían mientras miraba por la ventana como pasábamos por la autopista a toda velocidad. Muchas veces los dos dirigimos miradas y después las apartabamos rapidamente. El silencio reinaba entre los dos y si no fuese por las canciones todo esto sería incómodo para mí.

Nos encontrábamos en el bar, sentados en una larga mesa bebiendo cervezas, Mark me tenia agarrada de la cintura como si fuesen a robarme y me hacia daño. Él hacia poder sobre mí muchas veces, se creía que era de su propiedad y aunque eso lo discutimos muchas veces él no me hacia caso y sobre todo nunca me prestaba atención y por alguna razon me molestaba.

- Esta noche daré una fiesta ¿vendrás no? - Dijo recorriendo todo mi cuerpo con su mirada.

- Supongo.- me encogi de hombros.

-Estupendo.- volvió a su conversación.

Nuestras miradas se cruzaron, y senti una terrible corriente eléctrica que erizo mi piel tras su paso. Alex también estaba aquí y me observaba de vez en cuando igual que yo a él. Su rostro era algo confundible. Jugaba al billar con los demás chicos. Su semblante era estar serio.

Poco después le pedí a Mark que nos marchamos ya que yo tenía que trabajar y estudiar un poco antes de asistir a su fiesta. Tuve que zarandearle y sacarle de su conversación pero cada vez que se lo decía pasaba de mí y me decía pedía esperase cinco minutos más lo que me ponía nerviosa.

- Haz lo que quieras yo me voy andando si esque tengo que hacerlo.- le susurre en el oído y al parecer no me escucho. Pero cuando estaba dispuesta a marcharme me cogió del brazo y me agachó.

- Lleva cuidado.- el descarado se atrevió a hacerme esto. Lo mire con odio para luego recibir un apasionado beso de su parte al cual no respondí con entusiasmo.

Salí de allí dirigiéndome hacia el oeste. Pero estaba pérdida no sabía como volver, y si comenzaba a andar ya no llegaría a tiempo. Entonces sentí como alguien me llamaba desde un auto. Fije mi mirada y pude verlo mejor.

- Zoe ¿vas para tu casa no? - Pregunto con entusiasmo.

- Si.- le dije mientras me acercaba a su ventanilla.

- Si quieres te llevo, me pilla de paso, sube anda.- hizo un gesto al que agradecí con la mirada.

Me adentro en el auto y lo puso en marcha, poco después nos encontrábamos en la ciudad. Mientras sonaba la radio alguna que otra canción me dedicaba a juguetear con mis manos o simplemente a mirar por la ventana.

- ¿ Y cómo estas? - Preguntó con la mirada fija en la carretera.

- Supongo que bien.- me removí en mi asiento para mirarlo.- ¿Y tú?

- Bien.- dijo cortante.

Su mirada era algo oscura lo que haría estremecer a cualquiera que lo mirase. Estaba fuerte ya que se le notaba. Por alguna extraña razón paso por mi cabeza el como podría ser si estuviese con él, pero hice borrar esa idea de mi cabeza lo antes posible. Tras unos minutos, se estaciono el coche delante de las grandes puertas y por acto reflejo me baje algo apurada. Me dirigí a su lado  y le pregunté.

- ¿Esta noche iras a la fiesta de Mark? - Trague saliva esperando una respuesta.

- Tal vez me pase.- me sonrió.

-Gracias..digo por traerme.- lo mire.

- No hay de que.- arrancó el auto de nuevo.- adiós.

-Adiós.

Después de eso se marchó a una gran velocidad mientras yo pasada a casa a comer algo y cambiarme para aguantar cinco horas de tortura. Entré en la cocina y Anita y Nick estaban comiendo algo delicioso que se hallaba en su plato. Anita término de comer y luego me sirvió a mí, tras la mirada preocupada de Nick me senté enfrente de él. Me observó detenidamente para luego seguir comiendo.

- Venga Zoe no me mires así, se perfectamente que te ocurre algo, pero me callo las preguntas porque se tu respuesta, tu mamá quiere hablar contigo sobre eso.- espetó algo triste.

- No qquiero hablar de nada, ¿es qje no lo entendéis?- lo mire algo desconcertada.- Que par de cazurros.- susurre.

Paso de mi y se metió la cucharada que le quedaba en la boca para después salir de la cocina sin decir ni una sola palabra más. Yo termine frecuente mi plato para después subir a mi habitación y cambiarme de ropa y luego salí de casa mal humorada, en esta casa nadie me entendía y ya me comenzaba a artar.

 

Holitaa, tres cap de golpe estoy de lujo.  Pd: la historia esta reservada por los derechos del autor así que no podeis copiar ni nada de esta historia.

Besis. Mel....

¡Idiota Tequiero!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora