Capitulo 16

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No sé cuanto tiempo llevo metida en la lectura, pero tal vez la suficiente para saber que el sol se esta poniendo y es hora de ir a comer algo, aunque en realidad no tengo mucha hambre, pero si no bajo mama se pensará que me ha dado algo.  Llevo dos días metida en esta habitación rodeada de cuatro paredes color moradas fuertes. He hecho de todo tipo de cosas para matar el aburrimiento.

Nick vino en varias ocasiones a decirme que Alex estaba impaciente por verme, pero siempre acababa por decirle lo mismo, " Dirle que salí a algún sitio, que no estoy."

Después de lo del otro día no me apetecía nada volver a aquel lugar y enfrentarme a todos ellos, sobretodo cuando ya había tenido bastante y no quería oir sus estúpidos comentarios, o sus risotadas cuando pasaba por el lado de algunas personas   o que me mirasen feo. Prefería pasar mis días en casa, refungiandome de el mundo violento que había fuera de este sitio que me refugiaba. Ya había pasado por eso, y definitivamente no quería pasarlo otra vez. Aunque la verdad era que me la sudaba un poco, ya que seguiría igual.
La verdad es que me tendría que enfrentar a ello tarde o temprano pero prefería tomarme " mis vacaciones" y dejar que todo aquello pasasé poco a poco.

Bajé las escaleras como siempre, lentamente. Esperaba un " ¿Cómo estas hija?" pero mama no se encontraba en ningun sitio.  Y era mejor estar así, dejar el tema tranquilo por una vez, aunque no lo había mencionado, y ni por asombro lo mencionaría, sería la típica madre ocupada y sobreprotectora que arrasaba por todo la escuela. Una vez ya recurrí a ella y lo primero que hizó fué recorrer toda mi escuela para buscar al director y gritarle como una loca. Fué una autentica locura y no me quiero acordar de la cara que se me pusó al verla así. Era la mejor madre que una chica podría tener sin duda.

Abrí el frigorifico con pesadez y saqué algun embutido y lechuga para completar mi shanwich. Luego me sente en la fría silla que había pegada a la encimera aislada. Silencio. Es todo lo que recorría aquella casa tan grande.

Nadie se encontraba en ella, mama habría salido con Williams y Nick, bueno él estaría por ahí con alguna de sus amiguitas. Creo que todavía no había asentado la cabeza, cosa que tendría que hacer pronto, ya que se volvía más adulto y no era ni medio normal la inmadurez que se habitaba en su cuerpo.

Después de terminar de cenar subí a mi habitación de nuevo. Me senté sobre la cama dejando que el esponjoso colchón se hundiera con mi tacto, tras batallas con mi mente de si coger o no mi portatil, decidí cogerlo para abrír cualquier red social y encontrarme ...bueno con mi problema. Pero en vez de ello Hannah me llamó ppr skype, cosa que agradecí.

Unos segumdos despues de aceptar su videollamada, en la pantalla apereció su calido rostro que no veía desde hace dos días. Se encontraba sentada en su cama al igual que yo, pero a diferencía que ella estaba con un rico helado de chocolate a su lado.

-¿Cómo estas?- preguntó mientras se llevaba una cucharada a su boca.

- Bueno, ¿cómo crees que estoy?- hice una pausa para respirar hondo.- Todo esto es una mierda, más cuando pasa dos veces y solo te queda como única opción huir de ello y refugiarte aquí.

- Te entiendo.- la verdad es que no lo hacía, nadie sabía lo que era estar así.- Pero...pronto pasará, solo espera unos días.- me dio un mal consejo.

- No se como esperaré a más días, juro que moriré.- hice una mueca de disgusto.- Ademas, mi madre no me dejará pasar más tiempo en esta mierda.- suspiré.- Así que mañana no me queda de otra de enfrentarme a ello.

- No te preocupes, estaré ahí. Sabes que tus caídas son las mías.- me dió una agradable sonrisa.

Todavía recuerdo, cuando nos encontramos. Las dos teníamos cita para ver a la orientadora para hablar de como enfrentarnos a lo que llaman "Instituto", lo que solo nos aconsejó fué sonreír por los pasillos y aun que sonaba algo putrefacto parecía funcionar a la maravilla.

Al principio eramos las típicas chicas que solo se encontraban para comer o para hacernos compañía una con la otra, luego vino el segundo paso, y así hasta convertinos en lo que eramos cada una. Ella hacía de mí mejor persona y yo de ella la ayudaba cuando no podía levantarse. Enserio, no sabría que haría sin Hannah, no quería que faltase nunca en mi vida.

-Bueno tengo que ir a estudiar, mañana entonces nos vemos.- guiñó un ojo.

- Deseame suerte.- me reí.

- Espero que tu mierda sea la mía, hasta mañana Zoe.- se despidio.

- Hasta mañana.-  me despedí yo tambien.

Sería una larga noche. Dejé que mi espalda callese sola, pero para mi mala suerte me dí con el cabecero.

Toqué mi lado derecho de la megilla, aun no sabía como podía ocultarlo tras el maquillaje pero dolia mucho. Nadie se dio cuenta y eso era lo mejor. Miré hacia la pared que rodeaba la lampara pintada únicamente de blanco sin nada a su alrededor. Me pregunté a mí misma si seria así toda mi vida. Tal vez no. Pero quien sabe, algun día puede cambiar las cosas.

A lo mejor podría buscar trabajo por las tardes como antes hacía, ya que los examenes estaban a la mitad de terminar, y yo por suerte ganaría algun dinerillo. Me lo tengo que apuntar en la mente.

La noche transcurrió lenta, dando vueltas sin cesar sobre la cama, oyendo cada ruido, gesto o algo tan insignificativo que no escuchases. Empezaba a agobiarme por lo que tiré las sabanas hasta el final de la cama y me dispuse a abrir el ventanal, así podía entrar fresco.

Me acosté de nuevo pero no hubo manera, por más que diese vueltas no podía coger el sueño, asi que decidí bajar a por algo de bebervo tañ vez de comer no sé, el caso era dar la vuelta. Abró la puerta de la cocina y sin encender la luz ni nada cojo un bol y leche del frigo junto con la leche. Los mezclo y listo. Me siento en el mismo sitio. Una mano toca mi hombro y en ese mismo instante recorre por mi una electricidad indicando el pánico que  habita en mi cuerpo.

- Supongo que no puedes dormír tu tampoco.- dice una voz masculina a mi lado.

- No, hace demasiada calor.- respiro mejor cuando me doy cuenta de que a sido Nick.- ¿ Qué tal todo?

- De eso quería hablar, creo bueno....que me he enamorado.- y siento como mi cuerpo empieza a temblar.

- ¿Cómo que te has enamorado?- pregunto aun perpleja por lo que me ha dicho.

- Si. Es eso que te entra cuando una chica esta con tu mejor amigo y no puedes hacer nada para enamorarla otra vez, y te dan ganas de reventarle todo el cuerpp a ese tío.- dice sin mirarme.

- Se llama celos.- respondo sin más.

¡Idiota Tequiero!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora