Daehwi estaba saliendo de su escuela, junto a él su mejor amigo; Jinyoung.
Ambos sonriendo como era típico, e iban hacia el estacionamiento.
En realidad ninguno tenía auto. Jinyoung vivía cerca así que se iba a pie, y a Daehwi le gustaba ir en bicicleta, así que iban hacia el lugar donde Daehwi la dejaba asegurada, junto a las motocicletas.
Al llegar ahí Daehwi no pudo evitar mirar con asombro aquella moto, que aunque el no sabía mucho del tema, le parecía tan linda y grande, que debía mirarla aunque sea un segundo.
- ¿Vas a mirarla todos los días hasta que nos graduemos? - Preguntó divertido Jinyoung.
- Es que es preciosa, la deseo - susurro en broma Daehwi, acercándose a ella para pasar su mano por el asiento con fingida expresión de coqueteo - Hola nena - Jinyoung a su lado se reía sin emitir sonido alguno, susurrandole que estaba loco - Tú. Yo. Hotel ¿Qué dices? - sumido en su personaje, Daehwi se apoyó en ella y cruzó su pierna, quitando sin querer el seguro de la moto, que se desplomó en el suelo.
El sonido estrepitoso de la moto cayendo y vidrios quebrarse hizo a ambos dar un salto y mirarse totalmente asustados.
Creyeron que el golpe había producido el gran silencio, pero un vistazo alrededor provocó que la sangre de Daehwi se pusiera fría.
Nadie más que el dueño de la moto, estaba ahí, mirándole enfurecido. Nadie más que Dongho. Con su imponente y musculoso cuerpo listo para asesinar.
Todo los presentes del estacionamiento estaban en total silencio, expectantes.
Dongho se apresuró hacia su moto, gruño casi como un animal, y luego de echarle una mirada furiosa al pálido cuerpo del rubio, tomó con ambas manos la moto y la levantó como si fuera de plumas. Volvió a gruñir mientras la movía hacia atrás como si se fuera a ir.
Daehwi deseo internamente que así fuera.
Dongho subió a la moto y miro a Daehwi.
- Subete - le ordenó.
Un pasmado Daehwi no movió ni un músculo.
- He dicho que te subas - ordenó con voz más fuerte.
- ¿Qué? - Habló Jinyoung - ¿Estás loco? El no va contigo a ninguna parte.
La valentía de Jinyoung sorprendió a muchos, pero Dongho harto de la situación, se encaminó a Daehwi y le tomó al estilo princesa, para luego caminar hasta la moto y sentarse con el chico, en la misma posición.
Nadie estaba más sorprendido que Daehwi.
- ¿Qué carajos...
El estrepitoso sonido de la moto al ser arrancada interrumpió lo que sea que iba a decir Jinyoung, y la moto se fue de ahí a toda velocidad.
Por el susto, el rubio rodeó con fuerza el torso de su secuestrador, preguntándose adónde iban.
"Oh Dios, me lleva fuera de la ciudad para matarme y enterrar mi cadáver"
Daehwi sopeso sus opciones y al final decidió la más razonable... gritar.
Gritar por el miedo a morir, y por la adrenalina de ir a toda velocidad en una moto.
Pero cuando se aburrió, abrió un ojo, los cuales tenía fuertemente cerrados, para mirar a Dongho y casi puede jurar haber visto el atisbo de una sonrisa.
Dongho condujo hasta estacionarse frente a un taller mecánico, donde apagó la moto y bajo al rubio quien no tenía intenciones de moverse.
Cuando lo dejó en el suelo, no pudo evitar rodar los ojos cuando el rubio cerró con fuerza los ojos.
- Abre los ojos estúpido, no te voy a golpear.
Daehwi abrió un sólo ojo con desconfianza para luego abrir ambos.
- ¿Donde estamos?
- sigueme.
Daehwi le siguió en silencio hacia el interior de lo que el no sabía aún que era un taller, pero averiguó una vez que estuvieron dentro, encontrándose con un señor alto y musculoso arreglando lo que sea que tuviera malo, un auto.
- Papá - llamó al hombre Dongho, Daehwi se sorprendió en silencio.
El hombre se dio la vuelta, sonriendole al rubio, pero sonrisa que se borró al ver la moto.
- ¿La has chocado, pedazo de animal? - regaño a su hijo.
- ¡No, yo no! Este idiota de aquí la tiró - Dongho movió la cabeza en dirección al rubio, quien se encogió en su lugar.
- Y-yo lo siento mucho - murmuró apenado el nombrado.
- Dongho, no trates así a la gente - volvió a regañarle el hombre mayor a su hijo.
- esta bien, pero el torpe tendrá que pagar la reparación.
- ¡Claro que sí! Yo pagaré lo que salga - se apresuró a hablar Daehwi, siendo suertudo de ser de una familia pudiente y que no les faltaba el dinero.
- Es lo justo - asintió el hombre mayor - ¿Tienes como irte, pequeño? - le hablo a Daehwi, quien no respondió - ¿siquiera sabes donde estas? - tampoco respondió pero esta vez miró al suelo nervioso - con lo impulsivo que es mi hijo lo supuse - el hombre saco unas llaves de su bolsillo y las lanzó hacia Dongho - Llevalo a su casa. Ahora mismo.
Sin tener otra opción, Dongho iba a a salir cuando una pequeña y chillona niña se adentró en el lugar cantando.
- Papi~ mamá dice que la cena... ¿Quién eres tú? - propio de su edad, la pequeña se distrajo a interrogar a Daehwi, quien le sonrió enternecido.
- el no es nadie - gruño Dongho.
- amargotas - le molestó la niña, para luego centrar su frágil atención en el rubio - te llamaré panquecito~
- vale, tenemos que irnos, vamos.
Daehwi siguió en silencio a Dongho, despidiéndose de la pequeña con su mano.
Se subieron en silencio a un auto, y sentado ahí, Daehwi se dio cuenta de la gravedad del asunto... había conocido a la familia del tipo más temido de su escuela, el que te asustaba con sólo mirarlo, contra el que nadie quería jugar en las clases de educación física, quien se decía que peleaba en lugares clandestinos... y tenía una hermanita condenadamente tierna y un padre muy amable.
Aunque entre sus pensamientos, observó algunos de los letreros que pasaban por la ventana y pudo ubicar el taller de la familia de Dongho.
Sin olvidar que unas calles más allá le indicó donde vivía. Que era el mismo lugar a donde se dirigía Dongho, la parte adinerada. Dongho no era tonto.
En cuanto llegaron a la casa del rubio, este no supo que decir pero optó por lo más honesto.
- yo... lo siento mucho, pagaré todo y... gracias por no matarme - le sonrió al pelinegro mientras abría la puerta y se bajaba, pero antes de cerrar volvió a hablar - otra vez, lo siento. Adiós.
Antes de partir, con sorpresa observó la burlona sonrisa en los labios de Dongho, quien musito con sorna.
- Adiós, panquecito.
Con ese recuerdo se quedó dormido, la sonrisa de Dongho.
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《Just a cliché》
FanfictionAntes que nada quiero aclarar que si eres fan de Baekho (como yo) todas sabemos que él no es así, pero desde que shippeo el DongHwi no dejé de pensar en que eran el cliché perfecto, así que... ¿Por qué no escribir un cliché sobre ellos? ~💕~ Dongho:...