Una semana sin ver a Dongho fue suficiente para matar todas esas locas ideas de vacaciones juntos.
Los últimos días de escuela se encargaron de arrancarle toda esperanza, porque con tanto tiempo libre en su casa tuvo bastante tiempo para pensar, para dudar y para arrepentirse.
Dongho volvería el Domingo de esa semana para su graduación, Daehwi no lo veía desde ese Sábado por la mañana dónde Dongho se fue a su casa dejando un rastro de esperanza que de a poco se fue borrando.
El día Lunes Daehwi fue informado de que Dongho ya se había ido pero que volvería el Domingo. Tenía mucho que hacer al parecer.
Jinyoung fue el encargado de distraerlo lo que más pudo, pero no podían pasar las 24 horas del día juntos, y solo le bastaba un minuto de silencio a Daehwi para que las dudas lo invadieran.
Ya para el Sábado tenía tan pocos ánimos que se quedó dentro de su habitación, desparramado en la cama mientras veía películas animadas.
Moana era la encargada de distraerlo justo ahora, Moana y su interminable energía.
Daehwi gruñó hacia la morena dentro de la televisión. Su felicidad comenzaba a molestarle.
Pero ella no tenía la culpa. La culpa era de Dongho, por plantar falsas esperanzas en su mente y luego desaparecer durante toda una semana. Por supuesto que le mandaba mensajes, casi todo el día, pero eso no era suficiente, no era su rostro ni sus manos y Daehwi extrañaba tanto sus besos.
Quiso convencerse de que era la simple costumbre, había creado una rutina en torno a Dongho. Pero no era eso lo que extrañaba, no extrañaba que lo pasara a buscar todos los días a la misma hora, sino que fuera él.
Daehwi sacudió su cabeza dándose cuenta de que solo bastó un segundo para que su mente volara desde Moana hasta Dongho.
Quién por cierto, aún no lo llamaba.
Dongho solía llamarlo al menos tres veces al día. Daehwi no contestaba ninguna, pero le gustaba ver la foto de ambos aparecer en su celular junto al tono que Dongho mismo se puso.
Quería escuchar su voz, pero no quería volver a llenarse de esperanzas. Estaba en un profundo hueco de negatividad que estaba hecho a la medida de su pequeño cuerpo.
Entre tanto pensamiento negativo no dejaba de mirar cada tanto al celular. Qué descansaba pacíficamente a su lado sin mostrar ninguna llamada entrante.
¿Por qué no lo llamaba?
Daehwi dudó acercándolo un poco. Sólo un poco con la mano. Pero no lo tomó. Lo miro fijamente mientras repetía el nombre de Dongho en su mente. Llamándolo telepáticamente.
Daehwi casi sufre de un infarto cuando el celular comenzó a vibrar.
Con una mano en el corazón y la respiración agitada, no demoró ni un segundo en tomar el celular y observar la fotografía.
Y por primera vez en seis días. Decidió contestar. Realmente lo necesitaba.
—¿Panquecito? — aquel cariñoso mote provocó más en Daehwi que un terremoto. Una sonrisa en sus sellados labios pero ninguna respuesta salió de ellos.— ¿Amor, estás ahí?
"Amor"
¿Cómo resistirse?
—Sí, bebé.
No quiso sonar tan vulnerable pero lo hizo. Al otro lado de la línea casi pudo sentir la sonrisa de Dongho.
—Es la primera llamada que respondes. ¿Ya te diste cuenta de que me extrañas muchísimo?
—En realidad contesté sin ver quién era.— las mentiras jamás se le dieron a Daehwi.
—Ajá, sal de tu cama, Daehwi.
—No quiero.— se quejó con un inútil puchero.
—Anda, tienes que bajar.
—¿Para qué?
—Para recibir a tu novio.
Daehwi dejó de respirar por un momento. Dándose cuenta de cada palabra pronunciada por Dongho.
Decir que se demoró cinco segundos en bajar sería una mentira porque Daehwi prácticamente voló hacia la puerta de entrada.
Ahí parado frente a ella pensó en hacerse el difícil. Lo pensó.
Tomó la manija, abrió y en cuanto sus ojos enfocaron a Dongho, se lanzó a sus brazos con fuerza.
Y ahí. Entre los fuertes brazos de Dongho que tardaron un poco en rodearlo por la conmoción, con su olor llenandolo se sintió en casa, se sintió correcto, toda negatividad abandonó su cuerpo y fue llenado por algo que lo hizo sentir ligero; por el más sincero y puro amor.
—Yo también te extrañe mucho.— Dongho susurro contra su cabello.
Daehwi no dijo nada, se mantuvo quiero. Sonriendo. Feliz.
—Creí que estarías molesto conmigo, pero bebé, no fue mi intención irme así. Sólo quería terminar pronto con todo, tener todo listo para ti.
¿Cómo estar molesto? No había forma.
Daehwi solo soltó el apretado abrazo para besar a Dongho. Desde el cuello hasta su frente y terminar en sus labios. A los cuales les dió especial atención.
Ya con sus ansias un poco calmadas dejó a Dongho entrar en la casa. Pero no estuvieron nada ahí. Dongho lo mandó a bañarse y vestirse porque debían salir.
Lo llevó a un centro comercial, necesitaba ayuda para comprar el traje que usaría en su graduación.
—Dongho, eso debería estar listo ya.
—Pero yo quería tu opinión.
—No es cierto, lo olvidaste.
—Mitad y mitad.
Daehwi llevó a Dongho por diferentes tiendas, pero en muchas no lo dejó probarse nada. El estaba buscando algo específico que Dongho no entendía.
En realidad el plan original del pelinegro era que compraran un traje cualquiera y luego pasaran la tarde juntos. Nunca creyó que Daehwi lo arrastraría por diez tiendas y luego a otro centro comercial, alegando que "Dongho, es tu graduación, tienes que lucirte"
Para colmo cuando encontró lo que buscaba, no lo dejó probarselo. Casi no lo dejó tocarlo.
—Confía en mi. Sé que es este.
Dongho se recordó a si mismo jamás volver a salir de compras con Daehwi.
Para cuando salieron del centro comercial, era entrada la tarde. Y debían tomar un taxi, ya que Dongho no había traído la moto.
Pero antes de eso, Dongho llevó a Daehwi por algo de comer. Al menos entre tanta búsqueda si se habían permitido comer un poco.
Compraron en un camión de comida y se sentaron en una de las mesas del mismo, exhaustos.
—Dongho...
El nombrado alzó una ceja hacia Daehwi al tener la boca llena.
—¿Te asustas si te digo que te amo?
Dongho dejó de masticar por un segundo... "Amor" cuatro letras que encerraban mucho. Demasiado.
—¿Te asustas si te digo que yo también?
Fue su respuesta cuando pudo tragar.
¿Por qué debían pasar años para amar? ¿Por qué eran muy jóvenes para amarse? Nada lo detenía de amar a ese delgado muchacho, ni prejuicios, ni opiniones ajenas, nada.
Como tampoco nada lo detuvo de acercar la la silla de Daehwi y besarlo, besar sus miedos, sus inquietudes.
Darle de vuelta la esperanza que sabe que perdió.
💕💕💕💕
Ahora sí que el próximo es el último y ya dejo de joderlas.
Una vez más agradezco a aquellas personas que hasta hoy leen, comentan y dan amor, aún con mis desapariciones:(Y perdón si es corto, no me gustan los capítulos largos.
ESTÁS LEYENDO
《Just a cliché》
FanfictionAntes que nada quiero aclarar que si eres fan de Baekho (como yo) todas sabemos que él no es así, pero desde que shippeo el DongHwi no dejé de pensar en que eran el cliché perfecto, así que... ¿Por qué no escribir un cliché sobre ellos? ~💕~ Dongho:...