Ladrón

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Eran cerca de las dos de la mañana cuando un ruido despertó Daehwi.

Como el "valiente" chico que se consideraba, se sentó en la cama más rápido que un rayo, mirando hacia todos lados con algo de pánico.

Además de ser miedoso, el vivía solo. Sus padres estaban en América por negocios, y estarían ahí al menos un mes más.

Se arrepintió totalmente de haber insistido en que era un chico grande y podía estar solo, por lo menos en la noche, ya que la nana llegaba a las ocho de la mañana.

Su cuerpo se tenso al volver a escuchar el ruido, esta vez un poco más fuerte.

Venía desde abajo.

Con el cuerpo como gelatina, Daehwi bajó de la cama y tomo su lámpara para protegerse en caso de ladrones.

Cuando llegó abajo, llevaba la lámpara alzada como si fuera un bate.

No sabía si prender las luces o no.

Su cuerpo dio otro salto al sentir un golpe en la puerta de entrada.

Tras la puerta (que tenía una parte de cristal) se podía ver que había un hombre, gracias a las luces de los focos de la calle, que también le ayudaban a ver.

Entonces Daehwi se preguntó.

¿Los ladrones tocan la puerta?

Aún sabiendo que era muy improbable, seguía teniendo miedo, por lo que temblando se acercó hasta la puerta.

Acerco la mano hacia la cortina blanca que le impedía ver quien estaba afuera.

- Hazlo rápido... - se susurró a sí mismo - uno, dos...

Antes de contar tres abrió la cortina completamente, teniendo la mala suerte de que el desconocido en ese mismo momento acercó su cara totalmente al vidrio, asustando a Daehwi.

Antes de contar tres abrió la cortina completamente, teniendo la mala suerte de que el desconocido en ese mismo momento acercó su cara totalmente al vidrio, asustando a Daehwi

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Luego de haber gritado, Daehwi llevo su mano derecha a su corazón agitado, mientras al otro lado, Dongho tocaba la puerta.

- ¡Abreme! - comenzó a gritar el pelinegro.

- ¡Eres un idiota! - le gritó el rubio, con furia. Le quitó el seguro a la puerta y abrió.

 - Me diste un susto de muerte, estúpido - exclamó Daehwi acercándose a darle cortos golpes en el pecho a Dongho quien comenzó a reír - espera un momento... - el rubio comenzó a olisquear dándose cuenta de lo que pasaba - ¡Estas borracho!

- claro que no - aseguró Dongho. Pero el olor a alcohol no hizo más que asegurar lo dicho por Daehwi.

- pero más importante ¿Qué haces aquí?

Dongho se acercó al rubio y lo rodeó con sus brazos por la nuca.

- Te vine a ver... ¡Sorpresa!

El rubio arrugo la nariz por el olor y le miro enfadado.

- Tienes que irte de mi casa, es tarde, vete.

Daehwi comenzó a empujar al más alto, para que lo soltara y se fuera, pero Dongho no estaba dispuesto a hacerlo.

- no puedo irme a mi casa... somi no puede verme así... - susurro el pelinegro, soltandose del rubio sólo para adentrarse a la fuerza a la casa.

- Oye, no, detente - a pesar de estar borracho, Daehwi no podía con el gran cuerpo de Dongho.

- tengo sueño, no molestes.

Dongho empujó con un pie la puerta de entrada y la cerró, para luego hacer el intento de tomar al rubio.

Su estado de ebriedad no le permitió cargarlo.

- ¿Qué haces? - se quejó Daehwi - ¡Sal de mi casa o llamo a la policia!

Haciendo caso omiso a las amenazas, Dongho se dio la vuelta y comenzó a subir las escaleras, siendo perseguido por el rubio.

Estando arriba, el pelinegro se mareo al ver tantas puertas y utilizando su gran cuerpo, acorralo contra una pared el cuerpo de Daehwi, con ambas manos a los lados de su cabeza.

- ¿Cual es tu habitación, panquecito? - le susurró al oído, causando un ligero estremecimiento en el rubio.

- N-no voy a decirte. Sal de mi casa ya - las palabras de Daehwi no saonaron tan seguras como en su mente.

- ¿Por qué no quieres decirme? - casi le ronroneo al oído Dongho, bajando despacio las manos por la pared hasta la cintura de Daehwi.

El corazón de Daehwi había comenzado a acelerarse, de pronto sentía que le faltaba aire. Su cordura estaba escapando lejos, sumandole también el hecho de que tenía sueño.

- Es la última - respondió en un murmullo.

Daehwi no sabía si habían sido esas grandes manos en su cintura, o aquella respiración en su cuello pero no había podido evitar el responder.

- Vamos.

Dongho se separó por fin del más bajo, tomando una de sus manos para arrastrarlo hasta la puerta que le indicaron, a pesar de las quejas ajenas, que volvieron una vez que Daehwi tomó oxígeno.

Una vez adentro, el pelinegro se dejó caer en la cama de Daehwi, que era lo suficientemente grande para que cayeran ambos.

- Tienes que estar bromeando, Dongho - le espetó el rubio al sentir ligeros ronquidos segundos después. Nadie podía dormirse tan rápido.

Pero luego de muchos intentos de despertarle, se dio por vencido.

Le quitó ambos zapatos y lo cubrió con una manta.

- Eres un verdadero idiota - le susurró al dormido cuerpo de Dongho cuando terminó de acomodarlo, dándose la molestia de incluso arroparlo.

Con un puchero en sus labios observó como su cama había sido asaltada por nada más que el dueño de sus pensamientos últimamente.

Un bostezo salió de sus labios. Estaba cansado y tenía muchas ganas de dormir.

De pronto la idea de acurrucarse junto a Dongho le pareció muy tentadora.

Pero el olor a alcohol fue el que ayudó a su decisión de dormir en la cama de sus padres.

Antes de salir de su habitación, Daehwi se giró a mirar a Dongho, quien dormía como un tronco.

Le parecía tan irreal la situación. Definitivamente Dongho estaba loco y de seguro le iba a dar muchos más problemas como éste... quería matarlo. Asfixiarlo mientras dormía. Aún cuando la sonrisa en sus labios decía todo lo contrario.

Yo no debería estar haciendo esto pero es que una vez que termino uno me dan ganas de subirlo enseguida :( 💕
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《Just a cliché》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora