Hagamos un trato. Yo te prometo que no te mentiré y tú me prometes que me dejarás acabar las frases. Y te aseguro que todo tiene un sentido y quiero que tú lo intentes entender.
Yo te abrazaré entre folios y tú serás mi regazo. Serás mi Quijote y yo el poco valorado Rocinante. Seré tu refugio en noches de dolor y tus tardes de emoción. Seré y volveré a ser si quieres.
Así que, si estas dispuesto, puedes pasar página y empezar a leerme por dentro. A hacer cosquillas y arañarme las heridas. A entender quién soy y por qué aveces desaparezco. A ver más allá de una fachada y quedarte en mi interior.
Lo único que te pido es que me cuides tanto como haces con todo lo que aprecias, ¿trato hecho?
YOU ARE READING
El patito que nunca llegó a ser cisne
RandomEs te libro no es prosa. no es normal ni pretende serlo. No es ficción ni llegará jamás a ser poesía. Porque no quiero llevar el peso de ser poeta a mis espaldas, si no puedo a veces siquiera llevar el de ser un referente para algunos, ya que en oca...