Cαpιτυlσ 8

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-Por favor…

Kendall se quedó inmóvil ante tal situación… Se encontraba entre la espada y la pared. Quería hacerlo, lo deseaba más que nada pero por otro lado estaba la cruz que aun colgaba de su cuello, la cual simbolizaba un gran compromiso que no tan solo lo incumbía a él, sino que también a su familia. El rubio dio un largo suspiró y le dedicó una sonrisa a su novia para acto seguido subirse los pantalones. Ella bajó la vista y decidió hacer lo mismo que él, ambos se vistieron en silencio ya que ninguno se atrevía a verse a la cara luego de tal faena en el auto de Carlos.

~Espero que no esté molesta conmigo~

-¿________?

-¿Qué?- Se amarró el traje de baño.

-¿No estás molesta, cierto?

-¿Cuantas veces tengo que repetírtelo? No puedo enojarme contigo- Se bajó del auto.

-¡Espera!

-Te espero.

-No es que no quiera es que…

-Sé a qué te refieres.

-Lo lamento.

-Yo también pero no hay nada que podamos hacer.

-Espérame un momento iré a buscar las llaves- Corrió hacia el auto.

~Demonios ¿Cómo las sacó ahora?~

-¿Se te quedaron adentro?- Rió.

-Sí.

-Tontito- Besó su mejilla.

Kendall sonrió al comprobar que su relación no había cambiado en absoluto, pero al verla su vista bajó a sus pechos, de inmediato la imagen de su cuerpo desnudo se le instaló en la cabeza por lo cual no pudo evitar ruborizarse.

-¿Por qué te sonrojas?

-Es que…-Volvió a mirar sus senos- Al verte así recuerdo cosas.

-No hablemos más de eso- Entrelazó sus dedos- Vamos a decirle a Carlos lo que hiciste con su auto.

-Tarde o temprano tendremos que hablar del tema.

-No pasó nada Kendall.

-Pero pudo haber ocurrido.

-Pero no pasó.

-En cualquier momento puede pasar.

-No te preocupes, de todos modos tú terminarás diciendo que no- Dijo lo último algo resentida.

-Oye- Le soltó la mano y la abrazó- Te amo.

-¿A qué viene eso?

-A nada- La soltó- Tan solo quería que supieras que te amo.

-¿Por qué no vamos donde Carlos?- Retomó la marcha.

-________.

-¿Qué pasa?

-¿No me amas?

-Si te amo.

-¿Entonces por qué no me lo dices?

-No quiero hablar demasiado contigo en este momento.

-¿Por qué no? – Se puso frente a ella.

-Estoy molesta.

-¿Por qué dije que no?- Ella asintió- No te molestes conmigo yo no…

-No estoy molesta contigo, estoy molesta con nuestras familias por hacernos parte de ese estúpi’do compromiso.

Mi Dulce TentaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora