Capítulo 71

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-Shhh... Vas a despertar a todo el hotel.

-Me duele.

-Sí quieres dejamos esto hasta aquí.

-¡No!

-Prefiero detenerme antes de hacerte daño a tí y al bebé.

-Es un dolor placentero.

-¿Qué dolor es placentero?- Dijo con la boca llena.

-El que me provoca tu Kendallcito que no es tan Kendallcito.

-¿Cómo?

-Es enorme como para llamarse así.

-No es tan grande es normal.

-A mí me parece gigante.

-Es el único que has visto- Siguió masticando- ¿Cierto?

-Bueno, sí. Pero no creo que existan más gigantes que el tuyo.

-Créeme que los hay.

-¿Quien?

-Por ejemplo Carlos.

-¿Mucho más que tú?

-No tanto, sólo unos poco centímetros.

-A mí me gusta Kendallcito- Sonrió- Es del tamaño perfecto.

-¿Eso crees?- No se le entendió nada.

-¿Qué dijiste? 

-Que si eso crees.

-No te entiendo... ¿Qué estás comiendo?

-Pastel- Habló con la boca llena- ¿Quieres?

-¿Estabas cominedo mientras lo hacíamos?

-Mmm... No- Mintió.

-Oye- Le pegó en el brazo- Da...

Antes de que acabara él introdujó en su boca un pedazo de pastel, ella lo saboreó y con los labios llenos de crema le robó un beso a Kendall.

-¿Y eso?

-¿Acaso no puedo besar a mi lindo y tierno novio?

-Claro que sí mi linda y tierna novia.

-Dijiste que me probarías con pastel.

-Que rico debes saber.

-Pruébame- Se mordió el labio.

-¿Eso quieres?- Preguntó sensualmente en un susurro sobre sus labios.

-Um- Asintió con gemido.

Comenzó a descender por su cuerpo quedando a la altura de su estómago, hundió su dedo en el pastel y le esparció la crema de este por todo el estómago. Comenzó a pasar su lengua por el borde de su ombligo, pasandose a veces por la parte más baja de su abdomen, al terminar subió a los labios de _______________. La chica le dio media vuelta montandose sobre su estómago le llenó el cuello de pastel y comenzó a quitarlo con los labios. Esparció esta vez en su pecho, lo quitó con los labios en cuanto bajaba la mano por su pecho y estómago. Apretó su miembro y comenzó a deslizar la mano de arriba hacia abajo generandole pequeños espasmos de placer. 

-Detente.

-¿Por qué?

-No quiero correrme aun.

-Sólo estoy acariciandolo.

-Tus caricias son demasiado para mí- Le apartó la mano de su entrepierna- Mejor deja que meta el palito en el oyito- Ella rió.

Mi Dulce TentaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora