Cαpιτυlσ 31

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-¿Estás bien, bebé?- Le acarició la mejilla que no había recibido el brutal impacto.
-Me pegó.
-Si lo vi.
-Me pegó- Repitió alzando la vista.
-Te quedó su mano marcada- Dijo justo cuando llegaba Liz y la madre de ________.
-¿Puedo golpearlo en la otra mejilla para que quedé igual?
-Si lo haces mi anillo va quedar incrustado en tu nariz- Amenazó a la rubia.
-Calma hija- Karen le pasó una bolsa con hielo para que se la pusiera a Kendall.
-Quítate la mano para que pueda ponerte el hielo.
-Me duele todo.
-Iré con Kendall a mi cuarto.
-De acuerdo, como tu cama es grande que se quede a dormir allí.
-Ok.

_________ sostuvo la mano de su novio y lo arrastró hasta su cuarto, cerró la puerta en tanto él se sentaba sobre la cama con el hielo pegado a su mejilla. Ella se sentó a su lado y puso una mano sobre la pierna de Kendall y con la otra recorrió su alborotada cabellera rubia.

-Te amo- Besó su mejilla- Pase lo que pase me tienes a mí, mi casa siempre estará disponible para ti.
-Estoy harto de que ella me diga lo que tengo que hacer.
-Así son las madres.
-Tu madre es genial, pero en cambio la mía me trata como un robot.
-Puede que mi madre sea genial pero todos sabemos que el problema en esta casa es mi padre.
-En mi caso el problema es mi madre.
-No puedes cambiar a la familia por más que quieras.
-Lo sé pero puedo alejarla de mi vida.
-Sea lo que sea que estés pensando no me da buena espina.
-Shhh…- Dejó caer el hielo al piso- Tú solo déjate llevar esta noche.

La recostó y gateó hasta tumbarse sobre ella, comenzó a palpar lentamente sus piernas en tanto dejaba besos por todo su cuello y la parte superior del pecho. La giró dejándola sentada sobre él, aprovechó la ocasión y la posición para bajarle por completo el cierre del vestido y sacarlo por arriba. Irguió la espalda y mordió uno de sus pezones; ella dio un jadeo se apretó a sí misma con la mano su otro pecho al descubierto.

-No- Le apartó la mano- Para eso estoy yo.

Llevó sus labios al mismo seno anterior y esta vez tomó el otro y empezó a mover circularmente su dedo por sobre el pezón de _________ haciéndola gemir de una forma inimaginable e incapaz de ser reproducida.

-Me encanta.
-Lo sé- Metió la mano en la ropa interior de _________.
-Mmm…
-Sé que esto te gusta más.

La llevó hacia atrás con las piernas flexionadas, la cogió por las caderas y le quitó aquella última prenda que le quedaba. Besó su estómago y fue bajando sin prisa hasta llegar a su parte más íntima, pasó su dedo pulgar de arriba hacia abajo por sus labios y haciendo presión sobre su clítoris.

-Amo cada rincón de ti- Siguió moviendo su dedo.

Estaba tan preocupada de seguir sintiendo su cálido dedo que ni siquiera lo oyó, solo quería sentir aun más presencia de él dentro de su cuerpo. No quería introducirle los dedos, para eso tenía otros planes así que la sujetó por los muslos y luego de acostarse boca abajo en la cama la tiró hacia él hasta que su rostro quedó entre las piernas de ella. Pasó la punta de la lengua por su pubis, ella se estremeció al sentir besos por todo esa zona pero curvó exageradamente la espalda al sentir algo mojado y muy blando entre sus pliegues más ocultos. Su lengua se movía salvaje y sin dirección definida, donde fuese que se moviera conseguía sacarle un grito, pero Kendall fue más allá cuando halló la entrada de ___________, penetró profundo con su lengua produciendo aquella gratificante música paras sus oídos. Ella se aferró a su cabello haciéndose cargo de la constancia de los movimientos y apegándolo cada vez más.

-No pares por favor, no te detengas jamás.

* ___________ sabe delicioso *

A ambos les estaba gustado aquello, Kendall se encontraba fascinado por aquel sabor agridulce que inundaba su boca y principalmente su lengua, mientras ___________ gozaba de todo ese placer que estaba acelerando su ritmo cardiaco. Se separó de ella y la besó, ella pudo sentir su propio sabor y comprobar porque Kendall estaba tan entretenido allá abajo. Siguió son presionando contra sus labios por unos segundos más hasta que aprovechó la falta de aire para meterse uno de los senos de ___________ a la boca, bajó la mano a su feminidad comenzó a acariciarla con el dedo medio de arriba abajo sin introducirlo demasiado ni penetrar en ella.
La chica a su vez apretó el bulto de Kendall por sobre la tela del pantalón, lo halló en el lado izquierdo y más grande y duro de lo que solía verlo y sentirlo, en definitiva el rubio tenía las hormonas revolucionadas en mil.

-Quítate la ropa- Oprimió brutalmente aquello tan duro.

Se quejó de placer y se sentó para poder quitarse todo y finalmente quedarse en bóxers. _________ lo detuvo cuando iba a quitarlos y empezó a estrujar su miembro por sobre la tela, amaba ver como él se mordía los labios con cada rocé, esta noche tenía un pensamiento muy pervertido: Quería que él acabará dentro de su boca. Se agachó y comenzó a morderlo aun sobre la tela, Kendall estaba delirando. Bajó finalmente los bóxers y con ambas manos comenzó a prensar su miembro haciéndole soltar algo de líquido pre-seminal, se lo llevó a la boca deseosa e intentó metérselo todo en la boca, lo hizo lentamente y lo logró. Él gimió en el momento de sentir su glande chocar contra la garganta de __________, finalmente lo sacó de su boca cubierto en su saliva, definitivamente muy apetitoso de ver.
La giró dejándola debajo, probó la miel de su cuello mientras tanto retiraba el estorbo de su muñeca tras hacerlo se separó de __________ y la vio fijamente, tomó su cruz con una mano y se la quitó agitándola a la par con la de su novia, la cual había quitado momentos antes sin que esta se percatase.

-¿Qu… é…. vas a ha….cer?- Titubeó.
-Ya no tenemos esto, somos libres- Las lanzó al suelo.

Tomó las piernas de ella y también su miembro para penetrarla por primera vez, la muchacha cerró las piernas rápidamente y dio vueltas en la cama hasta caerse al piso, recogió su cruz y salió corriendo al baño de su cuarto, encerrándose ahí.

-¿__________?
-No quiero.
-¿Cómo?
-No quiero hacerlo.
-¿Por qué no?- Se apoyó de cara en la puerta.
-No sé si estoy lista. Me dio miedo.
-¿Miedo de qué?
-No tenemos protección.
-Verdad- Asintió- ¿Por qué no sales y hablamos?
-Está bien pero pásame mi bata verde que está en mi closet.
-Claro- La sacó de ahí- Aquí está.
-Gracias- Dijo después de salir y ponérsela.
-No te obligaré a nada- Ella le colgó la cruz en el cuello.
-No quiero que lo hagamos solo para desafiar a tu madre, no quiero que nuestra primera vez sea así. —

Mi Dulce TentaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora