Cαpιτυlσ 54

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Kendall tenía los ojos cerrados para gozar más de aquello, sentir la suavidad de la esponja en la parte más baja de su espalda era sin duda algo muy relajante. ____________ ya tenía todo el cuerpo de Kendall con espuma... a excepción de una parte que había omitido a propósito.

-Linda... Te falta una parte- Rió pícaro.

-No, está todo bien- Le dejó la esponja en la mano.

-Te faltó una parte muy importante.

-No pasaré mi mano por esa parte.

-¿Y qué hay de los labios y boca?- Se mordió el labio.

-¡Kendall!- Se sonrojó. Abrió la llave del lavamanos para deshacerse de la espuma.

-Era una sugerencia- Comenzó a pasar la esponja por donde ella no lo había hecho. Se comenzó a reír.

-¿Por qué te ríes?

-Parece un árbol navideño con mucha nieve.

-¿Qué cosa parece un...

Se cayó al ver aquello que de perfil sobresalía de forma recta y muy notoria, y sí, él con la espuma había moldeado en su contorno un lindo árbol de navidad. ____________ estaba incómoda, no porque Kendall estuviese comportándose como un niño pequeño, sino que, por la sensación extraña que estaba comenzando a sentir más abajo de su vientre.

-Saldré antes de que lleguen- Abrió la puerta.

-¡Te necesitaré luego! 

_____________ cerró la puerta y apoyó la espalda en ella en tanto cerraba los ojos... y las piernas, ver a Kendall en esa situación tan sexy y excitante, había logrado justamente eso... Excitarla, pero no, no tendría nada más de "acción" con Kendall, no mientras estuvieran en la clínica. Abrió los ojos y calló de trasero al piso, se levantó como pudo y caminó nerviosa hacia ambas mujeres.

-¿Dónde está mi hijo?- Le extendió una bolsa con un sandwich.

-Bañándose.

-¿Qué hacías allí dentro?

-Yo... Lo fui a dejar ya que le costaba caminar.

-Ah.

Kathy se lo creyó, pero la madre de _____________ no le creía nada de nada, ella pensaba que allí adentro había pasado de todo. Sin decir nada se sentó en el sofá a comerse su sándwich, hasta que sintió el grito de Kendall proveniente del baño. Se levantó y abrió lentamente la puerta... él estaba frente al espejo con una toalla rodeándole la cintura.

-¿Qué ocurre?- Me mordí el labio. Él rió.

-¿Me traes el bolso con ropa que me trajo mi madre?

-De acuerdo.

Por impulso ella le besó la mejilla, y salió de ahí con una gran sonrisa. Tomó el bolso del suelo, por accidente el teléfono de Kendall se cayó del bolsillo de afuera, lo recogió dejándolo sobre la cama para acto seguido ir al baño a entregarle el bolso.

-Ten.

-Gracias- La jaló dentro del baño.

-Kendall...

-¿Qué?- Dijo mientras besaba su cuello y la acorralaba en la pared.

-Aquí no.

-No te pido que lleguemos tan lejos, solo déjame besar tu cuello un poco más.

-Los besos nos llevarán a algo más y mientras estemos en la clínica no va a ocurrir nada como lo de la noche anterior ¿Entendido?

-Te ves linda cuando te pones seria- Rió y besó sus labios.

Mi Dulce TentaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora