Solo un mayordomo 1.1

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Holiii :3 Quería preguntar una cosita ¿Qué anime os guataría que fuera el "mundo" de Elizabeth después de este? Tened en cuenta que esa tía tiene que morir al quinto día (Vamos que nada de Boku no pico) 7u7 Podéis ir poniendo anime en los siguiente 5 caps. Ahora ¡Vamos al salseo!

Empecé a sentir pequeñas y heladas gotas cayendo sobre mi mientras un aire helado recorría mi cuerpo que parecía no tener alma. Se escucho un sonido que era muy difícil identificar. Separé mis parpados un milímetro para  poder ver de donde procedía el sonido. Esta vez mis ojos enfocaron perfectamente y pude distinguir un portón enorme de madera oscura y una figura muy particular. Un joven entre 21 y 25 años humanos, medía  1 m,80 cm. Con un cabello corto con un flequillo que tapaba un tercio de su rodtro. Sus ojo eran carmesi y como todo humilde mayordomo portaba un esmoquin negro (hecho según él mismo de la más fina y cara tela de oveja), camisa blanca y zapatos negros, con su respectiva corbata y guantes a la par. Este me cojió en brazos y me llevo al interior de su casa, aunque no pude mantener mis ojos abiertos, por lo que dormí instantáneamente. Horas después se escuchó como cristales caían al suelo y se rompían, seguidos de un grito de una joven desconocida.

¿?: ¡No, la vajilla favorita del amo!

Abrí los ojos y vi a una joven de 1m 70 u 80, con un pelo granate recogido  en dos coletas. Era pálida con unas grandes gafas redondas que ocupaban gran parte de la cara. Vestía con un traje de sirvienta azul marino con un mandilón blanco.

Yo: ¿D-donde estoy?

¿?: ¡¿Y-ya se ha despertado?!

La joven salió de la habitación, lo que me dio tiempo a examinarla más a fondo. Una amplia habitación decorada con un lujoso y en mi opinión exquisito estilo victoriano.  Tenía un color azul cielo con unas molduras blancas repasadas cuidadosamente con un brillante tono dorado. Una chimenea que se encontraba en frente mía estaba manchada por el té que, previamente había derramado la criada. La cama era bastante grande, en ella podrían dormir tres personas perfectamente. Unas colchas completamente blancas sin una arruga a la vista. Un dosel bastante grueso con un fondo azul y con un estampado de rosas negras era recogido en las esquinas de la cama. A mi izquierda unos ventanales en forma de arco que ocupaban toda la pared dejaban ver unos hermosos jardines dignos de un casa real.
Después de no más de un minuto entro el hombre que me había adentrado en la casa paso la puerta con un sonrisa muy agradable.

¿?: Buenos días señorita, veo que ya tiene mejor cara.

Yo: S-sí muchas gracias.

¿?: Perdone la torpeza de la criada, ahora mismo lo limpio.

Yo: C-como digas.

Conocia muy bien a ese hombre. Un mayordomo que más de una, deseaba tener en su casa. Su nombre era Sebastian Michaelis, mayordomo de la
cabeza de esa familia, Ciel Phatomhive. Aunque no todo en él era su belleza, la perfección en cualquier actividad que le propusieses, que era algo muy característico de este personaje. Sobre todas las cosas lo que más dio fama a este personaje era que este gran mayordomo era un demonio. Un demonio como "criado" de un niño de 14 años.

Yo: P-perdona ¿donde estoy?

¿?: Estamos a las afueras de Londres, en la casa de los Phatomhive.

Yo: ¿Y usted es?

¿?: Yo soy el mayordomo, Sebastian Michaelis.

Yo: Ah, encantada, yo soy Elizabeth. "Como suponía, el mayordomo buenorro"

Sebastian: Igualmente señorita Elizabeth.

Yo: Una cosa, siento molestar pero ¿Tenéis ropa? Es que la mía esta húmeda.

Sebastian: Por supuesto, sígame por favor. 

Me levanté y proseguí a andar detrás de él. Un gran pasillo también, de estilo victoriano con fotos de lo que parecía antiguos cabezas de familia, ya que todos eran hombres. Bajamos por unas grandes escaleras con una alfombra roja se terciopelo. Tras uno o dos escalones observé en la planta de abajo se encontraba el señor de la casa. Ciel Phantomhive es un joven con cabello de color azul oscuro y ojos azul cielo, estando el derecho tapado por un parche negro. Sus piernas eran delgadas y su cintura estrecha; asimismo, se podría decir que Ciel era pequeño para su edad, debido a su estatura y complexión física. Vestía con trajes (que combinan el negro y el azul) propios de su estatus social.

Ciel: Sebastian, no pasees desconocidos por la casa.

Sebastian: Lo sienton Señor, iba a ver si Meirin le dejaba alguna prenda.

Ciel: ¡Ts! Que sea rápido.

Sebastian: Por favor Señorita Elizabeth espere aquí un momento.

Yo: P-por supuesto.

Sebastian empezó a caminar hacia un pasillo con muchas puertas de roble oscuro, dejándome sola con "el perro guardián de la Reina".

Yo: Encantada soy Elizabeth. Por lo que tengo entendido tu eres Ciel ¿No?

Ciel: No hablo con campesinos.

Yo: ¿Y no te aburres?

Ciel: No.

Yo: ¿Y que pasa si yo quiero hablar contigo?

Ciel: No me molestes.

Yo: Puffff...

Ciel: No bufes en mi casa.

Yo: ¿Y entonces que hago?

Ciel: ¡Callarte! ¿Sabes? Yo no soy conocido por mi paciencia.

Yo: "Se nota"

El mayordomo llegó con Meirin la cuál, caminaba sonrojada detrás de Sebastian. Este llevaba en sus manos un pomposo y extravagante vestido morado de por supuesto, estilo victoriano. La criada portaba unos tacones de mismo color que el vestido unos peines y algunos prendedores e invisibles. En mis ojos un pequeño brillo apareció de la nada. Siempre me a encantado lo que resalta. Se podría decir que padezco de "complejo de princesa".  Me levanté velozmente y fue corriendo hacia Sebastian.

Sebastian: ¿Le gusta el vestido señorita?

Yo: ¡Me encanta me encanta! ¡¿Me voy a poner yo esto en serio?!

Este sonrió dulcemente y me lo enseñó de cuerpo completo.

Sebastian: Creo que he acertado.

Yo: ¡Si si si! ¡Nunca imaginé ponerme un vestido así!

Sebastian: Meirin, ayúdale a ponérselo por favor.

Meirin: ¡P-por suspuesto!

Mientras caminábamos por la gran misión pensé: Si por lo que veo, solo voy a poder pasar 5 días hay, iba a conseguir que ese señorito del parche le cogiera un poquito de cariño !solo un poquito!

 

La línea de la muerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora