Solo un mayordomo 1.4

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LO SIENTOOO!!!! Siento haber desaparecido tanto tiempo😢 Pero es que tuve algunos "problemas personales" Bueno pero ya he vuelto con el animo recargado!🙌💪

Era una mañana apacible dentro de aquella enorme mansión inglesa. Yo me encontraba durmiendo en una de sus múltiples habitaciones, gozando de sus sedosas sábanas. Pero, más o menos a las nueve me despertó Meirin la cual portaba el desayuno. No tardó mucho en tirar una pequeña cuchara de plata al suelo, como era de esperar debido a su torpeza.

Meirin: ¡Lo siento mucho! ¡Ahora la recojo!

Yo: Meirin yo no soy Ciel. No tienes por que disculparte.

Meirin: Entendido señorita.

Yo: ¡Es más! ¡Vamos a hacer las cosas a mi manera por hoy! ¡Seguro que a Ciel no le importa!

Meirin: ¿A que se refiere?

Yo: ¡Voy a darte un nuevo estilo!

En ese momento salté de la cama emocionada. Parecía divertido cambiar a Meirin de atuendo. Eso seguramente le daría un poco más de vida a esa casa aburrida.

Yo: ¡Bien! ¿Conoces algún sitio con ropa de hombre?

Meirin: ¡¿D-de hombre?!

Yo: Sí. En plan vaqueros y cosas de cuero.

Mierin: Solo conozco el desván, aunque tampoco te puedo asegurar que haya ropa de la que espera

Yo: Ya nos las apañaremos. ¡Vamos al desván!

Después de una breve visita a aquél gran desván pudimos encontrar bastante prendas que utilizar. Las posamos todas encima de la cama y rebuscamos por los cajones en busca de maquillaje.

Yo: ¡Ven! ¡Te voy a peinar!

Meirin: ¿A mi?

Yo: ¡Si sí!

Se sentó en frente de un gran tocador de madera clara, que portaba un gran espejo. Comencé a peinarla pasando con suavidad el cepillo por sus cabellos pelirrojos. Le empecé a hacer una trenza de espiga, cosa que ne resultó bastante sencillo.

Yo: ¿Bueno como me a quedado?

Meirin: ¡Preciosa señorita!

Yo: ¡No me llames señorita mujer! Llamame Eli. Tu tratame como una amiga.

Meirin: Bien lo que digas.

Después de eso pasé a maquillarle un poco. Únicamente le pinte sus labios de carmín y le puse contorno para resaltar algunas zonas. Llegó el momento de pasar a los ojos.

Yo: Meirin ¿te puedes quitar las gafas??

Meirin: No se si debería

Yo: Solo será un momento.

Meirin: Si tú lo dices.....

Al quitarse las gafas opacas dejo al descubierto unos grandes ojos color avellana.

Yo: Tienes unos ojos hermosos.

Meirin: Muchas gracias.

Le pinté con tonos marrones (tampoco quería que fuera como un payaso) Al acabar parecía otra persona. La había convencido para que no se pusiera las gafas.

Yo: ¡Wow! Parece que te a dado un subidón de confianza.

Meirin: Suele pasar cuando me quito las gafas.

Yo: Te falta la vestimenta.

Busqué entre el montón de ropa, y, curiosamente encontré un corset de cuero negro, y un trozo de cuero, el suficiente para hacer una falda.

Yo: Un momento

Bajé al salón donde se encontraban Ciel y Sebastian. Aparentemente Ciel revisaba los papeles que le había dado Alois el dia anterior.

Yo: ¡Sebastian!

Sebastian: ¿Sí señorita?

Yo: ¿Me podrías hacer una falda con esto?

Sebastian: Sí por supuesto.

Yo: ¡Oki gracias!

Sebastian: ¿Pero no será muy grande para usted.?

Yo: ¡Es para Meirin!

En ese momento empecé a subir las escaleras y mire de reojo a Ciel y Sebastian. Los dos se estaban mirando con cara de desconcierto, lo que me hizo bastante gracia.
Después de otras dos horas las dos estábamos listas. Yo iba con el pelo suelto, una camiseta negra por en ombligo y unos pantalones cortos. Y Meirin con lo antes mencionado y unos tacones negros que encontramos.

Yo: ¡Haber que les parece a los chicos!

Meirin: ¡Vamos!

Antes de salir les pedí a todos que esperaran en el salón para vernos. Empezamos a bajar las escaleras y todos se quedaron de piedra. Todas las miradas estaban puestas en Meirin, que caminaba segura hacía el salón. Me gustaba que gozara de un poco de atención masculina, porque realmente se la merecía.

Yo: ¡¿A que Meirin está muy guapa?!

Finny: ¡Guapísima! ¡Y usted también Elizabeth!

Bard: Valla cambio que has dado Meirin.

Meirin: Gracias, la verdad fue Eli la que hizo todo.

Yo: No mujer. ¡Y vosotros dos los mudos! ¡¿Estamos feas acaso?!

Ciel: Esa no es forma de hablarme. Meirin, estas muy diferente.

Meirin: Gracias amo.

Yo: {¿Eso es un cumplido?}

Sebastian: Las dos están radiantes.

Yo: Gracias.

Meirin: M-muchas gracias.

En ese momento pude notar rubor en la cara de Meirin. Yo ya daba por echo que le gustaba nuestro amado mayordomo, pero raro ver que Sebastian no se daba cuenta.

Yo: ¡¿Qué tienes hoy en la agenda Ciel?!

Ciel: Pues-

Yo: ¡Bien hasta hay! ¡Cancelado!

Ciel: Seras.....

En ese momento me acerque a su oído, por que al parecer el tampoco lo había notado. ¿En serio los hombre pillan tan despacio las cosas?

Yo: ¿Acaso eres tonto? Intento que Meirin pase tiempo con Sebastian.

Cuando me aparte pude ver un mínimo de sorpresa en sus ojos, aunque la oculto sin apenas problema.

Ciel: Sebastian, cancela todo lo que tenga para hoy.

Sebastian: Si señor.

El resto del día fuimos hasta un lago a comer y luego pasamos la tarde todos juntos. Meirin pudo hablar un poco con Sebastian, y yo jugué con Finny y Pluto. Y todo gracias a que Ciel canceló sus planes.... parece que sí tiene un poquito de corazón después de todo.




La línea de la muerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora