Fionna, es amor...

Capítulo 2

Es un humano.

¿Debería ayudarlo? o ¿Debería escapar?

No sabe que hacer, esta asustada. Hace 2 minutos ella pensaba que era la única humana en la tierra.

Puede que sea solo alguien disfrazado, o hasta la Reina Helada.

Saca su espada y en posición de ataque se acerca al cuerpo. Poco a poco se da cuenta que es un muchacho. Un lindo muchacho, de pelo castaño y piel blanca.

¡Qué curioso puede ser el mundo!

La misma belleza del muchacho hace que Fionna no quiera atacarlo, hay algo más allá de su ternura que simplemente no puede explicar. Tal vez porque es un humano y siente compasión, ella nunca había visto a otro tan de cerca, ni siquiera de lejos.

Lentamente se aproxima al joven, su copete le tapa los ojos. Se acerca completamente y con la espada cuidadosamente le retira el pelo de la cara.

Suspira y se inca al lado de muchacho. Coloca sus dedos en su cuello, buscando su pulso. Cuando lo encuentra deja salir el aire que tiene acumulado desde que pensó que podría estar muerto.

Lo mueve lentamente.

-¿Disculpa?

Al ver que no se mueve, se le hace insensible no cuidarlo por un rato, y lo carga en sus brazos llevándolo a la casa del árbol.

En años anteriores tendría miedo de que Cake estuviese en su casa preguntándole que hacia afuera y quien es el muchacho que trae, pero sabe que Cake esta en una cita con su novio.

Al llegar a casa, patea la puerta y lo pone en su espalda para poder subir las escaleras.

Lo deja en el sofá y va por un trapo húmedo a la cocina.

Cuando se acerca a él, se lo pone en la frente. Es imposible que Fionna no atrape la mejilla del joven con la palma de su mano.

Escucha que algo se cae arriba, en su habitación.

-Marshall.- Susurra para sí misma.

No puede ver al joven, le hará un sin fin de preguntas que no tiene ganas de contestar, además ella esta enojada con él, Marshall no tiene derecho a sentir lo mismo.

Toma la cobija que esta en al pie del sofá, y cubre como un bulto al muchacho.

Sube velozmente a su cuarto.

-¿Dónde estás? - El corazón todavía le tumba en los oídos, pero sabe que es mejor actuar ya o Marshall sospechará.

-Coneja de Frambuesa.- Fionna voltea a todos lados, él la llamaba así cuando era más pequeña.

-¿Quieres arruinar más hojas? - Sigue buscándolo por su habitación, hasta que siente que una mano le toma la barbilla y Marshall se deja ver.-Odio que hagas eso- Lo empuja.

-¿Molestarte, arruinarte o ser invisible? -Marshall intenta besarla de nuevo.

-Las tres.- Y cubre los labios de Marshall con su palma.

-Fionna, fue solo un accidente.- Cuando se aproxima a abrazarla, Fionna lo rechaza.

-Marshall ya me tienes harta, no has hecho más que estupideces a lo largo de los años. Vete.

-No tienes porque...

Un crujido suena en la parte de abajo.

-¿Qué fue eso?

-¿Qué fue qué? - Ella intenta disimularlo lo más rápido que puede.

Marshall ya no responde y vuela a la planta de abajo. Fionna intenta alcanzarlo corriendo en las escaleras y brinca para intentar caer en la espalda de Marshall, pero solo logra golpearse el pecho con el suelo.