EPILOGO- FINAL

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Es de mañana y Fionna no sabe que hacer, no sabe si a Marshall lo enojará o lo enloquecerá, pero sea lo que sea tiene que hacerlo tarde o temprano y en este caso es mejor temprano.

Después de hacer su relación formal buscaron hacer una casa mitad cueva y mitad bosque, algo que pudiera complacer las necesidades de ambos, y quedó mejor de lo que habían esperado. Los tres pisos que tenían planeados fueron bien usados. Por primera vez Marshall consiguió el mejor estudio que alguna vez pudo pensar en el segundo piso, y disfruta que Fionna lo visite siempre, a veces hace coros cuando el vampiro se lo dice, cosa que a ella le fascina. En el mismo piso del otro lado, está el cuarto especial de Fionna donde guarda sus armas de combate e incluso trajes especiales que llegó a usar en eventos importantes, como vestidos de gala que usó en ocasiones de celebración por sus grandes hazañas. En el ultimo piso, exactamente abajo de la azotea, lo abarca completamente la recámara de ambos, con una gran cama en medio de la habitación y una chimenea en frente de esta y arriba de la misma algunas fotografías donde no aparecen ellos, si no sus amigos y personas especiales. En cuanto finalizó la construcción de la casa, así como la pintura, amueblar y perfeccionar su hogar a como siempre habían querido, Marshall le pidió matrimonio a Fionna en la azotea acompañados de la mejor cena que el vampiro pudo preparar por el enorme esfuerzo que le tomó y ella sin dudarlo aceptó.

El día de hoy cumplen 5 años de aniversario.

De momento está en el primer piso en el comedor, con la mano en la boca para evitar hacer ruido y vomitar.

Escucha que se abre la puerta de la casa y sabe perfectamente que es él.

-¡Amor! ¿Dónde estás? - Lo escucha gritar y ella no responde, prefiere que Lee la busque.

Cuando aparece la toma por la cintura para abrazarla y le da un beso a su mejilla. Enfrente de el aparece un ramo de flores.

-¡Feliz aniversario amor!

Vuelve a abrazarla, pero está vez un poco más fuerte y Fionna se hace a un lado para no explotar, no hace más de unos minutos que había comido un panquecito y siente que está a punto salir.

-¿Te ocurre algo?- Frunce el ceño levemente con una sonrisa.

-¡No! Claro que no cariño.- Ella sonríe para que el no sospeche, al menos no aún.

-¿Sabes algo? Planeé un sin fin de cosas hoy, así que prepárate.

A Marshall le sorprende que ella no esté sorprendida.

-¿Te pasa algo?

-No, estoy bien amor, sólo tengo un par de mareos pero estoy bien.

-¿Te tomaste las pastillas?

-No, ahorita lo hago.

-Bueno, en cuanto lo hagas, ve a nuestro cuarto y quiero que te pongas lo que te deje en la cama.

-Está bien.

Fionna finge tomar su pastilla, aunque realmente solo se queda unos minutos en la cocina para inmediatamente ir a su alcoba.

Hay un vestido Bustier de color vino con unos Stiletto del mismo color. Ella se los pone inmediatamente y se acomoda el pelo en un moño grueso. Se voltea a ver al espejo y si, evidentemente no luce como debería, pero a simple vista no se nota.

Ella baja por las escaleras y solamente escucha un silbido proveniente de Marshall, ella se sonroja.

-¿Cómo es que cada vez te haces más hermosa?

Él está vistiendo un traje color negro, de esos que a ella le fascinan.

-De la misma forma que siempre que te veo eres más apuesto.

Fionna, es amor...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora