Capitulo 4.

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________ estaba en su dormitorio, acabando frenética de arreglarse, cuando sonó el teléfono.

— ¿Diga? —contestó, sujetando el inalámbrico con el hombro, mientras se concentraba con los cinco sentidos en ponerse las medias sin hacerse una carrera.

—Así que es cierto —empezó Dayre yendo directamente al grano—. ¿De verdad has quedado con Niall Horan?.

—Por lo que veo, las malas noticias se difunden con rapidez —gruñó ________.

No le extrañaría nada que Louis hubiera decidido poner un anuncio en los periódicos

—. Pues sí, es verdad. De hecho, me has pillado arreglándome para la cena.

— ¿Y qué te vas a poner? —preguntó Dayre como si pensara someterla al tercer grado.

—Una camisa de seda blanca con unos pantalones de pinzas gris oscuros y una chaqueta negra.

— ¿Vas a una cena o una reunión de negocios?

—Te advierto que ya estás en la lista negra por ese empeño tuyo de vestirme en tonos pastel —le advirtió ________ —. Por favor, no me agobies. Estoy ya hasta el moño de esta situación.

— ¿Y por qué no te pones alguno de los vestidos que te compraste? —insistió su amiga, haciendo caso omiso de sus protestas.

—Primero, porque ya me he puesto uno para ir a trabajar hoy; segundo, porque seguro que refresca y no quiero acatarrarme, y, tercero, por que cuando los llevo es como si tuviera un cartel que pusiera, «tómame, soy tuya»..., y, por si no lo sabes, voy a salir con Niall Tomlinson, un tipo que debe tener más fans que los Rolling Stones.

—Y no me extraña: ese chico hace que Brad Pitt parezca un alfeñique...

—Oye, guapa, ¿tienes algo constructivo que decirme o te vas a pasar la noche poniéndome más nerviosa de lo que ya estoy? —Le interrumpió ________—. Porque, te lo advierto, si no tienes nada útil que decirme, prefiero colgar y buscar una cuerda para ahorcarme.

—Relájate, cielo —dijo Dayre dulcemente—. A ver, respira por la nariz, expira por la boca...

— ¡Ja! Como si eso fuera tan fácil —replicó ________—. Te recuerdo que no eres tú la que tiene que salir a cenar con el soltero de oro de América.

—Pues supongo que algo te debe gustar cuando aceptaste su invitación, ¿no?

—Sí, es cierto, lo hice, pero creo que fue porque estaba Louis delante volviéndome loca con sus comentarios —________ se sentó delante del tocador y procedió a aplicarse el maquillaje como le había aconsejado la dueña del salón de belleza, procurando ver su rostro como si fuera el de una extraña, aunque eso le hiciera sentirse terriblemente incómoda—. Me siento como una beep, Dayre. Me sudan las manos y el corazón me late como una ametralladora.

—Parece amor —aventuró Dayre canturreando.

—Parece puro pánico —replicó ________ en el mismo tono. La próxima vez que viera a Louis, le estrangularía sin compasión. Aunque no tenía modo de probarlo, estaba completamente segura de que él era el único culpable de todas sus desdichas.

Dio un bote al oír el timbre de la puerta.

— ¡Oh, no! Ya ha llegado —gimió.

—Acuérdate de llevar un preservativo —le aconsejó' Dayre.

—Creo que me será de más utilidad una cápsula de cianuro. Buenas noches, Dayre —dijo, y colgó, antes de que su amiga siguiera dándole consejos.

Apuesta arriesgada ~adaptada~Louis y tu~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora