9

58 8 3
                                    

Daniel Oviedo.

—Qué, ¿cómo llevas eso de dormir con ese olor a coco y vainilla de las sábanas? -dice Jesús entrando en la habitación.

—Bien, supongo. -digo distraído mientras juego con mi anillo.

—¿Qué pasa? -se sienta a mi lado, en la cama.

—Bueno, ni siquiera me había dado cuenta de que olía a eso.

—¡Dani! -mueve la mano delante de mi cara para que espabile.

—Qué, qué.

—Que qué te pasa, tío.

Me levanto.

—Nada.

—Daniel.

—No sé si esto saldrá bien. -empiezo a dar vueltas por la habitación.

—¿De qué estás hablando?

—De fingir que quiero esa beca.

—¿Fingir? Creo que te has equivocado de palabra. -ríe.

—La quiero, pero no me corresponde.

—¿Pero qué dices? ¿Es una broma? -se levanta.

—Valeria se la merece, solo estoy presionándola para que se esfuerce hasta que no pueda más y le compense todo cuando la consiga.

—Por favor. -ríe.

—Voy en serio. Creo que es lo mejor.

—Déjate de bromas.

—Jesús deja de molestar.

—¡Es una beca, una beca! -me tambalea cogiéndome de los brazos.

—Lo sé.

—Espera. -me mira- ¿No estarás...? -sonríe.

—Joder Jesús. Solo lo hago por diversión.

—Tú siempre tan amable. -dice sarcásticamente.

—Claro, lo que tú digas. -levanto los brazos como signo de inocencia.

Tengo hambre, voy a la cocina a por una manzana o lo que sea que haya en esta casa.

—Dani. -dice Jesús de nuevo antes de irme.

—¿Sí? -lo miro.

—No juegues con ella si no tienes ningún interés amoroso, ¿vale?

—Vale papá. -me burlo y me voy.

Valeria Collins.

Sí, sigo aquí, con la luz del flexo reflejado en mis gafas.
Y sí, gafas para leer de cerca.

Toc toc.

—¿Mamá? -pregunto.

—Sí hija, soy mamá. -Dani pone voz de pito.

—Idiota. -ruedo los ojos.

Se acerca, puedo escuchar sus pasos.

—Manzana. -apoya la fruta encima de mis apuntes.

Me quedo mirando a la manzana extrañada.

—¿Perdona?

—Manzana. -la señala.

Sigo sin entender.

—¿Piensas quedarte aquí de por vida? -pregunta.

—No lo sé, déjame.

—Encima que te traigo esta gran y deliciosa manzana para animarte, ya que, algo bueno te tendrás que llevar, porque la beca...

—Por ahí tienes la puerta si es lo que quieres. -le invito a irse.

—Vale, vale -levanta la cejas.

—¿Tanto te aburres Daniel? -lo miro.

—Me gusta chincharte. -me hace la burla.

—Adiós Oviedo. -le tiro una manzana tras haberle dado antes un mordisco.

Él la alcanza en el aire y le da otro mordisco justo donde se lo había dado yo.

—Puag. -pongo cara de asco.

—¿Ahora es cuando vienen los enanitos al rescate? -bromea desde la puerta, a punto de irse.

—Déjate de princesas, ya tienes una edad, chico malo. -recalco chico malo.

—La tienes cogida conmigo. -le da otro mordisco.

Le hago un adiós con la mano para que se vaya.

—Adiós chapona. -se va.


Og.
Pues lo subo a esta hora porque no tengo más tiempo que este🤢
Ojalá os vaya genial en los exámenes bbys, no queda nada!🌟💙

CollinsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora