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Valeria Collins.

—Vamos. - dice Am, que se dirige hacia la puerta.

—No pensarás bajar después de todo, ¿no?

—No diré nada. -ríe.

—No Am, mejor no. Espera un rato.

—Katerina está ganando tiempo con Daniel. -sonríe y me mira de reojo.

Me levanto rápidamente y abro la puerta de mi habitación.

—Venga, levanta el culo. -le digo y ella ríe negando con la cabeza pensando es de lo que no hay.

Bajamos como si no hubiera pasado nada, como si no me hubiese sacado que me siento atraída por Daniel.

—¿Llevabas piedras en la maleta? -pregunta Jesús refiriéndose a nuestra tardanza.

—No cariño, quería dejarlo todo ordenado. -sonríe.

Yo me siento y no hago nada más que observar.
Me acomodo con los pies encima del sofá y mis rodillas pegadas a mi pecho.
Me mantengo seria, ya que noto las miraditas entre Katerina y Oviedo.

Amalia Willow.

Noto lo tensa que se está poniendo Val. Se le nota a leguas.
Me acerco a ella mientras los demás hablan de salsa picante.

—Oye. -me siento donde ella apoyaba su brazo.

—¿Sí? -dice mirando a la nada.

—Relájate, ¿vale? -susurro y le acaricio la cabeza.

—Me quiero ir de aquí. Ahora mismo los estoy odiando a los dos. -mueve la pierna muy rápido como signo de la inquietud.

Levanto un poco la voz.

—Bueno chicos, nosotras nos vamos a dormir ya porque no podemos más. Kat, ¿irás bien a casa de tus abuelos?

—Claro, no te preocupes. Dormid bien. -sonríe.

Valeria rueda los ojos y le doy un golpecito en el hombro para que disimule un poco más.

Me explico. Los abuelos de Katerina viven a dos calles de aquí, así que ella no tiene intención de quedarse en esta casa, cosa que es muy muy buena.

(...)

Valeria Collins.

—¿Dónde has dejado la pasta de dientes? -le pregunto a Amalia desde el baño.

—Aquí. -se asoma Dani por la puerta.

—¿Te haces llamar Amalia de repente?

—No, pero esta pasta de dientes estaba en mi baño.

Claro, esta se ha lavado los dientes con Jesús.

La cojo de sus manos.

—De nada. -se acerca.

Pongo mala cara y le cierro la puerta en la narices.

—No juegues con fuego, Collins. -dice detrás de la puerta.

¡Ya estoy mucho mejor bebés! He estado un poco malita.

CollinsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora