I love you - One Direction y tú.

Capítulo 2:

Sentía como alguien me movía con delicadeza, trate de ignorar y seguir durmiendo pero fue persistente que no me quedo de otra que abrir mis ojos, Cinthia me miraba tímidamente, y donde la quede mirando fijamente a los ojos se sonrojo ¡qué chica más cohibida! 

Hola, ¿Que hora es? –Pregunte.

Son las 8am. –Dijo.

Bien ¿Por qué me despiertas tan temprano? –Pregunte.

Por que tu sesión es a las 9:30am. –Dijo.

Bien, me levante dirigiéndome directamente a la ducha, el agua tibia corría por mi cuerpo, quería quedarme más tiempo en ese lugar pero no pude, tenía otra maldita sesión.

Llegue a tiempo, todos se me quedaron mirando de arriba asía abajo, me mire y me di cuenta, mi ropa, me da igual, me gusta, me siento cómoda y los más importante…me siento yo misma.

Me dirijo hacia la ropa con la que tengo que posar, la quedo observando ¿Ropa interior? Negra, roja y blanca, tres modelos bastante sexys y elegantes, me pongo la roja primero, mi cuerpo queda bien con cualquier color, soy blanca, pero no parezco muerta y ni loca dejaría que tostaran mi piel.

Me dirijo a peinado, todo bien, rápido y casual, voy a maquillaje.

¡Demonios! –Maldice, creo que la encargada de la revista para la cual irán las fotos.

¿Qué pasa? –Digo sentándome.

Aun no llega la maquilladora –Dice.

Puedo hacerlo yo –Digo encogiéndome de hombros.

De ninguna forma, esperaremos –Dice.

Veo como se aleja con su celular en su oído, escucho como discute, yo me siento adelante, me ofrecen algo para abrigarme, pero me niego, estoy bien así, no tengo frío, bueno si estoy helada pero es algo normal en mí.

Media hora después llega la chica y me empieza a maquillar.

Listo, y perdón –Dice. 

No importa –Digo y me dirijo a mi puesto.

Empieza la sesión, me tengo que cambiar de ropa, sigo con las fotos, posando, siento como la puerta del lugar se abre y cierra unas ¿tres veces? Escucho algunas indicaciones y las sigo, termino mi sesión con la ropa interior negra.

Muy bien –Dice el fotógrafo en francés.

A decir verdad, todos aquí hablan francés, nadie ingles, ni en español, por suerte se me los tres idiomas como su hubiera nacido con ellos.

Sonrío y ciento como se abre y cierra la puerta nuevamente, pero esta ves es más brusco que hace que mire, es Sean.

Veo como se dirige hacia la encargada y discuten en francés por el retraso. ¿En que le incumbe eso a él? No tenemos nada más que hacer…supongo.

¡Tú! –Dice Sean yendo hasta mi lado.

¿Qué quieres? –Pregunto tranquilamente, él esta alterado.

¿Por qué no me avisaste del retraso? Ve a vestirte –Dice y veo en sus ojos la furia.

Camino, veo como el fotógrafo me queda mirando sin entender nada, claro como va a entender algo si todo lo que hablamos con Sean lo hacemos en ingles. Camino hasta donde esta una pequeña lata de bebida coca-cola, yo la pedí, la tomo y la abro, voy a beber.

¡No! No puedes tomar esto, ¿Cuentas veces tengo que repetírtelo? –Dice arrebatándome bruscamente la lata, no alcancé a beber.

¡Es mía maldición! No he comido nada en dos putos días, ¡Devuélvemela! –Digo alzando la voz.

No, yo te he hecho lo que hoy eres –Dice tomando mi estomago.

Suelto un quejido por la brusquedad con la que me toco.

Toma esto –Dice entregándome una botella de agua.

¡Tengo hambre! Entiende eso maldita sea –Digo furiosa.

Comeremos en un rato –Dice alejándose y saliendo por la puerta, antes de eso tira mi lata al pequeño bote de basura.

Miro mi botella, rió con ironía, camino hacia los vestidores, entro en shock, me pongo tensa, completamente rígida.