Capítulo 9:

879 30 0
                                    

Estaba esperando a Louis tranquilamente, hasta que lo vi, entrando con una linda sonrisa que al verme creció aun más, camine hacia a él y lo abracé, no se por que lo hice pero fue un simple impulso, sentí como un momento quedo estático hasta que respondió me abrazo aforrándose a mí, mientras que mi corazón latía como si hubiera corrido una gran maratón, me hacia bien Louis, y espero que me siga haciendo bien el estar con él.

Creo que es hora de salir de aquí –Dijo Louis despacio.

Solamente asentí separándonos de una manera tan lenta, le sonreí y salimos hacia su auto.

Él obviamente iba manejando mientras yo iba en el asiento copiloto, creo que la última vez que estuve en un asiendo copiloto fue…cuando me llevaba bien con mi padre, cuando salíamos y hacíamos cosas normales entre hijos, eso sucedió como a los 14 años.

¿Qué tienes en mente Louis? –Pregunte curiosa.

Hum…primero ¿Has almorzado? –Pregunta.

Sabes cual sería la respuesta de eso –Dije.

Oh, entonces primero aremos eso –Dijo sonriendo mientras miraba el camino.

Bueno –Dije susurrando.

Estuvimos en silencio todo el camino, el cual era tranquilo, relajante, paso alrededor de una hora, hasta que llegamos a un lugar lejano, árboles y más naturaleza, comúnmente cuando vengo a lugares así es por una sesión, pero no, esta vez es para simplemente salir con un chico…wooh! ¿Salir con un chico? Mi piel sin querer se erizo, jamás había salido sola con un chico, y bueno, se imaginan el porque, o sea sin querer a los 16 años mis amigas ya no aguantaron mi forma cerrada en la que era con el mundo y luego a los 17 años el trabajo y lo demás es historia.

Llegamos –Dice Louis sacándome de mi trance.

Nos bajamos, él saca cosas para comer y caminamos un poco hasta encontrar el lugar perfecto en el cual nos sentamos a comer, era todo tan sano y natural, sonreí dándole a entender que esto era lo mejor.

Amo que me hayas traído acá –Digo.

Bueno, un restaurante no es muy bueno y la comida rápida tampoco, no quiero que te sientas mal –Dijo.

Muy bien pensado –Respondo.

Comimos distintas frutas y cosas así, hablábamos y reíamos por cualquier cosa sin sentido alguno, el tiempo no importaba ahora, importaba ser feliz mientras se puede ¿o no?, terminamos de comer y luego de guardar todo nos pusimos a caminar, a “explorar” el lugar, la paz y tranquilidad se sentía en el ambiente, y nosotros éramos los únicos que la interrumpíamos.

Louis –Digo mirándolo mientras caminamos.

Ajám –Dice.

Es la primera vez que salgo sola con un chico, bueno…la segunda y las dos han sido contigo –Digo cambiando mi mirada hacia unos pajaritos.

¿Es enserio? –Dice y siento su mirada sobre mí.

Si –Digo con una voz casi inaudible.

Pasa un brazo por mi hombro haciendo que mi cuerpo quede junto al de él y ciento como planta un sonoro beso en mi mejilla, yo no hago nada más que quedarme quieta, estática.

Eso es lindo –Dijo para luego soltarme y seguir caminando.

No se como fue que paso tan rápido el tiempo, pero ya se estaba oscureciendo.

Es hora de irnos –Dijo Louis.

Claro –Digo.

Y nos dirigimos hasta su auto, nos subimos y nos marchamos de ese tranquilo lugar.

Ahora iremos a un club –Dijo Louis sonriendo sin despegar la vista del camino.

¡Genial! Fiesta –Digo alegremente.

Fiesta, alcohol, ese descontrol que jamás en mi vida había vivido, se hizo presente esa noche, ese mareo que jamás había sentido, esa energía que frotaba por mi cuerpo, esas ganas de bailar, pero única y solamente junto a Louis…Él, me hace feliz, Louis me hace ser una adolescente, me hace ser como siempre debí ser y se lo agradezco infinitamente, como ahora lo estoy asiendo mientras me lleva hasta mi hotel tomada de la cintura para no caerme por el gran efecto de alcohol que hay en mí cuerpo.

¿Cuál es tu habitación? –Pregunto Louis.

¡Louis! nada de sexo –Digo y luego río.

Solo dímela –Dice riendo.

Le digo mi habitación y torpemente nos subimos el elevador, yo no puedo parar de darle las gracias por hacerme sentir como una chica normal, como siempre debí ser, y el solamente niega con la cabeza, no se cuantas veces se lo he dicho camino hasta aquí, creo tenerlo mareado pero simplemente no puedo dejar de repetírselo.

Entramos a mi habitación y Louis me sienta en mi habitación, el comienza a quitarme las zapatillas mientras yo observo cada movimiento que da, luego me acomoda sobre la cama.

Quédate conmigo –Digo mirándolo.

El va a decir algo, pero para cuando ve lagrimas salir por mis ojos.

Por favor…Odio la soledad –Digo.

Esta bien –Dice para luego quitarse sus zapatos y acostarse junto a mí.

Cuando lo veo acomodarse boca arriba me acerco hasta a él y lo abrazo, mi brazo derecho esta sobre su estomago y mi pierna derecha esta sobre la suya.

Louis –Susurro.

Dime –Dice igual que yo.

Tengo miedo…Voy a morir sola, estaré sola por siempre…yo…yo, siento haberte hecho que te quedes, pero…necesitaba esto –Digo torpemente todo.

No estarás sola por siempre…ahora me tienes a mí –Dice.

Yo me aferro más a su cuerpo, mientras el devuelve su gesto y me abraza y en poco caímos dormidos.

Desperté por un fuerte grito, cosa que hizo que abriera mis ojos a tope.

¿¡Que pasa!? –Digo notando que fue Cinthia quien grito.

Él, se tiene que ir –Dice apuntando a Louis.

Fuera tú –Digo molesta.

Ella se pone tensa al notar mi tono de voz, agacha su cabeza y sale de mi habitación.

Que estresante ella –Dijo Louis.

No lo creas así –Dije mirándolo.

Obviamente el despertó también con el grito de Cinthia, dios no me imagino si nos hubiera encontrado sin ropa, aunque probablemente en ese caso me hubiera reído, pero eso si que fue exagerado de su parte.

Tres horas más tarde y me encontraba duchándome, otra vez me estaba yendo en mis pensamientos, Louis, se quedo, fui consiente de todo lo que hice y dije, y es verdad, luego de pasar casi mi vida sola, ya que cuando estaba con mi papá, bueno el llegaba en las tardes luego del trabajo, cenábamos juntos y luego yo me dirigía a mi habitación, pasaba la mayor parte del tiempo sola encerrada en mi mundo, salía sola o a veces con amigas…amigas…ahora en cambio, me atemoriza, a veces no duerme en noches por el miedo horrible que me invade sin querer, es que no tengo un hogar fijo, no tengo nada fijo, solo me tengo a mí misma…”Ahora me tienes a mí” las palabras de Louis siempre hacen que no se quieran salir de mí mente, que las reflexione una y otra vez, y a veces, solo a veces puedo odiarlo por eso…pero se perfectamente que lo quiero, esperen…¿Qué lo quiero?...

I love you - One Direction y tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora