Las fiestas, la ropa, los chicos, la fama, el dinero, la posición social y todos los demás placeres de los que puedo gozar. A mis cortos 17 años he vivido muchas cosas, nada malas por suerte.
Padres millonarios y viviendo la vida que me merezco. Me...
Un par de chicas se levantaron: -Bueno, desde aquella fiesta tú eres mi ídola- todos aplaudieron. La puerta se abrió y Leo entró, sus ojos se abrieron al ver a Yebin sin camisa, yo sobre una mesa y todos aplaudiendo. Leo: -¿Qué pasa aquí? ¡Mi madre ya viene! Hilary: -Ya viene la directora, todos sean angelitos- me bajé y Yebin se puso la camisa. Leo: -Dime que no estabas haciendo una revolución. Hilary: -No. Dale esto a Leigh de mi parte- le di un pepinillo. Leo: -Hilary.......... Hilary: -¡Que se lo des! ¡O yo se lo meto en la boca! La directora entró. Directora: -Buenas noches, internas. Todas: -Buenas noches. Leo: -Nos vemos a media noche- se fue a la mesa con su madre. Allie: -¿Por qué nos habrán cambiado de habitación? Hilary: -No tengo ni idea. Jade: -Tú sabes que a la directora a veces le agarran ataques de locura, no les hagan caso. Hilary: -Chicas, necesito que me ayuden. Yebin: -¿Qué haremos? Hilary: -Allie y Andy, vayan a distraer a la directora ¡Pero ya! Andy y Allie se levantaron y fueron donde la directora. Hilary: -Jesy ¿Te apuntas? Jesy: -Claro, si es para molestar viejas, claro. Hilary: -Deshazte de la chica que está sentada con Leigh. Jesy: -Ya mismo- se levantó, miré que se fue con la chica. Hilary: -Ahora. Jade y Yebin van a sostener a Leigh, yo le haré una bromita- las tres sonreímos y nos levantamos. Jade: -Hola, Leigh. Leigh: -¿Vienes a lanzarme la cena, Hilary? Hilary: -Oh no, vengo a hacer algo que te gusta...las verduras. Leigh: -Veo que ya estás feliz porque tu amiguita la trasladaron. Hilary: -Si, Yebin. Te la presentaría pero no quiero que tenga tan mala experiencia. Leigh: -Mira, niña- se levantó- Tú crees que ya te ganaste a Leo pero yo me gané algo mucho más grande; a su madre. Y él hace lo que dice su madre no lo que le induce una ridícula de manicura barata. Hilary: -Te digo algo. Leo la tiene cien veces mejor que el pepinillo que estás por tragarte. Leigh: -¿El qué?- Yebin y Jade sostuvieron a Leigh y yo le metí el pepinillo que traía en mis manos en la boca. Leo: -¡Hilary! Hilary: -Hola, Leo. Leigh: -Eres una estúpida. Leo, castígala. Hilary: -Mira el castigo que me da- toque la entrepierna de Leo, él se sonrojó. Leigh: -Leo ¿Qué significa esto? ¿Qué pasó con nuestro acuerdo? Leo: -¿Nuestro? Fue el que tú hiciste con mi madre, y eso ya está roto. Yo no quiero estar contigo, ni siquiera cuando salgas de aquí. Hilary ve a cenar por favor. Hilary: -Provecho de la verdulera- me fui con Yebin y Jade muertas de la risa, nos sentamos. Llegaron Jesy y las demás. Leo: -No vuelvas a hacer algo así. Leigh es muy peligrosa, y tiene la confianza de mi madre. Si ella consigue las pruebas de que tú y yo tenemos algo, mi empleo se acaba. Hilary: -No me regañes que me excitas- reí. Leo: -Eres increíble- me dio un beso en la mejilla y se fue. Terminé de cenar y subimos a las habitaciones, era la hora de la revisión. Leo entró a la habitación. Leo: -¿Ya están listas para dormir? Jade: -¿Leo me traes un vaso de agua? Hilary: -¡Jade!- reí. Jade: -Sólo bromeaba. Yebin: -Chicas tápense los oídos que Hilary y Leo van a tener un rapidito de buenas noches. Leo: -Imposible, esta es la habitación de las obscenidades. Hilary: -Sólo están jugando, te pones muy gracioso cuando oyes esas cosas ¿Sabes por qué?- le acerqué con mi dedo- Porque se nota se te alegra cierta zona. Leo: -Buenas noches- dijo sonrojado, me dio un beso en los labios. Jade: -Según el reglamento, ninguna interna puede tener un privilegio exclusivo a menos que sea igualitario con las demás. Leo: -¿Qué tú también quieres un beso? Yebin: -Leo ¿Has oído hablar del beso negro?- todas dieron una carcajada, incluyéndome. Leo: -No ¿qué es eso? Yebin: -Son los besos favoritos de Hilary Leo: -¿Ah sí? Hilary: -¡Yebin! ¡No, claro que no! ¡Qué horror! Leo: -¿Qué es? Hilary: -Ven- le susurré en el oído lo que significaba. Leo: -¡Ya no puedo!- salió de la habitación con vergüenza. Jade: -¡Que no se te olviden los condones! Jesy: -¡Oh por Dios! ¡Aquí sí que me divertiré! Hilary: -Tenlo por seguro, Jesy. Pasaban las horas, las chicas ya se habían dormido, yo seguía despierta esperando la media noche, al fin llegó la hora; eran las 12:03 según el reloj de mi teléfono cuando la puerta sonó tres veces. Hilary: -¿Trajiste lo que dijo Jade?- sólo escuché la risita avergonzada de Leo. Me levanté y abrí la puerta, y en efecto, era Leo. Leo: -Antes que nada- me tomó de la cintura y me besó. Hilary: -¿Qué vamos a hacer? Leo: -Instrucciones: Quedarse calladita y no hacer ruido. Leo me tomó de la mano y bajamos por las escaleras, salimos por una puerta que había en la cocina. Hilary: -¿Me vas a llevar al internado de chicos? Leo: -Claro que no. Seguimos caminando hasta llegar aquí:
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Leo: -Esta casa mis padres me la darán cuando me case. Hilary: -A sólo metros del internado. Leo: -Es lo malo. Ven- nos acostamos en el pasto. Hilary: -Está muy estrellado. Leo: -Sí. Hilary: -¿Cómo hiciste para convencer a tu madre de hacerme regresar? Leo: -No fue fácil, tuve que ganarme su confianza de nuevo, inventar una que otra cosa. Hilary: -¿Ella cree que regresarás con Leigh? Leo: -Si, planea casarme con ella cuando salga. Ya sabes, disque porque me dará una buena posición social. Hilary: -A tus padres les importa mucho eso del status social ¿No? Leo: -Sí. No son como tú que les vale madre lo que piensen los demás. Seguimos hablando, Leo me hacía reír y yo lo hacía sonrojar muchas veces. Llegó el momento que comenzó a ponerse romántico, incluso nos unió un beso que se iba saliendo de control, pero...Leo me detuvo. Hilary: -¿Qué pasa? Leo: -No siempre tenemos que terminar en eso. Hilary: -¿Ósea que me estás rechazando? Leo: -No es eso. Sólo que no quiero que esto se convierta en sólo eso. Hilary: -Leo, tengo casi dos meses de no tenerte y ahora me quieres detener. Leo: -Olvida lo que acabo de decir, a quien engaño yo también te deseo como un loco. Volvió a besarme apasionadamente, rápidamente nos quitamos la ropa por completo. Sus besos, sus caricias me volvían loca, me sacaban de control y me hacían olvidarme del mundo. Lo hacíamos muy apasionadamente, como dos locos desesperados y escondidos. Al final terminé sin fuerzas y exhausta, apunto de quedarme dormida. Leo: -No te duermas, debemos regresar. Leo y yo nos levantamos y regresamos al internado. Me dejó en mi habitación y se fue, caí como piedra en mi cama y quedé completamente dormida. Al amanecer sentí que alguien se lanzó sobre mí. Yebin: -¡Despierta! ¡Despierta! ¡Despierta! Hilary: -Yebin ¡Lárgate! Estoy cansada. Yebin: -Te fajaste a Leo anoche. Hilary: -Si y estuvo muy rico, ahora déjame dormir. La puerta se abrió. Leo: -Buenos días ¿Por qué no han bajado a desayunar? Jade: -Exprimiste a la pobre Hilary, no se quiere ni levantar. Leo: -Hilary Es hora de levantarse- se agachó a la par de mi cama. Hilary: -Lárgate, Leo. Esto es tú culpa. Leo: -Bajen a desayunar, chicas. Jesy: -Con cuidado porque capaz la matas- se fueron. Leo: -¿Por qué estás tan cansada? Hilary: -¡Lárgate! Tengo sueño y estoy exhausta. Leo: -A ver; déjame ver si entiendo. La chica con más experiencia en trasnochar en fiestas y tener noches apasionadas está cansada. Hilary: -Tengo dos meses de no hacer nada de eso, se me fue la costumbre. Leo: -¿O es que no estás acostumbrada? Hilary: -¡Te equivocas!- me levanté- He tenido noches mucho más duras y salvajes que esa- me fui al baño muerta de cansancio y me bañé, aunque pasé la mayoría del tiempo dormida frente a la regadera. Salí y me vestí. Leo: -¿Por qué te tardaste tanto? Hilary: -Me gusta bañarme bien. Leo: -Baja a desayunar- salió de la habitación. Hilary: -Lo único que se deben bajar son tus pantalones- me lancé a la cama y quedé profundamente dormida. ... Jade: -¡¡Sigues dormida!! Hilary: -¿Qué hora es? Yebin: -Como vamos a saber la hora. Jade: -Pero ya pasó hasta el almuerzo. Hilary: -Lo siento, no estoy acostumbrada a tener relaciones tan agresivas. Jade: -¿Cómo? Ósea que tú llegaste virgen a Leo? ¡No lo puedo creer! Yebin: -¡¡Shh!! Qué tal que entra y te escucha. Jade: -¿Por qué se lo escondes? ¿Yebin, tú lo sabías? Yebin: -Claro que lo sabía, y lo esconde porque no quiere verse débil ni sensible frente a él. Hilary: -Chicas, vengan, debo contarles algo. Jade: -¿Qué pasa? Hilary: -Creo que me gusta Leo.
