Hongbin: -Con cuarteto y todo- todos reímos excepto Leo, no le había causado gracia pues era el único que lo tomó enserio.
Hilary: -Sólo está bromeando- le susurré en el oído.
Leo: -No me gusta.
Hongbin: -Sólo hay un pequeñísimo inconveniente.
Yebin: -¿Qué pasa?
Hongbin: -Sólo hay una habitación.
Hilary: -Fácil; Yebin y tú duermen en el sofá y Leo y yo en la habitación.
Yebin: -Oye ¿A ti como te dicen?
Hilary: -La mayoría de veces me llaman Hilary- sonreí.
Hongbin: -A la moneda.
Leo: -¿Por qué no sólo dividimos la habitación en dos?
Hilary: -Tienes razón.
Subimos a la habitación, era lo suficientemente grande para dividirla pero había un problemita.
Yebin: -Lo malo será que escucharemos los gemidos ajenos.
Hilary: -Ok, no podemos dormir aquí los cuatro, debemos hacer algo al respecto.
Hongbin: -¿Por qué no le dices a tu papá que nos consiga otra casa?
Hilary: -¿Con dos habitaciones? No estará de acuerdo.
Yebin: -Tendremos que hacer otra habitación en el living, de todos modos no recibimos visitas.
Hongbin: -Nos turnaremos la habitación.
Leo: -Está noche es de Hilary y mía. Adiós- me tomó de la mano y corrimos hacia la habitación.
Yebin: -¡Eso no es justo!
Leo y yo nos lanzamos a la cama.
Leo: -Ese tipo sigue sin agradarme.
Hilary: -Pues tendrán que aprender a llevarse ahora que vas a vivir con él.
Leo: -Hilary, debemos pensar en algo. No pasaremos el resto de nuestras vidas en esta farsa.
Hilary: -Luego pensaremos en esto, al menos tenemos un año para arreglarnos.
En eso entraron Hongbin y Yebin.
Yebin: -Te dije que todavía no estaban haciendo nada.
Hongbin: -Si pero no me desnudaré afuera.
Hilary: -¿Qué pasa?
Yebin: -Hongbin y yo hicimos una apuesta ¿Y ustedes?
Leo: -Nosotros pasaremos el día fuera.
Hongbin: -¿Sin nosotros?
Hilary: -Aún no le agradas a Leo.
Leo: -¡Hilary!
Hilary: -¡Es la verdad!
Hongbin: -Lo entiendo. Estoy casado con el amor de su vida.
Leo: -No vuelvas a repetir eso.
Hilary: -Ay no, no debiste decir eso.
Hongbin: -Estoy... Casado... Con el amor... De... Tu vida- sonrió.
Leo se levantó pero yo lo detuve, conocía a Hongbin, hizo exactamente lo que yo haría si me hubieran dicho eso.
Hilary: -Leo, no vuelvas a retar a Hongbin, lo conozco. Personas como nosotros no resistimos que nos reten.
Leo: -Es que odio que tenga razón.
Hilary: -Pero haciendo locuras no vas hacer que deje de tener razón ¿Qué te importa más un papel o mi corazón?
Hongbin: -Siempre y cuando no sea papel higiénico.
Leo: -Sólo oyelo es un cretino.
Hilary: -Es relajado, es lo que pasa. Y tú no así que por eso chocan sus personalidades.
Leo: -Y cómo tu y yo somos diferentes y nos amamos.
Hilary: -Porque yo soy niña.
Si fuese yo quien dijera todo lo que Hongbin dice te aseguro que te gustaría.
Hongbin: -Oigan dejen de poner Hongbin y niña en la misma oración porque les juro que siento menos pesado mi entrepierna.
Leo: -Deja de decir tantas obscenidades frente a ellas.
Yebin: -He pasado toda mi vida con Hilary, ya estoy acostumbrada.
Leo: -Es que no lo sé. Cuando él lo dice me da repulsión pero cuando Hilary lo dice es tan... diferente.
Hongbin: -Es que yo lo digo más sexy.
Yebin: -Ok, esto se acabó.
Hongbin eres un engreído- lo jalo de la espalda hacia afuera.
Leo: -No sé si pueda hacer esto.
Hilary: -Leo, debes comenzar a abrir los ojos y ver qué no toda la gente es como tú.
Leo: -Es que no se si pueda vivir con alguien así.
Hilary: -Pudiste vivir conmigo en el internado, si podrás con esto también.
Leo: -No lo sé.
Hilary: -Mira, para que se te haga divertido. Por cada obscenidad que diga Hongbin yo voy a darte un beso.
Leo: -Hecho. Ahora, vístete porque vamos a salir.
Hilary: -¿Con Yebin y Hongbin?- sonreí.
Leo: -Está bien. Con Yebin y Hongbin- dijo de mala gana.
Me vestí y salimos los cuartos en el auto que nos había dado mi padre a Hongbin y a mí. El lugar era muy raro, muy diferente a Las Vegas.
Hilary: -Leo ¿Conoces Moscú?
Leo: -Para nada.
Yebin: -Entonces ¿Dónde vamos?
Leo: -No tengo ni idea.
Hilary: -Que orgullosa me siento.
Hongbin: -Somos las malas influencias.
Hilary: -Estoy aún más orgullosa.
Yebin: -Sí si, lo que digan. Pero no andaremos en círculos, debemos ir a algún lado, no hemos ni desayunado y casi es mediodía.
Hongbin: -Allá- señaló a un SubWay a mitad de cuadra.
Yebin: -¡Dónde sea! ¡Solo necesito meterme algo a la boca!- nos estácionamos.
Hongbin: -Yo te puedo ayudar con eso.
Leo: -Esto me da asco- tapó su cara con su mano.
Hilary: -Sólo ignóralo- reí.
Salimos del auto y entramos a desayunar.
Cajera: -Dobroye utro chto vy khotite, chtoby poyest?
Yebin, Hongbin y Hilary: - Mierda- al mismo tiempo.
Leo: -Chetyre buterbrody i kokteyli chetyre klubniki.
Hongbin: -¿Pero que mierda?
Cajera: -'Sadites', pozhaluysta.
Leo: -Spasibo.
Hongbin: -Doble mierda- todos estábamos boquiabiertos.
Leo: -Vamos a sentarnos- río.
Nos sentamos aún en shock.
Yebin: -¿Qué fue eso?
Leo: -Ruso.
Hilary: -¿Por qué no me dijiste que hablas Ruso?
Leo: -¿Alguna vez tú me dijiste que idiomas hablas?
Hilary: -¡Porque ni el español lo hablo bien!
Leo: -Por eso es que inventas palabras.
Yebin: -¿Dónde los aprendiste?- Llegó una mesera y nos dio emparedados y malteadas.
Leo: -Mis padres me obligaban a estudiarlos desde pequeño.
Yebin: -¿Hablas otros?- absorbí el líquido.
Leo: -Hablo siete idiomas- escupí la malteada en la cara de Hongbin.
Yebin: -¡Hilary!- Leo comenzó a reír como loco, yo comencé a toser; me estaba ahogando.
Hongbin: -¡Excelente!- dijo sarcástico limpiándose con una servilleta.
Leo: -¿Estás bien?- me daba golpecitos en la espalda mientras reía.
Hilary: -¿Quieres matarme?
Leo: -¿Por qué lo dices?
Hilary: -Yo a duras penas machaco el español y tú hablas siete idiomas.
Hongbin: -Para la próxima que vayas a mostrar que eres super dotado me avisas para apartarme.
Leo: -No es mi culpa- dio un mordisco al sándwich.
Hilary: -¿Y qué idiomas hablas?- di otro sorbo.
Hongbin: -¡Espera espera! Trágate eso primero- lo tragué y reí.
Leo: -Español obviamente. Coreano; vivo en Seúl, Corea del sur, Francés, Italiano, Ruso, Holandés y Alemán.
Hilary: -Di algo en todos esos.
Leo: -Hongbin Is a jerk, fou, scemo, kretinakh, dom, trottel. (Hongbin es un idiota en todos los idiomas)
Yebin: -¿Qué fue lo que dijiste?
Leo: -Ah. Qué comamos.
Hongbin: -Creí haber escuchado mi nombre.
Leo: -Ah es que, así es 'Tengo' en Alemán.
Hilary: -Ni quien te crea- le susurré en el oído.
Yebin: -Di faje en todos esos idiomas.
Leo: -No soy diccionario.
Hongbin: -¿Cómo le dijiste?
Yebin: -Tranquilízate.
Hilary: -Sólo están jugando.
Vamos, dilo. Yo también quiero saber.
Leo: -Pero me da vergüenza decirlo aquí.
Hilary: -Dimelo en el oído y yo lo digo.
Leo: -No puedo creerlo- se acercó a mí oído y comenzó a susurrarme.
Hilary: -En inglés Sex obvio- Yebin rió- En Francés y Alemán sexe, ese me gusta. En Italiano ¿Sex también? ¡No tienen imaginación los italianos! En Holandés y Ruso...
Leo: -¡No lo digas en voz alta!
Hilary: -Seks.
Yebin: -¡Seks!
Leo: -Oh Dios- se daba contra la mesa.
Hongbin: -Oye no te des contra la mesa que la vas a romper.
Hilary: -Irónico.
Entre risas y obscenidades de parte de Hongbin, Yebin y yo terminamos de desayu-morzar y salimos de nuevo en el auto.
Yebin: -¿Dónde vamos?
Hilary: -Vamos a un sexshop.
Hongbin: -Apoyo la idea.
Leo: -Que difícil es estar entre ustedes.
Hilary: -Acéptalo también quieres ir ahí.
Leo: -¡Ok! Pero no hagan ningún tipo de espectáculo.
Hilary: -De todos modos ni nos entenderían.
Hongbin: -Leo quiere ver qué tan gruesos son los látigos- se burló.
Leo: -Cállate.
Hilary: -Y tu quieres conseguirte un consolador jumbo- defendí a Leo.
Yebin: -¡Oye no le digas eso!- reímos a carcajadas todos, incluso Leo.
Al fin llegamos a aquél lugar, entramos.
Hongbin: -Ahh, mi hogar- suspiró.
Yebin: -Ok, no me quería dar cuánta de eso.
Leo: -¿Pueden comprar lo que vayan a comprar e irnos?
Hilary: -Ven que tú me tienes que ayudar a elegir el aceite.
Leo: -¿Y eso para qué es?
Hongbin: -Para que no te duela el...
Hilary: -¡¡Hongbin!!
Hongbin: -Ya me callo.
Explotamos toda la tienda hasta que hallé unos consoladores con cinturón, de los que usan las lesbianas.
Hilary: -¡Oye Yebin! ¿Te acuerdas cuándo usábamos de estás?
Yebin: -¡Buenos tiempos!
Hongbin y Leo: -¡¡¡Qué!!!- Yebin y yo soltamos en carcajadas.
Hilary: -Es broma.
La verdad no queríamos comprar nada, pero necesitábamos divertirnos, así que Yebin, Hongbin y yo quedamos en hacer que Leo comprara un consolador.
Hilary: -Toma- se lo di.
Leo: -¿Y esto para qué?
Hilary: -Yo no se Ruso, debes hablar con la cajera y pagarlo- le di la tarjeta.
Leo: -¡No lo haré!
Hilary: -Ok, lo haré yo, pero acompáñame siquiera para saber que me dice.
Me acerqué a la cajera con Leo.
Hilary: -Eto bol'no?- (esto duele)
Leo: -Increíble- se volteó.
Cajera: -Ne znayu- sonrojada.
Hilary: -De todos modos ni lo quería- antes se la hubiera lanzado a la cabeza, pero está vez simplemente lo dejé en el mostrador.
Yebin: -Vámonos.
Leo: -¿No lo compraste?
Hilary: -No es que no trae luces.
Hongbin: -¿Y para qué lo quieres con luces?
Hilary: - Quiero ver si las luces traspasan cuando lo esté...
Leo: -¡Nos vamos!- me jaló antes que terminara la oración. Subimos al auto- ¿Cómo que no hablabas ruso?
Hilary: -Es que con la clase que nos diste hoy en el restaurante aprendí, que gran maestro eres.
Yebin: -¿Ahora dónde vamos?
Leo: -¿Preguntarás eso cada vez que salgamos de un lugar?
Yebin: -¡Si! ¿Algún problema?
Hilary: -¡Yebin!
Yebin: -¡Hilary!
Hongbin: -¡Hongbin!
Leo: -Idiota- arrancó a toda velocidad.
Hilary: -Oye, Yebin ¿Recuerdas la canción 'Rock me'?
Yebin: -¿Nuestra versión?
Hilary: -¡Si! 1,2,3...
Yebin y Hilary: -Quiero que me fajes, fajes fajes, fajes duro.
Leo: -¡Alguien sáqueme de aquí!- gritó.
Regresamos a la casa, pero notamos que había un coche estacionado.
Yebin: -¿Quién será?
Leo: -Iré a ver.
Hongbin: -¡No! Puede ser el padre de Hilary, iré yo.
Hongbin se bajó y se asomó por una ventana- se volteó y corrió hacia nosotros.
Hongbin: -¡Son tus padres! ¡Maldito viejo nos vino a buscar y viene con tu madre!- gritó en susurró.
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Niña Mal (leo & Tu)
FanficLas fiestas, la ropa, los chicos, la fama, el dinero, la posición social y todos los demás placeres de los que puedo gozar. A mis cortos 17 años he vivido muchas cosas, nada malas por suerte. Padres millonarios y viviendo la vida que me merezco. Me...